La mañana rompió en mi habitación, todos estaban dormidos, decidí decirle a mi mamá que nos dejara hacer la comida, no se por qué no nos dejó, fui a despertar a los chicos pero me di cuenta que ya estaban despiertos, así que empezamos a hablar de la noche anterior, no recuerdo mucho de que hablamos, pero estoy seguro que todos estábamos con ganas de repetir lo de la noche anterior.
Mis amigos siempre me preguntaban por mi manera de tocar el piano y por la razón por la cual componía canciones en él, yo solo les dije que prendieran el piano y se divirtieran, y así fue, no se como siempre ese par de tontos me hacían tan feliz, la verdad esos días fueron de los mejores en mi vida, aquel día recuerdo que tenía la cita con Elizabeth y no me había dado cuenta hasta media hora antes, en fin, llegué a la heladería.
Y allí estaba Liz, nos sentamos en una mesa y empezamos a hablar, no recuerdo muy bien de qué, pero si recuerdo algo de aquella conversación, le pregunté: "¿Es normal que en tu cuarto el tiempo vaya mas lento?", su cara se quedo petrificada, luego tomó mi muñeca y me llevó a la parte trasera de la heladería:
—¿Has hecho algún viaje en el tiempo?— dijo con una mirada fija hacia mi.
—Si, bueno era un secreto, ¿que tiene de malo?—.
—¿No sabes que eso te puede afectar?—
—¿Como puedes especular eso?— dije mientras moría de curiosidad.
—Porque ya he hecho viajes en el tiempo en el mismo lugar que tú, y sí, tu casa es mi antigua casa, ¿no sientes la "atmósfera" de tu cuarto algo pesada?— .
—Sí, ¿pasa algo malo con eso?—
—En efecto, lo que se puede pasar es que al seguir viajando en el tiempo la "atmósfera" se hará cada vez mas densa hasta que el hecho de caminar se te haga casi imposible—.
—Si eso es así....¿Cuantos viajes puedo hacer antes que eso pase?— dije mientras trataba de salir del shock que me había causado aquella noticia.
—Me temo que no muchos, ¿A cual época viajaste y por cuanto estuviste allí?—.
—Fui a 1993 y 1983, calculo que estuvimos uno de mis mejores amigos y yo unas once horas—.
-Lamento decirte que te quedan muy pocos viajes antes de que la gravedad colapse, conozco esa casa, nunca supe el por que pasa ese tipo de cosas en esa habitación, dime algo, ¿tocas algún instrumento musical?, quizás eso ayude a disminuir la densidad de la habitación—.
—Para tu suerte toco el piano, ¿eso puede servir?—.
—Servirá, te lo aseguro, ¿te puedo acompañar a tu casa?, tengo una prima que vive en el mismo vecindario que tu—.
—Claro— dije mientras ella se subía a la parte trasera, en eso sus brazos rodearon mi abdomen y su cabeza se recostó en mi hombro derecho, mientras una sensación cálida recorría mi cuerpo.
Llegamos rápidamente al vecindario, luego de pasar la garita de vigilancia de entrada Eliza se bajó, me dijo que caminaría hasta la casa de su prima, empezó a caminar pero casi instantáneamente se devolvió para despedirse con un beso en mi mejilla, siempre me pregunté la razón por la cual hacía eso. Entré a mi casa mientras mi papá cocinaba y mi mamá pintaba una pared de la sala, me pareció raro no ver a mis hermanos, mis padres me dijeron antes de salir que estarían de vuelta después de pasar unos días con mi abuela, pero no estaban ahí, así que decidí preguntarles por ellos, me dijeron que estarían en casa en la noche ya que habían estado de compras todo el día, entonces subí a mi cuarto para seguir componiendo, tomé una decisión, cada pieza tendría diferentes aspectos de la vida, tomé un bolígrafo, re-nombré y re-ordené cada una de las piezas que había escrito hasta el momento.
