🌿Kevin Castro {KC}🌿

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¿Alguna vez te has encontrado en un abismo tan profundo y oscuro? Un abismo frío donde no existe los días alegres, ni las risas ni los sentimientos, por que yo me encontraba en un más profundo y negro. Me encontraba sola sin alguien que sea mi luz y me guíe a encontrar mi verdadero camino. Estaba cansada de ser infeliz de llorar sola hasta ahogarse en mis propias lágrimas, mi alma estaba pidiendo a gritos alguien que me brinde sus brazos para llorar, reír y amar. Alguien que me haga sentir mil emociones y me quiere con todos mis demonios.

Pasaba por el parque viendo como familias y parejas se daban amor y se sentían felices. Yo no tenía eso y era lo que más deseable, pero cada vez que intentaba salir de este oscuro lugar me recordaba de cada unas de esas palabras que alguna vez me dijeron muchas personas.

Fea.

Eres horribles, no sirves para nada y algún día morirás sola.

¿Alguna vez te miraste en un espejo? Por favor... ni tus propios padres te quieren.

¿Por qué no era suficiente para nadie? No entendían por que eran tan malos conmigo cuando yo lo único que quería era sentirme amaba o querida por alguna vez en mi vida.

¿Mi infancia? Fue una misma mierda. Veia como a mis hermanos le compraban todo lo que querían aunque no fueran los niños más buenos del mundo. Agarré mi cabeza entre mis manos queriendo evitar el horrible momento que se estaba reproduciendo en mi mente.

  
                             -Flashback-

Esperaba a mis padres sentada en la sala con una gran sonrisa mientras movía mis pequeños piecitos. Tenía entre mis pequeñas manos los papeles de la escuela donde estaban todos mis trabajos y mis calificaciones perfectas.

Mis papás me habían dicho que si era una niña buena y sacaba buenas calificaciones podían regalarme una muñeca rubia de las que tanto quería. Mire a mi abuelita la cual me sonreía feliz. Mi abuela Fernanda era la única que si me creía y por eso la amaba mucho.

-¡Papis!- Grite cuando vi a mis papás entrar con mis hermanos.

Salí feliz a abrazarlo, pero me apartaron empujandome bastante bruscos y yo sólo los mire confundida. ¿Qué había echo? Me porte muy bien y hice todo lo que me dijeron.

- No seas tan ridícula, Amelia- Mi mamá me apartó con asco del lado de mis hermanos.

Vi como mis hermanos pasaban con grandes bolsas llenas seguramente de juguetes. Agarré a mi papá de la manga de su chaqueta, pero este me agarró del brazo y me empujó ocasionando que me cayera, y me abriera mi piernita.

-¡No me toques, bastarda!- Me grito mi papa.-¿¡Qué chingados haces aqui?! Nadie te quiere mocosa, debiste morir aquel día- Me dijo con una sonrisa burlona.

-¡Diego!- Escuche el grito de mi abuela.

Mire a mis papás los cuales no les importaba mi estado. Me paré del frío suelo de madera limpiando mi vestido rosa que me compro mi abuela. Tiré los papeles de la escuela al piso para luego salir corriendo a mi habitación.

One-Shot || Los ToysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora