VIII

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El idiota de Illam me despertó, ambos tuvieron un sueño reparador, pero nos levantamos temprano, estimo a eso de las 9 am, aprovechamos para detener el tiempo y hablar, cada plática con el vale oro, digo lo mismo con mi mejor amigo Charles, a el lo conozco desde que tengo 6 años, últimamente me visita de vez en cuando, pero nada es como antes, daría todo por volver a esa casa y revivir todos los momentos que pasé allí.

Volviendo al tema, Illi se tuvo que ir, se fue por la ventana de mi cuarto, mientras tanto aproveché y llamé a Liz o "Lizzie" (como le decís du prima) la traje a mi casa sin que mis papás se diera cuenta, le mostré mi piano, toqué alguna de las piezas que había compuesto días atrás, siempre se asombraba por cada cosa que hacía, con el piano no fue la excepción, repetía: "Poco a poco vas mejorando, bien hecho".

Me preguntó si ya había devuelto el walkman con las canciones de Behind The Stage, le dije que no y que me había dado miedo por lo que había dicho unos días atrás.

—Debes hacerlo, es por tu bien, tu puedes—hizo una breve pausa y dijo en voz baja—seguro haz mejorado mucho desde la primera vez, no te rindas—.

Esa frase me dejo desconcertado por el resto del día, me decidí terminar mi propósito, comenzó a llover suave y lentamente, solo me quedaban 2 piezas por componer para llegar a mi meta de 10, así que fui rápidamente por un vaso de chocolate caliente y algunas galletas, mi papá me dijo que saldríamos a la casa de mi bisabuela ya que habría una pequeña reunión, así que acepté sin pensarlo 2 veces, le avisé a Liza que me tenía que ir, ella también tenía que irse, abrí mi closet para tomar una de las pocas chaquetas que me gustan y combinan, cuando se me ocurrió preguntarle algo a Zafiros, pero apenas me giré todo estaba en silencio.

Guardé mi progreso en el piano y bajé lentamente por las escaleras pero escuché mi teléfono sonar, así que contesté mientras abría la puerta del garage, mi padre entro para encender el auto, era mi prima Marianne, sus palabras me helaron la sangre:

—"Mason, hay un cuarto sellado en la casa, era de mi abuelo, necesito que me ayudes a abrir la puerta e investigar, al parecer hay un diario con instrucciones para hacer algo, no recuerdo bien, no le digas a nadie, menos a la abuela, no se cuantos riesgos estemos corriendo...., nos vemos"—.

Encendimos el auto, mientras entraba a este vi que Illam me hizo una seña y rápidamente bajé del auto rápidamente.

Me dijo que se iría por unos días a visitar a sus primos, y que volvería en 2 días, me apretó la mano y fue a su casa, mi padre cerró la puerta y arrancamos a la casa de mi bisabuela, el cielo empezaba a perder su color y poco a poco se volvió mas y mas gris, era una clara advertencia de Dios y del clima diciéndome que la reunión de hoy seria lúgubre tal cual como el funeral de mi tío abuelo, las nubes se hacían cada vez mas densas, el frío empezaba a sentirse y se podía notar una niebla tenue en la cuidad. En un abrir y cerrar de ojos estábamos en frente de la casa de mi bisabuela, mis primos también estaban allí dentro.

La casa estaba casi llena, aun así, no hubo ruido alguno en casi toda la reunión, mis primos y yo estuvimos en una habitación aparte la mayoría del tiempo en esta reunión, decidimos hablar sobre lo que nos había pasado, ellos hablaron por algunos minutos hasta que me aburrí y salí a caminar por la casa, luego tres de los siete que estábamos en la habitación me siguieron, los ví de reojo, eran mi prima Marianne, y mis dos primos Francis y Alex, los miré y pregunté:

—Todos sabemos lo que vamos a hacer ¿verdad?— dije imitando la voz de James Bond mientras me daba la vuelta para caminar por un largo pasillo que daba al cuarto sellado .

—Si— dijo Alex —¿como abriremos el cuarto?—

—Debemos forzar el candado que impide abrir la puerta—dijo Francis mientras tomaba dos llaves inglesas del suelo—Con esto podremos pasar—.

—¿Como sabes eso?— dijo Marianne sorprendida.

—Mi padre me lo enseñó cuando nos quedamos encerrados en el sótano de mi casa—.

—Yo traje una linterna, así que podemos investigar mejor— dijo Alex sacándola de su bolsillo.

Llegamos al final del pasillo, había una puerta metálica con un gran candado, Francis tomó las llaves inglesas y mágicamente rompió el candado, la puerta crujió lentamente hasta abrirse, Marianne se quedó boquiabierta, esta habitación pertenecía a mi tío-abuelo, estaba llena de herramientas, cosas viejas y algo de humedad, había una cama en una de las esquinas, Alex apuntó a la cama, pudimos ver algo debajo de ella, era de un violeta oscuro.

Francis lo tomó con miedo, solo tenía en la portada un año en específico: "1966", como pudimos salimos al patio de la casa, nadie notó que estábamos allí, nadie se atrevió a abrir el libro, por suerte me lo dejaron a mi, Marianne no podía procesar lo que habíamos visto allí dentro, fue un gran shock para los tres, para romper el hielo empezamos a hablar de las cosas mas recientes que habíamos hecho, Francis había ido a baloncesto, Alex había estado escribiendo ideas para hacer una historia, Marianne había estado tomando clases de dibujo, yo por mi parte había viajado en el tiempo y corriendo riesgos físicos, en eso otro primo llegó, era nuestro primo Harold y rápidamente se incorporó, cuando tuve que contarles lo que hice no supe como explicárselo, no me creyeron, pero por suerte tenía fotos, ahí tomó mas credibilidad mi viaje a épocas pasadas, pero siguieron con las dudas, luego cambiamos de tema, y así seguimos hasta que nos tuvimos que ir. Que tarde mas entretenida ¿no?.

Me despedí de ellos y encendimos el auto para emprender nuestra vuelta a casa, mi padre me comentó que lo sentía mucho por no haber estado con mi mamá en el funeral de mi tío-abuelo, el había estado siempre con nosotros en momentos difíciles, por un momento sentí que me quebraba (me doy cuenta que por todo me quebraba en aquel tiempo, que patético), pero me oponía a la idea que mi papá me viera llorar, al menos allí dentro.

Llegamos a la casa a eso de la 7:30 pm, mi madre se estaba bañando, le hicimos la cena para sorprenderla, sus ojos lo decían todo, después de cenar me fui a bañar y encendí el piano cerré los ojos y me dejé llevar, sentía que viajaba a través de mis emociones por horas y horas, me sentía pleno, pero empezó todo a tornarse mas oscuro y tenebroso, empezaba a ver imágenes de personas muertas y a siete ángeles con alas negras llevando a le gente a una luz extremadamente brillante, se escuchaban trompetas a lo lejos y raras voces hablando , en cuanto revisé eran las 7:37 pm, solo había sido una simple alucinación, abrí mis mensajes perdidos y entre esos estaba un mensaje de mi amigo Charles, así que lo llamé y así pasamos un buen rato.

Una de la noches que sigo recordando después de todo lo que pasó, me comentó que quería volver a verme y así viajar en el tiempo, trató un poco de comprender lo que le expliqué pero lo entendió, de todas formas el vendría a mi casa en unos días, salí del cuarto para mostrarle lo que hice a mis padres y ellos vinieron, se acostaron en mi cama y le presioné el botón "PLAY" del teclado y les dije que se relajaran, después de las 8 piezas los vi sonreír, eso para mí fue suficiente.

Los 10 Preludios de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora