Me sentía presionada. ¿Por qué no me había lavado los dientes? Los malditos dientes.
Sin dudarlo me metí en ese gentío de fans entusiasmados y empecé a meter codazos para apartarlos de mi camino.
— Lo siento— Musitaba cada vez que le daba a alguien.
En realidad por dentro no me sentía mal por apartarlos, solo pensaba en la típica frase de mis primas; "quitaros de mi camino, zorras", no lo podía negar, era verdad. Me habían enganchado esa frase debido a los veranos que pasábamos juntas las tres y, Andrea que a veces venía de su casa hasta la de mis abuelos para estar con nosotras.
Volviendo a la realidad, no me había dado cuenta que casi aparté a los guardaespaldas del grupo al llegar al frente, debido a que solo pensaba en llegar hasta los siete famosos para verles la cara. No sé ni cómo llegué hasta ahí. Bueno o puede que sí, la mayoría de fans eran chicas bajitas, delgadas y pequeñas, al contrario de mi, una chica esbelta y bastante alta. Lo cuál, me permitía apartar a la gente fácilmente.
— ¡Os amamos A.R.M.Y! Sois lo mejor de nosotros. No dejéis de amarnos— Dijo el pelicastaño.
Mi corazón se derritió, Jungkook era tan dulce que no podía evitar sentir ternura. Teníamos la misma edad, concretamente veintitrés pero él hacía cosas demasiado tiernas y divertidas, que si yo las intentase hacer no me saldrían por más que lo practicara durante toda mi vida. Era muy natural.
— ¡Sí, yo también te amo bebé!
Mierda. Mierda, mierda, mierda, mierda. ¡Joder, que mierda! La pesada que no se callaba nunca que me encontré cuando acabó el concierto. Era ella. Y encima de pesada tóxica, anda que decirle a Jungkook "te amo bebé" que no lo conoce, no es ni su amigo. La chica se giró un momento y me vio. Ya sabía lo que iba a pasar...
— ¡Oh! Eres tú la chica esa amargada del concierto, la que está colada por Taehyung.
— Pero si no te dije que...
— Lo sé por que se te nota, no soy vidente, pero bah, que más da. Tía, date cuenta; Taehyung nunca te querrá— Soltó una risilla, la muy maldita.
La sin nombre, ni siquiera hablaba, gritaba. Todos nos estaban mirando, todo se había parado debido a sus molestos gritos. Nos miraban, los integrantes de Bangtan prestaban atención a lo que hacían por que sus gritos superaban a los de las demás personas presentes. Mi deseo de que supiesen de mi existencia por fin se cumplió, pero nunca quise que fuera así, y menos de esta manera.
Señor, que vergüenza. Los idols pararon a los de seguridad ya que querían escuchar todo lo que decían así que aproveché el momento, no lo iba a desperdiciar.— Vale— Solté sin más.
La gente se limitó a mirarme ante mi respuesta simplona. La chica se estaba empezando a enfadar pero no podía rebotarse debido a los cantantes.
El mediano, Namjoon, se limitó a susurrarle algo a Taehyung, les dirijí una sonrisa disimulada a los siete y me giré para irme.
Alisé mi vestimenta y me largué de ese lugar. Me sentía realmente mal. La persona a la que más amaba me vio hacer el ridículo junto a una tía más tonta que una piedra, por que las piedras no piensan.
Empecé a correr en dirección a mi casa aún que fuera una vaga y no me gustase. Sólo quería llegar para ponerme a ver The Umbrella Academy, hoy me tocaba ver esa serie, en vez de Sex Education, ya la vi ayer.
Mi teléfono empezó a vibrar. Se dibujó una palabra que solo yo conocería; "Jeiliaaa❤".
— Júlia— Dije adormilada después de estar tres horas mirando la televisión.
— Ven a buscarnos al aeropuerto. ¿Ya te has olvidado?
— Caca.
— ¿Qué?
— Nada, ya estoy de camino— Tras decir eso, colgué con rapidez para dirigirme al lugar anteriormente mencionado.
Me coloqué la mascarilla de manera apresurada, agarré las llaves, mi monedero y las cosas necesarias por si venía la tercera guerra mundial, otro virus o la invasión zombi.
Aparqué y lo dejé todo en el coche, a excepción del monedero y las llaves.
A lo lejos podía ver a tres chicas algo desorientadas, una con el pelo lacio y oscuro pero también, un poco bajita, parecida a las coreanas, otra con la melena por debajo de los hombros, castaña y con un top ancho y por último, la pelirroja teñida entre las tres, la mediana y con una falda hasta las rodillas.
La bajita, Andrea, me señaló, no sé cómo me pudo reconocer tan tapada; pero lo hizo. Sonreí por debajo de la mascarilla y fui corriendo para abrazarlas, igual que Judit, llevaba una gran maleta con ruedas, que contra más se acercaba, más escandaloso era el ruido.
— ¡Judiiit!— La apretujé entre mis brazos, sin piedad cómo ella a veces hacía.
— ¡Elaaan!— Repitió, pero con mi nombre.
Al llegar las otras dos primas, (que odiaban correr) hice lo mismo, las abracé con todas mis ganas.
— Eres una tardona— Dijo Júlia, pelirroja de estatura media y la mayor de todas cuatro.
— Ay, lo siento, lo siento.
— Nada de lo siento, ya sabes que por esto no hay excusas, la próxima vez no vendré a verte— Se hizo la indignada mientras reía.
— Todas sabemos que eso no es verdad— Replicó Judit.
—Calla— La última se llevó un codazo por parte de la rizos.
Asentimos y las acompañé hasta el parking, en la planta baja.
— ¿Lo habéis traído?— Pregunté sin mirarlas.
— Sí, lo hemos podido traer, lo tengo en el bolso— Contestó la mayor de las tres, Júlia.
— Espera, espera— Nos paró la asiática.— ¿Habéis traficado? Yo me apunto— Bromeó.
— Sí, hemos traficado traductores automáticos— Enseñó los pequeños chismes blancos.— Que no tonta, son traductores automáticos que nos ayudarán a mantener una conversación.
Otra oleada, pero esta vez no era de fans, sino de periodistas que se acercaban a nosotras, más bien dicho, a mi.
— Entrar al coche— Ordené.
— ¿Qué?— Preguntaron al unísono.
— Que entréis al coche.
Encendí el auto justamente cuando entramos sin tiempo de atarnos el cinturón.
— ¿Esto es sobre tu pelea con la tía esa?— Afirmó la pelirroja, en un tono de pregunta.
— Vaya ratas, sí que hacen correr los rumores.
Esta vez, el destino no estaba de mi parte.
ESTÁS LEYENDO
DESTINO - Kim Taehyung; BTS
FanfictionElan es una chica normal y corriente, Taehyung es un famoso idol. ¿Podrá el amor con todo? Descúbrelo en "DESTINO", una historia llena de pasión y amor. Historia 100% mía. No copias y/o adaptaciones. En todo caso hablar con el escritor.