One-Shot || Los Toys

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-Tienes que irte. Ya vendrá Marco- Le Di un beso a Vitolias mientras me ponía la ropa.

Víctor me miró con desaprobación mientras se quedaba acostado en la cama. Lo mire a través del espejo. Si, ya se lo que están pensado. Tengo una "relación" con uno de los mejores amigos de mi esposo Marco. No le voy a decir mentiras, Marco y yo andamos súper Bien, pero no se por que no puedo dejar de coger con Víctor. Él y yo fuimos novios novios hace tiempo antes de que yo conociera a Marco. ¿Por qué engañas a tu esposo? Por que también lo hace.

- Ya debes de decirle a la chingada- Víctor se paró de mala ganas de la cama.

Tampoco piensen que soy tan culeras para meterlo en la misma habitación que duermo con Marco, eso sí que no. Siempre nos vamos para otra habitación de la gran
Casa o prisión de oro como la llamo.

-Ya hablamos sobre eso, Víctor. Yo encerio amo a Marco- El dejo de ponerse su pantalón para mirarme.

-¡Wow! Que buena forma de querer- Victor empezó de nuevo a ponerse su ropa.

Marco nunca se había dado cuenta de nuestra aventura a sus espaldas. Yo la neta no sabría que hacer si se llega a enterar de esto que tenemos su compa y yo. Víctor terminó de ponerse su ropa mientras yo lo esperaba cruzada de brazos apoyada en el marco de la puerta. Cuando Víctor se iba a salir de la habitación quiso besarme, pero sólo voltee la cabeza.

-¿No te vas a despedir de mi?- Yo sólo negué.- Que maleducada, amor- Me miró divertido.

Lo agarré fuerte del brazo bajando las escaleras de la casa. Llegamos a la sala y lo empuje hacía la puerta.

- Ya vete- Hable cansada de tenerlo aquí. Yo no amaba a Víctor, sólo teníamos buen sexo y ya.

Vitolias me agarró de las caderas pegándome a su cuerpo, yo puse mis manos en su pecho intentando separarlo de mi. Vitolias empezó a besar mi cuello y ya andaba excitada otra vez, pero Marco vendría pronto y tenía que sacar a Víctor como sea.

- Ya, Víctor. Encerio necesito que te vayas- Le dije entre gemidos.

Él se quedó callado besando mi cuello. Dios me estaba excitado demasiado.

-¿Por qué eres tan grosera, bebé?-

Nosotros nos separamos de una vez cuando escuchamos la voz de mi esposo. Dios mío, ¿Cuándo había llegado? Marco estaba sentado en el sofá mirándonos con una sonrisa burlona. Nadie hacía ni decía nada.

-¡Ohh vamos! No dejen de hacer eso por que yo estoy aquí- Marco pasó su brazo por abajo de su cabeza para observarnos mejor.

Ni sabía que decir y mucho menos que hacer. Me Apure para ponerse delante de Marco a tratar de explicarle las cosas.

- Amor, Yo te juro que....- El me interrumpió tomándome por mis cadera y sentándose en sus piernas encima de su miembro. Acercó su cara a la mía mientras mi respiración más se aceleraba.

-¿Acaso pensaban que no sabía que andaban cogiendo?- Marco nos pregunto. Nosotros nos quedamos callado.- Cariño, los escuchaba todo el tiempo- El me sonrió pícaro.

¿Ósea él lo sabía todo este tiempo? Me voltee a mirar a Vitolias y este andaba hasta más sorprendido que yo.

- Ya que ustedes me mintieron tienen que hacer todo lo que yo diga- Nosotros le quedamos mirando.- Quiero que hagamos un trio-

¡Dios Santísimo! Este no es el Marco que yo conozco.

- Quiero que decidas Diana- Marco se me quedó mirando.- Quiero que decidas cual es el mejor de los dos- Marco miró a Vitolias.