xxii. diferencias de liderazgos

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DEMENCIA,
capitulo veintidós: diferencias de liderazgos!


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Meersburg, Baden-Wurtemberg, Alemania — 10 horas después.

          ALGO QUE JOY DEFINITIVAMENTE LLEGÓ A EXTRAÑAR DESDE LO OCURRIDO EN LA ANTÁRTIDA ERA EL FRÍO, hasta incluso podía decirse que el invierno era una de sus estaciones favoritas. Sin embargo, en el contexto donde ella iba a presentarse, no era nada bonito y simplemente nada placentero — claramente indicando que no estaba allí haciendo una visita turística. Ella comenzó a sentir el frío cuando cruzaron la frontera de Francia a Alemania, donde allí Joy se despertó de un respingo al sentir el húmedo frío calar sus huesos hasta el punto de hacerle apretar los dientes. Un soldado escolta que vino con ella junto con los pilotos le indicó que estaban cerca de la zona de salto y que debía prepararse con el paracaídas, ella asintió antes de levantar el pulgar de forma afirmativa. Respiró hondo antes de ponerse de pie, buscando asegurar sus armas en las fundas que se encontraban en sus arneses de muslo ajustados bien a sus caderas. Abrió un maletín que se encontraba debajo del asiento, el cual reveló partes de un rifle semiautomático negro desarmado y cinco cargadores con 12 balas.

          (Ella estaba cargando con un gran arsenal.)

          Armó la gran arma de manera experta, como si se tratara de un simple instrumento de cuerdas el cual ella iba tocar para empezar con la apertura de su ópera sinfónica; acomodó el cañón donde conectó con la recámara y la mira ya puesta, colocó el cartucho en el cargador del arma, fijándose de encontrar la bala en el casquillo — la cual estaba en su respectivo lugar. Se colgó el arma al hombro y buscó en otro maletín un rifle de asalto ya armado. Al cargarlo, se lo enganchó al hombro junto con el rifle semiautomático y se puso el paracaídas ajustado a su espalda. Las luces del avión de carga se volvieron rojas, anunciando que estaban en la zona de salto y la rubia se ajustó su cola de caballo al ver que las compuertas se abrían.

          —¡Ya estamos en zona de salto, agente Williams!—anunció el piloto por los parlantes—. ¡Tiene luz verde para saltar!¡Buena suerte!

          Joy tragó saliva al sentir la ráfaga de frío más intensa contra su cara.

          Ella preparó carrera y no pensó dos veces antes de saltar.

          Y cayó.

          El avión de carga militar se alejaba rápidamente de ella mientras que la rubia caía por los cielos, su respiración agitada por todo su entorno y se colocó en forma de palo para poder bajar más rápido. Hacer un salto HALO¹ no podía ser posible en aquellos momentos, ya que ella no tenía un traje con oxígeno para poder controlar su nivel en sangre, así que prefirió abrir su paracaídas antes del primer límite para tener más control en su aterrizaje en el punto de partida. El único problema que necesitaba era sufrir del síndrome de descompresión por intentar hacer una operación furtiva, lo mejor era jugar de manera segura. Al abrir el paracaídas, ella se agarró bien a las manijas y se condujo hacia un monte lleno de nieve que le daba una gran vista al pueblo alemán. Cayó suavemente hasta tocar el suelo y se quitó el paracaídas de un tirón fuerte, soltando un gruñido de por medio.

ENEMY ━━ Chris Redfield ¹ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora