Capítulo 6: Endeble Humanidad, segunda parte.

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Perderse a uno mismo a veces puede ser un primer paso para abandonar nuestra humanidad.

O eso nos gusta creer. Aquello que conocemos como "humanidad" puede traducirse de múltiples maneras, la percepción del término entre ojos diversos trae consigo reacciones únicas sobre cómo atesorarla, o despedirla.
Había tardado en notarlo, pero en aquellos días, para nosotros existía una lucha constante por aquella insípida cuestión; para perderla, o para recuperarla. Pero al final "humanidad"...es sólo una palabra.

Situados en la profundidad de la arboleda, Catherine yacía semi-desnuda delante mío, trataba de habituarse nuevamente para controlar su cambio, sin demasiado éxito, llevábamos un par de días con el funesto cometido. La meta era lograr que pudiese transformarse a voluntad, basándonos en pruebas de campo y en la escasa fé que había puesto Cath sobre si misma.

—Muy bien, intentémoslo una vez más—le indiqué con calma.

Ella a su vez se encontraba postrada de rodillas, comenzaba a pujar con fuerza sin conseguir nada, al sentir esa impotencia, su ira comenzó a hacerse presente de nuevo resaltando sus colmillos y denotando sus garras a la vez que golpeaba el fango de la frustración, al percatarse, ella se retrajo nuevamente, suplantando la ira por temor, mientras sus manos temblaban.

—¡Es inútil Owen! ¡No puedo hacerlo!-exclamó fastidiada, con la voz quebrantada y sentándose en el suelo.

—No creo que pujar como si estuvieras dando a luz sea la mejor opción, la verdad.

—Eso no ayuda.

Divagando sobre la cuestión presente, daba vueltas sobre mi mismo en busca de una respuesta clara, hasta que volví a centrar la vista sobre la pelirroja, como si de una revelación o una Epifania se tratase asalté a la chica con una interesante pregunta.

—¿Y si quizás el problema no es tu licantropía?-inquirí curioso.

Turbada, ella titubeó antes de responder.

—No comprendo a que te refieres.

Me senté sobre el suelo húmedo para quedar frente a frente con su rostro, nuestras miradas se encontraron al tiempo en que intentaba hacerla entender mi punto.

—Creo que estás tratando de forzar el cambio en lugar de aceptarlo, ¿Recuerdas lo que te dije en el hospital? Existe una dualidad constante contigo, y ese rencor que posees hacia esa parte tuya está creando un desequilibrio descomunal.

—No te estoy siguiendo Ow...

—Necesitas reconciliarte contigo misma Cath, dijiste que querías ser como antes ¿No? Empieza haciendo las pases con tu yo-lobo.

—Qué extraño, nunca pensé que fueras del tipo de persona que de verdad creería en esas espiritualidades-replicó con sarcasmo.

—No soy del tipo religioso, si te refieres a eso...pero confío en que existe un alma, alma que tenemos todos. Si hay algo de cierto en todo lo espiritual, estoy seguro de que esa podría ser una alternativa a probar.

—Quizás, pero sigo sin entender cuál es tu punto...

—Verás, cuando tenía trece uno de mis tutores me arrastró a una expedición al bosque rumano Hoia Baciu, famoso por sus fenómenos paranormales entre otras fantasías-expliqué-Cuando era más chico tenía mucho miedo por los fantasmas, así que decidió mostrarme la "mejor" forma de lidiar con aquellos miedos.

—¿Esconderte bajo las sábanas hasta el amanecer?—respondió divertida.

—Abandonarme en ese bosque embrujado durante diez días enteros, con la única instrucción de que, si comenzaba a temer de cualquier cosa, lo único que debía hacer era meditar para encontrar paz.

Alma de luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora