¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era tarde y el frío desgarrador se hacía presente, justo comenzaríamos a cerrar el local cuando un chico el cual no conocía entró.
—Buenas noches —dijo éste mirando alrededor de la tienda, llevaba sus manos dentro de una chaqueta de cuero negra.
—Buenas, ¿qué va a llevar? —contesté mirándolo a los ojos, realmente me apetecía que se fuera para cerrar e irme a mi casa, pero a la vez deseaba que se quedará un rato más, ya que su rostro era algo... cautivador.
—Una cajetilla de cigarros Marlboro por favor —dijo una vez que dejó de inspeccionar el lugar, fijó sus ojos en mí pero rápidamente los desvió, al igual que yo.
—Aquí está —contesté sin verle, por alguna extraña razón sentía que si miraba nuevamente sus ojos me quedaría sin habla, me entregó un billete y tomó su caja—. Su cambio.
—Muchas gracias —terminó de decir para luego salir del local dejándome algo inquieta, pero no para mal, sino para bien. Fue como un resplandor dentro de mí.
Vaya que eso fue algo peculiarmente extraño.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.