00.Prefacio

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Brisa

La vida nos da tantos golpes, tantos problemas que solo nos dejan con el sentimiento de siempre esperar lo peor.

He tenido problemas y es de esperarse que piense aquello, pero desde que tengo memoria siempre he sido una persona positiva, una chica que busca el lado positivo de todo, a pesar de que pueda estar en aprietos trato de ser positiva, porque siempre he pensado que si a los demás les vale cómo estoy entonces ¿Quién me levantará en los peores momentos?

¿Me dejaría derribar porque no tenía a otra persona para darme su apoyo?

Claro que no.

Nunca lo haría, y menos sabiendo que era uno de los pilares de mis hermanos, siempre cuando tenemos a una persona importante en nuestra vida y sabemos que somos su pilar para seguir, no nos dejamos derribar, dejamos nuestros miedos, nuestros malos pensamientos y la tristeza, para mostrar la mejor de nuestras sonrisas a las personas que amamos, y nos empeñamos en vernos fuertes, valientes, sin miedo a lo que pueda venir.

Desde pequeña me empeñe en dar el mejor rostro a todo mundo, a verme fuerte y positiva, y a pesar de que estuviera sola, que el miedo y la ansiedad me abrumarán, las desaparecía en el día, y en la noche salía a ver las estrellas para tranquilizarme y desahogarme de todo el peso que cargaba.

Nunca me queje, nunca me deje derrumbar por la tristeza al saber que no completaba para comprarles algún regalo a mis hermanos cuando eran sus cumpleaños que le hacía ilusión, o que no completaba para comprarme algo de comer en la escuela.

Nunca me deje derribar, si estaba cansada del trabajo y tenía tarea, no sé cómo le hacía pero sacaba todos los ánimos que tenía para seguir.

Siempre me esforcé, lo hacía por mi familia y por mí, porque desde que comencé a trabajar mis padres ya no se veían tan agotados, y me bastaba verlos sonreír.

La situación estaba por colapsar si seguía más tiempo en la misma rutina, ya que era momento de entrar a la universidad, y no tenía para ello.

Cuando escuche sobre una universidad que pagaban todo a los becados, sonreí porque por fin podría darles todo mi dinero a mis hermanos.

Todo iba bien, el destino me sonreía o eso creí en el momento que vi que fui aceptada.

Qué mal que me adelante.

Llegando a Crowley las personas con las que me rodeada me trataban de la peor manera, era humillada, pisoteada, golpeada por las chicas que se creían lo mejor del mundo.

¿Y yo que hacia?

Nada, absolutamente nada ¿Y por qué?

Bueno porque me podría expulsar, y si me expulsaban eso significaba, ya no más sonrisas de mis padres, ya no ver a mis hermanos no preocuparse por mí, por el tiempo extra que trabaja para que nos alcanzará el dinero, en pocas palabras, ya no más estabilidad.

Tenía miedo, mucho miedo de ello, podía aguantar lo que me hacían en la universidad, podía aguantar todo menos la tristeza en los rostros de mis seres queridos.

Podía con ello, podía estar abrumada en la universidad pero lo escondía, y cuando llegaba a la casa sonreía a más no poder, sólo pensaba en las sonrisas de mis padres, de mis hermanos, de cómo me hablaban de sus esfuerzos en la escuela y eso me bastaba, luego iba a los trabajos y se iba toda esa felicidad y con ello venía la falsedad.

Podía aguantarlo hasta que me graduará sin embargo un día mi madre empeoro con su enfermedad y mi padre se endeudo.

Y ahí fue el punto quiebre de la estabilidad.

Pensé en no seguir estudiando hasta que me llego la propuesta de uno de mis familiares millonarios.

Me dijeron que si los ayudaba, cierto tiempo me darían cierta cantidad para pagar las deudas y además bastaría para pagar los gastos de día con día.

Que me darían esa cantidad por el tiempo que los ayudará.

Y se preguntarán ¿cuál era el trabajo?

Bueno, ser una novia de prueba.

Exacto cómo se escucha una novia de prueba.

Los amigos de mis tíos tenían un hijo que se había vuelto bastante caprichoso, tanto que solo gastaba en cosas innecesarias todo el tiempo y no tenía interés de ponerse al tanto de las empresas que él heredaría.

Sus padres ya estaban hartos, por lo que estaban buscando a una chica humilde para aplacará al niño mimado.

Y es ahí donde entraba yo.

Ellos querían una mujer fuera de la riqueza para que aplacará a ese chico, para que reflexionará y se diera cuenta cómo es la realidad.

Si lograba hacerlo entrar en razón, ellos me pagarían lo suficiente para que pudiera terminar la universidad sin dificultades, para que dejará de trabajar duramente y solo me concentrará en los estudios.

Así que acepte.

Pero nunca esperé que Eban Callen Wilding, se convertiría en mi dolor de cabeza, en el peor nudo en el estómago que pudo haberme dado durante mi corta vida.

Eban se había convertido en el mayor reto de mi vida.

Lo que comenzó como una prueba se convirtió en una lección para toda la vida.

Continuará...

NOTA:

Hola queridos ángeles he vuelto, ya han pasado casi 3 años desde que comencé con esta historia pero no había seguido, mi vida ha dado tanto giros en los que me vi envuelta en un bloqueo tanto para escribir, leer hasta para avanzar con mi vida dia a dia, pero me di cuenta que era momento de regresar, el tiempo sigue y no volverá, así que daré partes de mi en historias que aviven momentos de sus vidas, los he extrañado, espero que aun esten paseando por aquí.

Ustedes queridos lectores y yo, una joven desconocida que después de 3 años, ahora es una joven adulta.

Atte: Angelica C.


NOVIA DE PRUEBA (RR #2)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora