Cinco

372 26 19
                                    

CALEB
Viernes, Septiembre 29, 10:48pm.

Cuándo cumplí dos años de sentencia, Sabini, mi abogado, fue a visitarme en prisión. Había sido agradable encontrarme un rostro familiar después de tanto tiempo, pero más agradable aún fue cuando me comentó que había logrado convencer a un guardia de dejarme hacer una llamada puesto a que en la cárcel donde nos encontrábamos todo contacto con el exterior estaba prohibido.

Así que cuando se acercó a mi, con una sonrisa gigante y un teléfono entre sus manos, no logre en cogerlo para marcar el número de mi madre. Lo sabia de memoria pero ella no parecía querer tener contacto conmigo por lo que cuando me mando al buzón de voz por tercera vez, me rendí y le pase el teléfono de nuevo a Sabini quien se noto apenado con la situación.

-Supongo que está ocupada-murmure intentando disimular mi tristeza.

-¿Que hay de Novale?

No respondí. Mi mente dejaba de funcionar por segundos cada vez que la nombraban.

-¿Que hay de ella?

-Deberías llamarla

-No

-Caleb, si quieres saber como se encuentra, una llamada...

-No-interrumpí con rapidez-se como está-el hombre frente a mi enarco una ceja lo que me dio pie para proseguir-Novale está bien. Encontró un trabajo excelente y ahora vive en un país de latino America-solté una sonrisa mientras la visualizaba-también conoció a alguien y él es un buen hombre... No le importa su pasado. La ama de verdad y también ama a Sofia como si fuese suya. Ella está feliz.

-Caleb...

-Cuando pienso en ella siempre está feliz y no necesito llamarla porque quiero que se quede de esa manera.

-¿Te imaginaste una vida para ella?

Asentí-Es mucho mejor que lidiar con las dudas.

Sacudí mi cabeza ante el recuerdo presente. Mis ojos fueron hasta la escena y en mi pecho se estrujo al ver como la castaña caminaba de manera alegre hacia la mano de su ahora prometido.
Tal como imagine, ella estaba bien. Lo notaba hasta en su forma de moverse y de sonreír ante el público.
Ella estaba bien y notablemente feliz, no había necesidad por la cual debería ir hacia ella y hacerla saber que estaba aquí. No había necesidad por la cual seguir con el plan y encarcelar a su prometido.

Negué suavemente con la cabeza mientras me soltaba del amarre de Cannan para abrirme paso entre la multitud y caminar al frente del lugar en donde podía observa la escena más de cerca. DeLuca se acerco a ella con una sonrisa triunfadora y luego plantó un beso en su mejilla.

¿Que diablos? El chico tomó su mano para alzarla de manera suave hacia al público y sentí mis ojos salirse de mi cabeza al notar el anillo que desfilaba entre sus dedos. Novale comprometida, joder. ¿Tanto tiempo me había ido? 7 años, 7 años. Súbitamente sentí como alguien me jalaba del brazo para arrastrarme hacia él, giré la cabeza con fuerza y me encontré con Cannan quien se mostraba preocupado ante la situación.

-Sea lo que sea que estás pensando hacer... No lo hagas-sentenció-estoy seguro que hay una explicación.

Pero no necesitaba una. Lo entendía. Novale me había olvidado, y ahora estaba con alguien que al parecer la hacía feliz. El único problema es que ese alguien solo parecía poder ofrecerle la vida de la que intente alejarla hace varios años atrás.
Sin prestar atención a lo que decía, gire la cabeza nuevamente hacia la tarima donde se encontraban. Novale tomo el micrófono que el hombre frente a ella le había pasado y pude jurar que nuestros ojos se encontraron por unos segundos pero ella arrancó su mirada de la mía instantáneamente. Luego hablo.

Enamorada de un narco 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora