Ricardo era un chico como cualquier otro, que asistía a la escuela por la mañana y en la tarde se dedicaba a trabajar en Pocket, una empresa de desarrollo tecnológico, pero con el tiempo Ricardo fue haciéndose una mala reputación por como trataba a...
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-Yo soy Ricardo- Tras decir esas palabras el tiempo pareció detenerse, ninguno dijo nada, Pamela seguía tratando de analizar esas palabras al cabo que Ricardo le hacía señas, no hubo respuesta hasta que sintieron un impacto en la parte delantera del camión -Mierda- dijo Ricardo al girar el volante para regresar a su carril en el que iba -¡Dime algo!- grito Ricardo entrando en pánico -Tu estás loca, no sé porque te estoy escuchando en este momento- le respondió Pamela al intentar abrir la puerta -Por el momento tienes dos opciones, puedes continuar conmigo o te bajas y los que nos están siguiendo te pueden recibir con mucho gusto- Pamela ya no dijo nada, solo se acomodo en su asiento esperando a que todo fuera un mal sueño.
Varias camionetas se acercaban por los lados, Ricardo identifico que eran de Pocket, bajaron el cristal del lado del copiloto y se asomo un tipo con un arma que empezó a disparar a la cabina del camión, Pamela grito por los impactos que sonaban por el exterior, Ricardo empezó a hacer girar el volante de lado a lado para que fue más difícil que les dieran, aunque los otros autos dificultaban el camino, mínimo Ricardo intentando evitar los disparos impacto a cuatro autos los cuales se volcaban o chocaban con otro auto. Al salir a una avenida más grande hubo más libertad para moverse, una camioneta se posicionó a un costado de la puerta del copiloto del camión para disparar, rompiendo el cristal en mil pedazos, Ricardo fue contra ellos hasta que empujó a la camioneta contra las casas de los costados pero la camioneta freno quedándose atrás provocando que el camión se raspara con las casas, al volver al centro tenía a la camioneta del lado del conductor -Detente ahora mismo- -Ni lo sueñes, idiota- El tipo siguió disparando y uno de los disparos le dió al brazo de Ricardo el cual no pudo evitar soltar un grito y no sabía si un disparo en el brazo de Barbara empeoraría las cosas con la muerte. En seguida giro el volante para golpear a la camioneta la cual por el impacto se volcó para chocar con un poste de la luz, Pamela no para de ver como el brazo de Ricardo se desangraba -Tenemos que curar eso- -Estoy de acuerdo pero aún tenemos otro atrás y quiero que te sujetes muy fuerte- al término de sus palabras piso el freno y la camioneta se impacto con la parte trasera del camión explotando y dejando la camioneta en llamas. Ricardo siguió manejando para alejarse de la zona hasta que ya no pudo y perdió el conocimiento callendo sobre el volante, Pamela tuvo que tomarlo para poderse orillar sin antes impactar otro camión que parecía escolar. Al detenerse por completo Pamela salió y quería marcharse pero algo en su interior la hizo regresar para sacar a Ricardo del camión y llevarlo arrastrando al hospital más cercano que encontró, al cruzar la puerta del hospital varias enfermeras lo tomaron y lo acostaron en una camilla -¿Que fue lo que pasó?- pregunto el doctor que salió a revisar su herida -Nos atacaron unos hombres que nos querían secuestrar- -Y tú estás bien- -Si, ella me salvó- -¿Cuál es su nombre?- pregunto el doctor, Pamela se quedó callada y le entraron los nervios -Soy Barbara- alcanzó a susurrar Ricardo antes de volver a perder el conocimiento -Señorita, tiene que irse, solo famila puede estar aquí- dijo una enfermera en cuanto se llevaron a Ricardo a un quirófano -No lo entiende, es mi prima- dijo Pamela con mucha seguridad para que creyeran que era verdad -En ese caso porque no espera en la sala de espera y le daremos noticias de su prima- -Me parece bien- Permaneció por casi tres horas sentada sin quitar la mirada de la puerta -¡Familiares de Barbara!- grito una enfermera desde la puerta de los quirófanos Pamela se puso de pie para ir a ver qué había pasado, se había preparado para escuchar malas noticias pero le informaron que la operación había Sido un éxito y que estaba en un cuarto para que la pasará a ver Pamela se sentó a un lado de la cama donde dormía Ricardo y solo abrir los ojos se alegro al verla sentada -No te fuiste- -Aunque estés loca al menos tu no me quieres matar y afuera están los que si me quieren matar entonces prefiero estar contigo- -Se que suena difícil de entender pero es la verdad, yo soy Ricardo- -Ya deja de decir eso- -Cuando tuve el accidente morí y estuve con la muerte, la cual me ofreció un trato para volver a la vida, si reencarnaba en las personas que dale y reparaba el daño podría volver a respirar- -Ya es suficiente- Pamela no lo quería creer pero la sinceridad en la voz la obligaba a seguir escuchando -Se que tu helado favorito es el de limón, tu serie favorita es Riverdale, tu libro favorito es Shadow mysteri y se que nunca te pones ropa negra porque crees que eso causa problemas en la piel y que tú mamá te obligó a usar vestidos porque tú prefieres los pantalones- -Ya cierra la boca, por favor- dijo al comenzar a llorar -Soy yo- -Dame un minuto para pensar- Pamela salió del cuarto por unos minutos. Ricardo no sabía que hora era o que había pasado con la muerte y Daira, tomo su celular y tenía un veinte por ciento de batería, busco en los contactos para sorprenderse que el número de la muerte estuvo ahí todo el tiempo -Hola, ¿Dónde estás?- pregunto Ricardo -No muy lejos de tu ubicación, ya hiciste lo que tenías que hacer- -Algo así- -Como que algo así- -Pamela ya sabe que soy Ricardo- -Sabes que, ya no hagas nada estúpido, en un momento pasamos por ti- dijo la muerte después de colgarle, Ricardo se quedó mirando el techo Pamela regreso a la habitación más calmada -Si eres Ricardo no te molestará en besarme o sí- dijo al ponerse cara a cara -Claro que no- le respondí al tomarla y besarla por un largo tiempo -Tus labios saben a fresa- dijo Pamela frotando sus labios -Yo debería decir eso- -Si eres tú, Ricardo- -Soy yo, mi amor- la volvió a besar. Tras varios besos más Pamela comenzó a escuchar por todo lo que había pasado Ricardo desde su primer cuerpo hasta el que tenía en ese momento. -Entonces entraste a una escuela de cocina, a un maratón, fuiste porrista, también reportero y posaste para un calendario- -Ya soy multiusos- -No extrañas ser hombre- -Al principio si era extraño es especial cuando tenía que ir al baño pero con el tiempo creo que me dió igual, no solo sentía su cuerpo sino también el dolor por el que pasaban y después de varios cuerpos trataba de ayudarlos mucho más de mi misión- -Tuvo que ser muy solitario el no poder hablar con la verdad con nadie- -Si, había momentos en los que me daban mi crisis- -Bueno solo tengo una pregunta más- -Dila- -¿Te gustó tener pechos?- -Demonios Pamela- -Que, por lo que dices tuviste varios y los que tienes ahorita están de buen tamaño- dijo al comenzar a reír -Sinceramente, son incómodos en especial cuando me veo obligado a ponerme brassier- -¿Puedo tocarte una bubi?- -Sabiendo que soy hombre, eso sonó muy raro pero adelante- -Esta muy suave- dijo mientras la tocaba -Lo sé- -Antes de que dejes el cuerpo me tienes que ensañar una- -En verdad te extrañe mucho- Al atardecer llegó la muerte diciendo que era la madre de Barbara para poderla sacar del hospital, al salir la muerte los llevo hasta una combi dónde saco al conductor para que ella manejara y se alejara de la zona una vez más.
