Karma [Wangxian]

Hortensia [capítulo tercero]

HORTENSIA AZUL

La hortensia es una planta arbustiva que podrás encontrar en casi cualquier parte del mundo, sobre todo en zonas donde llueva mucho y los veranos no sean demasiado intensos. Es muy extraño encontrar flores relacionadas con significados negativos, pero la hortensia es una de estas. Dentro del significado negativo está la representación de apatía y carencia de sentimientos. Son portadoras de soledad, soltería y viudez.

Wei Wuxian miró su herida. La hoja no había traspasado la carne, pero había roto la piel. La sangre que brotaba era espesa y de un tono negro. Arrancando un trozo de tela, Wei Wuxian enredó su brazo para detener el sangrado.

—Dime qué eres y te dejaré ir.

Wei Wuxian aseguró el nudo y sonrió.—Sabes quién soy.

Lan Wangji apretó el puño de su espada, la cual desprendía un tono azul.—No te conozco.

—Creí que la secta Lan prohibía a sus discípulos mentir.—Se burló Wei Wuxian.

—...

Wei Wuxian se sentó en una silla vieja. Con un equilibrio perfecto se balanceo sobre las patas traseras de la silla, ignorando a Lan Wangji. Necesitaba solucionar su mayor problema. El alma del anciano se había marchado y necesitaba encontrarla antes de que llegara a oídos de otros mensajeros.

—Lan Zhan, hoy tengo trabajo. ¿Qué te parece si nos reunimos en otra ocasión?—Preguntó. De un salto brincó de la silla y esta cayó hacia atrás. Casi de inmediato, Lan Wangji adoptó una posición de ataque.

—No te dejaré ir.—Declaró Lan Wangji, tomando su qin.

Riendo, Wei Wuxian se dirigió hacia la puerta de la casa. En su camino yacía el cuerpo del anciano muerto, al cual propinó una suave patada con su bota, haciéndola parecer accidental.

—Detente o acabaré contigo.—Dijo Lan Wangji con voz pesada. Su paciencia estaba llegando a su fin y prueba de ello, era el brillo que desprendía su espada.

—La reencarnación no te sentó tan bien, Hanguang Jun.—Respondió Wei Wuxian, dándole la espalda. Alzó su mano hacia el cielo y tronó sus dedos. Casi de inmediato un humo negro fue llenando la pequeña choza, envolviendo a Wei Wuxian en una nube oscura. Aprovechando la distracción, Wei Wuxian usó la ventaja que le fue dada y con pasos silenciosos emprendió la huida hacia una dirección distinta por la que había visto llegar a Lan Wangji.

Aunque el humo sólo lo acompaño unos pocos metros, Wei Wuxian confiaba en su efectividad. Su función en los seres comunes y los cultivadores era adormecerlos, privándolos de sus sentidos.

Aumentando la velocidad de sus pasos, Wei Wuxian corrió hacia el punto de encuentro designado por él y Wen Ning. Cerca del muelle de loto, Wei Wuxian dejó de correr y casi al mismo tiempo Wen Ning llegó.

—Joven amo, ¿por qué sigue tronando los dedos cada que uso el polvo negro?—Preguntó Wen Ning con su cara moteada por el polvo.

—Deja de quejarte, ¿por qué tardaste tanto? Lan Zhan casi me rebana.—Se quejó Wei Wuxian.

Wen Ning se encogió, inclinando su cabeza.

—Como sea.—Murmuró Wei Wuxian, destapando su herida.

Al verla, Wen Ning abrió sus ojos con miedo.—Joven amo, ¿Cómo es eso posible?

Wei Wuxian negó con el rostro. El aspecto de la herida había mejorado y sólo quedaba una línea rosa.—Al menos Lan Zhan no me cortó el brazo.

—Joven amo, él ya no lo recuerda. ¿Por qué lo buscó? Váyase de aquí, yo me encargaré de recolectar el resto de las almas. Él no podrá verme.