Serendipty: -you kow... - I know [YOONMIN]

Capítulo IX

SUGA

Los anteriores tres días Jimin ha venido a la cafetería a desayunar y trabajar en su computadora. Por lo regular tarda más de dos horas, pero a Jin y a mí no nos molesta. Me siento contento, ¡ése chico tiene buena vibra!

-La cafetería se siente más alegre cuando Jimin viene ¿verdad que sí?

-No lo había notado – seguí acomodando las servilletas.

-Ajá! – sentí su mirada.

- ¿Qué? - lo miré serio.

-No trates de ocultarlo.

Puse cara de confundido

-No ocultes que Jimin te hace estar contento.

- Alucinas – voltee lo ojos.

-Pues en mi alucinación cada vez que Jimin entra por ésa puerta – la señaló – tú, pequeño gruñón, lo examinas a cada paso que da y la cara se te ilumina.

Abrí los ojos y me puse tenso. No contesté.

Jin paso alado de mí, pero lo detuve por el hombro.

-No vuelvas a decir eso en voz alta – lo vi fijamente a los ojos - ¿entendiste?

-Entonces admites que es verdad.

-No estoy admitiendo nada – alcé la voz.

-Yoongi... – fijó sus ojos en los míos - ¿Te gusta Jimin?

Trague saliva, ni yo mismo sé que responder. Sé que no es un "no", entonces... es un ¿sí? ¿Jimin me gusta?

Cuando me dispuse a decir ¨No¨ de forma segura, Jimin me interrumpió.

- ¡Hey chicos! ¿están bien?

La escena que estaba enfrente de Jimin parecía que nos daríamos de golpes Jin y yo.

Jin sonrió de oreja a oreja – ¿Claro Jimin, que tal estuvo tu desayuno? – yo le solté del hombro.

-Cocinas riquísimo Jin – dijo tocándose el estómago.

- ¿Regresarás para la comida?

-Por supuesto, no me lo perdería. Pero voy a llegar un poco tarde.

- ¿A dónde vas? – pregunté. Todos nos sorprendimos por mi curiosidad.

Jimin alzó su celular – voy a éste banco, necesito abrir una cuenta nueva para mi trabajo.

- ¿Necesitas que Yoongi te acompañe? – preguntó Jin.

Yo lo voltee a ver con una mirada amenazante.

-Está bien así, con el mapa me guio, tomaré un taxi – sonrió gentilmente.

-Regreso pronto – dijo mientras salía de la cafetería.

Ve con cuidado Jimin – una voz sonó en mi cabeza.

Pasaron las horas y simplemente Jimin no había regresado.

-Las 6:30 – dije mirando el reloj.

Jin salió de la cocina limpiándose las manos.

- ¿Aún no llega Jimin?

-No, ya es tarde – respondí molesto y moviendo el dedo índice sobre la mesa en señal de inquietud.

- ¿Tienes su número?

-No

- ¿Le habrá pasado algo? Ya casi anochece.

-Jin no estás ayudando.