"Ojalá que con tu magia pudieras verte a través de mis ojos, porque así... te darías cuenta de lo especial que eres para mí, Yumeno".
Tenko ha estado preocupada por la maga definitiva. Ella puede ver algo, después de todo, esas emociones son reprimi...
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Himiko comenzó a acercarse a Tenko con pasos minúsculos. Podía verse como sus piernas temblaban un poco, pero que finalmente lograban acortar la distancia entre las dos.
Tenko no supo en qué momento un pequeño tic se presentó en su dedo índice derecho, pues la ilusionista se había sentado a su lado torpemente. Yumeno estaba mirando al costado, debido a ello Tenko no pudo ver ni una pizca del rostro ajeno. Tenía que admitir que le daba cierta curiosidad.
Mientras esperaba a que Himiko dijera siquiera alguna palabra, su mirada vagó por la habitación. No había algo fuera de lo común en ella. Quizá estuviese un poco desordenada, pero no era algo a lo que tuviera que tomarle importancia. Simplemente era para hacer de la espera un poco más amena.
— ¿Me escucharás? — Himiko habló en un tono bajo. — Lo que tengo que decir. — Tenko se asombró, podía ver la ansiedad proveniente de ella. Estaba dispuesta a hablar finalmente. Seguirá con su promesa, mantendrá siempre esas palabras salientes de su corazón. Como respuesta, la mayor posó su mano sobre el gorro que la de menor altura llevaba y lo retiró, como un comienzo para "aligerar su carga".
— Ni siquiera lo dudes. — Tenko le regaló una sonrisa muy sincera como algo para animarla aún más a liberarse de esas cadenas que ningún bien le han hecho.
— Es muy difícil para mí mostrar mis sentimientos tan abiertamente a los demás... como mi opinión respecto a algo o algún simple comentario. — Mientras ella relataba, Tenko se concentró en escuchar atentamente cada palabra, asimismo reducir la inseguridad ajena dando pequeñas caricias en su cabello para relajarla. — Las personas pueden llegar a ser tan horribles e hirientes con tan sólo el uso de las palabras. Oraciones que dañan y que son un veneno para los demás. Siempre comienzo a pensar en cómo tomarán las personas mi perspectiva, ¿mis emociones serán una carga para ellos? ¿Cómo sabré que lo que diga en ese momento sea lo más correcto y no algo tonto?
Mientras más oía Tenko sentía como un pequeño nudo en la garganta se le formaba y como las ganas de consolarla y abrazarla fuertemente aumentaban; sin embargo, se limitó a no interrumpir y continuar con el roce de su mano en el cabello de la menor.
— Como esas hay más preguntas dentro de mi cabeza. Son un dolor y, no quiero terminar herida ni lastimar a los demás por mis inseguridades. Es por eso que... comencé a guardar todo para mí misma, sin mostrar nada a los demás. El miedo no desapareció, creí que era lo mejor; aunque al parecer no soy tan buena haciéndolo, porque a pesar de ello, algunas personas han podido descubrir algunas emociones que tanto me he esforzado en ocultar... tú, por ejemplo. — Himiko soltó una pequeña carcajada, posteriormente dirigió completamente su rostro al de Tenko, como si estuviera afrontando toda esta situación sin tener el pensamiento de huir. — ¿Por qué... estoy haciendo... esto? Se supone que realmente quiero ser de ayuda a los demás, quiero ser yo misma contigo... quiero ser tu amiga.
Tenko podía verlo, en esa curvatura de los labios ajenos había tristeza, y en su voz unas inmensas ganas de llorar notándose. Llorar para liberar todo lo que hasta ese momento reprimía. Tal vez, incluso, hacerlo por mucho tiempo. Pese a toda esa aflicción, era hermosa, una belleza que querría mantener consigo siempre.