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Alexa Harrington

Me levante, como todos los días me duche y me vestí para ir al taller. Estaba emocionada por que dentro de poco serían mis vacaciones y como se me había puesto al pensar en ir a España. Fui caminando al taller, pues -como anteriormente había dicho- me quedaba al lado.
Salude a mis compañeros al llegar al lugar y me metí en servicio.
No me percaté de que alguien más estaba en la sala, hasta que este hablo.

-Buenos días, Alexa.- Reconocí la voz de Armando atrás de mí.

-Buenos días, jefe.- Salude con una sonrisa y me dirigí a los vestidores. Una vez cambiada fui a acomodar algunos papeles de mi oficina.

-Que feo lugar.- Llego alguien a mi oficina y yo le mire mal por tal comentario.- Uy, ¡lo siento!- Se disculpo Armando al notarme.

-Qui fio ligir.- Imite con una voz grave, pero me deje la voz tirada por ahí.- Exijo respeto.

-Yo no hablo así.

-Claro que lo haces.-Dije y este negó con la cabeza.- ¿Qué le trae a mi oficina?- Me apoye en el escritorio.

-Estaba echando un ojo al lugar y llegue aquí.-Respondió con tranquilidad. Asentí con la cabeza y me tome una dona, pues no había desayunado en el camino.

-Vale...-El lugar se inundó de un silencio muy largo, pero no era incómodo. No duró más pues mi contrario decidió hablar.

-¿Quieres salir conmigo a algún lugar?- Preguntó y yo me atraganté por lo directo que fue.- ¿Estas bien?- Se acerco a mí, con una notoria preocupación.

-S-Sí.

-¡Hostias! Jefe, ¿Ya esta ligando?- Llego a la oficina Tonet.

-¿Ligar, ligar? No. ¿Entablando una amistad? Sí.- Respondió.

-¡Hostias el jefe!- Llego a su lado Manolo.

-Vámonos Manolo, que el jefe esta ligando.- Tonet se llevo a su compañero a otro sitio.

-Que cojones...-Hable para mi misma.

-Bueno. Lo que te preguntaba... ¿Si o no?- Pregunto nuevamente, Armando.

-Si, esta bien. ¿Le veo a las...-Deje que continuará.

-8:00.- Respondió con una sonrisa.

-A las 8 será... Bien. Le veo después.- Salí de la oficina, seguido de Armando. Me dediqué a trabajar hasta que se hicieron las 7, esa era mi hora de salida, me dirigí a vestirme con la ropa de civil y salí de servicio para irme a casa a prepararme para la "cita/salida".

Iba vestida para una salida casual, aunque como Armando no había dicho un lugar en específico. Llevaba un pantalón cargo color negro, una camiseta fajada- Que le había robado a mi hermano- color blanca como estampado llevaba "MARVEL" y algunos de sus personajes, unos tenis Vans del mismo color que el pantalón, amarrada a la cintura llevaba una sudadera blanca. Después de maquillarme, unos minutos después tocaron el timbre unas dos veces, abrí encontrándome como Armando.

-¡Hola!-Salude con un beso en la mejilla.

-Hola, Ale. ¿Nos vamos?

-Si, si.- Tomaste tu cartera para llevar el dinero y el teléfono. Te montaste en el coche de Armando y este condujo hacia un restaurante de ¿Comida italiana?

-¡Llegamos!- Anunció y se bajo para abrirte la puerta.

-Muy caballeroso, pero, tardas mucho, yo creo que es por la edad.-Me burle.

-Oye, más respeto.

-Si, si, hombre mayor.- Me volví a burlar y baje del coche.

Estábamos los dos sentados en una mese para dos en la terraza del restaurante, que por cierto, no era un restaurante cualquiera, era uno de 5 estrellas en la ciudad. Armando y yo pedimos espagueti con albóndigas 

-Cuéntame de tu vida.-Hablo Armando.

-Pues, la verdad no hay mucho que contar.
Soy mecánica en el mejor taller de Los Santos, vivo en una casa de lo más normal y tengo un cachorro llamado Firulais 2do.

-¿Tienes familia aquí?- Pregunto.

-Mis padres... la verdad no se que les ocurrió, y mi hermano no lo he visto en mucho tiempo, aunque viva en Los Santos, su trabajo es complicado y no me gusta meterme en su rollo.

-Vale...- En ese momento llego la comida, así que los dos nos dispusimos a comer. 

-No me has contado nada de tu vida.- Le dije a mi contrario.

-Tú no es que hayas dicho mucho, eh.

-¡Pero dije algo!-Respondí.

-Bueno..., soy jefe del taller, tengo otro trabajo aparte de ese, cosa que no te voy a decir por que es una ¡misión ultra secreta!

-¡MISIÓN! ¿Cómo en las películas? :0

-Si, si te digo de que se trata, tendría que matarte.- Hizo una pistola con una mano y me apunto e hizo que disparaba, soltando un "Piu".

-¡Hostias!-Reí junto a él.- Sigue, sigue.

-Tengo muy buenos amigos, casi familia, yo sería como el padre ahí, pues todos son como niños.- Rio.- Y tengo un cachorro llamado "Hijo", mis otros amigos tienen a sus tres hermanos, llamados "De tu", "Chingada" y "Madre".

-¡Que yo quiero amigos así! Preséntamelos.-Reí.

-No, no, sólo míos.-Me saco la lengua.

-¡Comparte! Asqueroso.-También le saque la lengua y al notar tal acto infantil, reímos.

-Apenas te conozco y ya me has caído genial.-Soltó una vez que cesaron las risas.

-Tú igual me has caído genial.-Sonreí y este me devolvió la sonrisa.- ¡Hostia el apodo que se me acaba de ocurrir!

-¿Cuál?- Pregunto.

-¡Armando Pendejadas! Genial, suave, increíble, espectacular, asombroso.- Me eche flores a mi misma por haber pensado en tal apodo.- No puedo ser más cool.

-¿Pendejadas? Ok...- Negó con una sonrisa.

-¡Esta increíble! Acéptalo.

-Si, si, lo que tú digas.-Rio.

-Ayayay. Deja de reír, ¡Me va a dar un mini paro cardíaco!

-Pero...¿Porqué el mini paro cardíaco?-Pregunto.

-Tu risa, Это очень мило. (Es muy mona).-Hable en ruso a mi contrario, que parecía realmente confundido.

-¿Disculpa..?

-Nada, que es muy linda.-Sonreí.

-Oh, gracias.-Igualmente sonrió.

-Vaya que es tarde...- Mire la hora, marcaba la 01:23.

-Te dejo en tu casa.- Se levanto seguido de mí y nos dirigimos al coche.

-Muchas gracias por la cena.-Agradecí al mayor.

-No hay de que, me alegro que hayas accedido. Espero salir de nuevo contigo.- Me despedí de el con un beso en la mejilla y me baje del coche y me metí a mi casa para irme a dormir de una buena vez.

First Time [Nadando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora