CITRUS - My dog

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- "Esa es la mocosa de la que todos hablan" - susurró un anciano alegando con desprecio la presencia de la menor -

-"Si, no puedo creer que Ume-san haya dejado a la niña sola, ¿ahora quién se hará cargo de ella? Yo no tengo tiempo para cuidarla" - Añadió una señora de la tercera edad. -

- Todas las personas que se encontraban ahí parecían hipócritas, algunos de ellos tenían una relación de parentesco con Ume, pero dado que la joven falleció sin tener a sus padres vivos, la cosa se complicaba cada vez más, ya que toda la gentuza despreciaba la "radiante personalidad" de la pelinegra en su época escolar. La única persona que se había hecho cargo de ella fue su abuelo, que en paz descanse, el otro apoyo emocional que tenía Ume era su esposo pero... -

- "El Sr. Okogi falleció hace cinco años, a causa de una enfermedad" - mencionó una mujer que se encontraba llorando a la par que miraba la tumba de Ume. -

- "Que desgracia" - suspiró el anciano - "Sin padres, sin amigos" - dirigió su mirada hacia una niña pequeña de cabellos rubios que miraba perdidamente la foto de su madre en el ataúd que tenía en frente - "Yo no me haré cargo de la niña, se los digo de inmediato para que después no me saquen en cara que cuido a niños ajenos"

- alegó el viejo. -

- "Yo tampoco" - declaró la mujer - "Ya fui madre una vez, no estoy para criar por segunda vez" - comentó con sarcasmo. -

- De repente el cuarto se llenó de comentarios negativos, nadie quería hacerse cargo de la pequeña huérfana, todos daban excusas pobres sin fundamentos, la menor apretaba sus manitos con rabia, esos ancianos que declaraban no tener tiempo para "cuidarla" trataron muy mal a su madre en vida, era nefasto y asqueroso tener familiares así. -

- "Yo me haré cargo de ella" - contestó un hombre alto de cabellos negros. -

- Al escuchar esas palabras, la gran mayoría se quedaron callados, aquel sujeto se acercó a la pequeña con paso lento y al llegar hacia donde ella, le dio palmaditas en la cabeza y con un respiro le preguntó - "Eres Okogi Yuzu verdad?" -

- La pequeña volteó a mirar al hombre y comenzó a llorar desconsoladamente, para luego abrazarlo con fuerza - "Alista tus cosas Yuzu-chan nos iremos a al anochecer" - comentó el hombre para luego mirar a la gente a su alrededor con odio. -
- "Si alguien quiere decir algo, los escucho" - gritó el tipo con autoridad. -

- Como si se tratara de un desierto, nadie dijo nada, así que el hombre cerró sus ojos y pensó - "Par de idiotas ni siquiera tienen respeto por los muertos" -

- El tipo tomó a Yuzu de la mano y se fueron de ahí lo más rápido posible. -

...

- "Dios que calor..." - El hombre se quitó su saco y se sentó en el sofá. -

- "Gracias..." - Comentó Yuzu.

- "Le debía muchos favores a tu madre, sin duda era una gran mujer, alguien a quien respeto mucho, no solo por haber salido adelante sola, sino por lo que era." - Declaró orgulloso de ella.

"Disculpe ehm... Todavía no sé cual es su nombre..." - Respondió Yuzu. -

- "Uwaah, lo siento mucho!" - Se disculpó el mayor - "Soy Aihara Sho, desde hoy seré tu padre. -

- "Mi padre!? Como es eso? Si apenas lo conozco..." - Gritó la rubia asustada. -

- "Hice una promesa con Ume verás..." -Sho cruzó los brazos y sonrió, tu mamá y yo éramos novios y también colegas. -

- "¿¡QUÉ!?" - La pequeña no entendía nada. -
...

- En algún momento de su vida Sho se divorció de su esposa, debido a problemas matrimoniales, su mujer sin interés decidió dejar a su hija al cuidado de Sho, sin embargo poco tiempo después, a causa de las constantes presiones de su padre. -

CITRUS HOLIDAYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora