𝙼𝚎 𝚜𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘 𝚜𝚘𝚕𝚊

¡Que vergüenza!

María.— ¿Se habrá...enfadado conmigo?

Entonces justo y cuando empezaba a sacar mis propias conclusiones,llamaron al timbre,yo quedé paralizada por un momento,solo y únicamente pensando en Eduard.
Entonces volví de nuevo a mi mundo,a la realidad y me decidí a abrir la puerta,ni si quiera me molesté en observar a través de la pidilla de la puerta de quién se trataba la persona que acababa de llamar a mi puerta.

María.— *abre la puerta y gesticulando en forma de asombro* ...¿¡Que haces tú aquí!? ¡Fuera,no quiero volver a verte en lo que me quedé de vida! *Tratando de cerrar*

¿?.— Shhh...*poniendo el pie entre el marco de la pared y la puerta* Escúchame,tengo que hablar contigo.

María.— ¡Fuera,no quiero volver a saber nada de ti,ni volver a escuchar ninguna de tus mentiras nunca más!

¿?.— Nunca digas nunca,ni jamás beberé de esta agua...No se sabe que sea lo que pueda pasar.

María.— ¡¡¡HE DICHO QUE FUERA!!! *Gritando en un tono agresivo y con cierta desesperación*

¿?.— Nos volveremos a ver y lo sabes de sobra.

Entonces ya cansada de seguir escuchando sus palabras y oyendo su voz, cerré y esta vez con mucha más fuerza,de echo lo hice con todas mis fuerzas,tantas fueron estás,que incluso el se percató del daño que podría haberle hecho,por lo que decidió por voluntad propia y su seguridad,apartar el pie antes de que yo misma se lo apartase de un portazo.

María.— *apoyándose sobre la puerta bruscamente,resbalando sobre ella hasta seguir apoyada en ella,pero de cuclillas en el suelo,tapándose la cara con ambas manos y comenzando a sollozar susurra* ... Eduard.

Repentinamente escuché un sonido de notificación procedente de mi móvil,lo miré alzando levemente mi mirada y así me quedé por unos instantes.

Entonces y por fin decidida,levanté del suelo,limpie mis lágrimas con ambas de mis manos,me acerqué a la mesa en la que tenía puesta el móvil y me decidí a ver de quién trataba esos mensajes.

María.— ...Eduard...¿Donde estas?...*entrando al chat* que extraño...este número *con una voz algo agitada e inquieta* ...no me suena de nada.

*María leyendo*

Número desconocido.— María, volveré a verte,lo prometo.

Número desconocido.— Y la próxima vez no tendrás otra opción que no sea la de escucharme, también lo prometo.

Número desconocido.— Y si me bloqueas, seguiré manteniendo el contacto contigo,sea de la forma que sea, déjame ejercer ahora de lo que nunca fui capaz de ejercer, déjame ser parte de tu vida,parte de ti.

María.— *quedándose absolutamente muda y sin poder respirar por unos segundos* ...no puede ser...¡¡¡Joder!!!

No soporté tanta presión,acababa de venir a verme, presentándose en mi casa,que a saber cómo consiguió mi dirección y encima y por si no fuese poco,ahora me escribe desde un número desconocido, amenazándome o puede que incluso presionando me, diría que tal vez ...¿Aconsando me?
No me parecía justo y tampoco quería que sus palabras se hiciesen realidad,bastante acababa de hacer ya y yo solo y únicamente, pensaba en Eduard.

Ansiosa y sin poder decir palabra,baje todas las persianas de mi casa, cerré todas las ventanas y la puerta con llave, cerré todas y cada una de las habitaciones y puertas que podía haber y me encerré en el baño,dejando el móvil sobre un soporte que se encontraba dentro de mi ducha,apuntando a mí,por si llegaba algún otro tipo de notificación a mi móvil,poder atender enseguida y no distraerme, encendí la ducha,sin si quiera haber encendido antes el calentador y ahí me puse bajo el chorro de la ducha,no me molesté si quiera en perder el tiempo en quitarme la ropa,me ducha tal cuál,con la ropa puesta,no podía más y solo necesitaba despejar mi mente,estaba sola en casa y Eduard se había ido sin motivo aparente más allá de que yo le besé en la mejilla la noche anterior.
Así que ansiosa y con mi corazón latiendo a mil,bajo los chorros de la ducha y vestida completamente,notando como el agua fría recorría todo mi cuerpo,poniendo mis bellos de punta...me quedé ahí,de pie,con los ojos cerrados y pensando en todo sin pensar en nada.