Luego, encendí el piano y compuse una, creo que la mas larga de todas, abrí la ventana y me puse a escuchar todas las piezas que había escrito y grabado, mientras veía como las copas de los arboles y las nubes se movían con el viento, un escenario hermoso e hipnotizarte, poco a poco una lagrima brotó de mis ojos, empece a reflexionar sobre todo lo que había hecho, cuando un pensamiento se atoró en mi mente: "¿Que estaría haciendo mi tío-abuelo ahora?", en ese momento terminó de sonar la última pieza que había grabado, me dejé caer en mi cama y cerré los ojos, automáticamente las lagrimas brotaron de mis ojos y mi garganta empezó a doler gradualmente. No se cuanto estuve llorando, me pregunto porqué lloraba tanto en ese entonces, en fin, cuando abrí los ojos ya estaba comenzando a atardecer, bajé a la sala para ver como iba quedando pero mis padres no habían terminado, así que les dije si podría contribuir con alguna tarea, pero me dijeron que no, me extrañé como siempre, eso hizo que sospechara de ellos cada día mas, tomé un cassette de los que compré en 1983 y me equipé con el walkman, le dí al botón "Play" y salí a caminar por el vecindario.
Nunca tuve tiempo para apreciar las semejantes obras de arte que se componían en aquella época, no había mucha gente afuera, así que me concentré en las canciones mas a fondo, el lado "A" era alegre y enérgico, sobre todo 2 canciones, anoté sus nombres: "The Tale of the Black Swan" y "Bombs", no recuerdo muy bien el nombre del grupo que cantaba esas canciones, era algo como "Behind The Stage" o algo así, a lo lejos vi a Elizabeth sentada en el parque de el vecindario hablando con una chica un poco mas pequeña que ella, me acerqué para saludarla y a su prima, ella se levantó y me dio un abrazo, la misma sensación de calidez recorrió mi cuerpo, le dí el walkman y ella se quedó impactada al ver tal artilugio, me dijo al oído: —"No importa cuanto te guste la música que este allí dentro, debes devolver eso"—.
Al principio no entendía por qué debía devolver eso, luego ella me explico detalladamente que traer varios elementos de una época a otra podría causar paradojas de tiempo, así que debía devolverlo lo antes posible para que no haya consecuencias, no le presté mucha atención en ese entonces, la chica de ojos zafiro dijo que se quedaría a dormir unos días y que así pasaría por mi casa mas seguido, cada cosa que me pasaba se volvía cada vez mas extraña, pero por el momento me deje llevar, luego se fue y como las veces anteriores se despidió con un beso en mi mejilla, pero la oí susurrar algo: "—Pronto estarás mucho mejor, creo en ti—", y dicho eso se fue como si nada.
Un frío helado me invadió por dentro, cambié al lado "B", todo el sentimiento cambió, la música era melancólica, la mayoría de las canciones eran de Behind The Stage y eran a piano y voz, algunos títulos de las canciones del lado "B" eran "All The Truth You Need", "Midnight Lullaby" e "Insomniac".
Mientras caminaba empezaba a llegar la noche, me puse la capucha se mi suéter y me senté al frente de mi casa, en ese momento llegó Illam, hablamos de todo hasta que le comenté sobre lo que había pasado con la chica ojos de zafiro, se sorprendió tal y como esperaba, le dije que viajaríamos 2 veces mas, al principio no lo entendió pero después de bastantes explicaciones por fin lo entendió, extraño a ese tonto, casi nadie me podía hacer feliz como él, no se se lo vuelva a ver, después de una larga conversación entramos a mi casa, mi papás estaban con los papás de Illi, nos sentamos a hablar, los temas iban variando, hasta que decidí alzar la voz y decir lo que estuvimos haciendo todos estos días.
Illam se quedó a dormir ese día en mi casa por tercera o cuarta vez, incluso me dio ideas para componer dos piezas mas, cada segundo fue crucial, cuando terminamos pusimos el lado "B" del cassette en el reproductor del 83, nos acostamos en la cama y empezamos a charlar de todo lo que habíamos vivido en el 93 y 83, ver a mi mamá, comer golosinas, pasear por la cuidad, pasar tiempo juntos y con nuestros amigos. Empezó a sonar una canción que mágicamente se acoplaba a nuestro tema de conversación, Liz me la había recomendado en ma heladería, la escuchamos mientras apagábamos la luz y nos acostábamos en la cama, la canción fue terminando y justamente a las 12 en punto se escuchó el nombre de la canción, inmediatamente caímos en un sueño profundo.
"Por un instante los problemas desaparecerán, una nueva mañana surgirá.
La vida seguirá, mejores días ya vendrán.
Ni el mar más ancho del planeta nos impedirá estar juntos
Cierra los ojos, ya casi son las 12 en punto".
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Los 10 Preludios de la Vida
Teen FictionEnfrentarse a la muerte por primera vez es difícil, para unos es más y para otros menos, pero para mí fue diferente. Acompáñame a través de mis recuerdos de aquel día de invierno y descubre qué pasó después.