C A P Í T U L O 4

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Estaba de compras en el super, buscaba unos tomates, hoy comeríamos espagueti, pero no encontraba los tomates, hasta que los encontré, fui rápido hacia ellos, puse mi mano en uno, pero al mismo tiempo otra mano lo había echo, mire al dueño de esa mano y mi horrible sorpresa, era Bakugo Katsuki. Se sorprendió pero yo solo fruncí el ceño, cuando el lo noto hizo lo mismo, quitamos las mano rápidamente, me dio asco haber tocado su mano, nos miramos unos segundos y tome los tomates rápido, me daba vergüenza verlo otra vez, al meter los tomates a la canasta salí corriendo.

Al llegar a la caja para pagar, el muchacho que me entendió, me sonreía, mientras guardaba la cosas que había comprado. Miré hacia la otra caja por accidente y ahí estaba el chico ojos rubí, mirándome también, mire al chico y también le di una sonrisa cerrada, cuando terminó de guardar mis cosas le pagué y salí corriendo de ahí, no quería ver a ese tonto, llegué hasta mi casa un poco enojada.

— Lo odio. - susurré y fui corriendo a las escaleras sin ver a nadie, solo a suelo. Cuando estaba por subir mi madre empezó a hablar.

— ___, ¿Nos vas a saludar? - Levanté la cabeza y ahí estaba, su madre y él. - Buenas tardes. - apenas termine de decirlo fui hasta mi cuarto y me acosté en la cama, tenía a los Bakugo en mi casa.

¿Que debía hacer primero? ¿Llamar a los bomberos cuando mi casa esté en llamas? ¿A los paramédicos cuando Bakugo este golpeado? ¿A la policía cuando se estén atacando hasta morir? ¿A los héroes?

No me quería apurar a hacerlo, minutos después alguien tocó la puerta, no conteste pero aún así alguien abrió, no mire a la persona, solo miraba el techo, esa persona se sentó en mi cama sin pedir permiso, me senté y lo mire.

— Mi estúpida vieja me mandó a conocerte. - miró hacía abajo, sus manos estaban acariciándose.

— Okey. - me levanté y fui a mi escritorio, abrí mi laptop y la encendí, no sabía que hacer, mire hacia el techo, tome un lápiz y lo lance hacia allá, se quedó ahí clavado. No tenía ni idea de lo que quería hacer, mire a Bakugo y el solo miraba hacia abajo, su incomodidad me quería atacar también, pero decidí hablar - ¿Que quieres hacer?

— Irme a mi maldita casa. - lo mire y abrí mi ventana, el me miró confundido, yo le señale afuera de esta - ¿Que? ¿Quieres que salte de tu maldita ventana?

— Saltar no, bueno, adiós. - salí cuidadosamente por la ventana, mis pies y manos estaban casi pegados a la casa, no quería caer y romperme algo, baje hasta llegar al suelo de cemento, miré hacia la ventana, ahí estaba aquel chico con la cabeza afuera.

Empecé a caminar, pero 5 minutos escuché unos paso detrás de mí, alguien puso su mano en mi hombro izquierdo, rápido voltee y tome la mano del sujeto, era el idiota de Bakugo.

— ¿Me estás siguiendo? - lo mire confundida.

— Tu casa huele a mierda, no quería estar ahí. - dijo como todo un machito enojado, empezó a caminar delante de mí y solo miraba el suelo.

Fui a una tienda de helado mientras que a él, lo perdí, comía un helado de vainilla, era delicioso, cuando lo estaba pidiendo el empleado me miraba muy coqueto, hasta me dió su número. Ni pensaba en llamarlo, me fuí del local y camine por el parque más cercano, me sentía libre, no tener a nadie cerca, nadie que me moleste.

Mi hombro izquierdo chocó con alguien, me di vuelta pidiendo disculpas sin saber de quién se trataba. La mire y su ojos negros eran hermosos, su cabello lo tenía suelto y llevaba un vestido rojo.

— ¡Momo-San! - una sonrisa había aparecido en mi rostro, se veía tan elegante y hermosa - ¿Que haces aquí?

— Oh... Pues tenía algo planeado pero se tuvo que cancelar, ¿Que haces tú aquí? - preguntó mientras miraba mi ropa.

— Escapando de casa. Te ves muy hermosa y elegante Momo, ¿Te parece si tomamos un paseo? - ir a pasear con Momo me había parecido una buena idea, estar con una... Amiga.

Ella acepto y caminamos por el parque, había muchos niños corriendo, nos sentamos en una banca mientras me terminaba mi helado, ella miraba a los niños pequeños, como se divertían sin problema, como corrían sin miedo a que mañana les doliera todo el cuerpo, sin tener que preocuparse por la escuela.

— Yo también lo extraño. - terminé de comer mi helado y me miró confundida - También extraño ser una niña. - la mire sonriendo - ¿Y que planes tenías?

— Ver a un chico, pero no pudo venir por problemas en su casa. - también me dió una sonrisa, parecía un poco triste.

— Momo-San, tengo una pregunta. - lo dije muy seria, mis rostro estaba completamente relajado, ella me miró esperando la pregunta - ¿Te gusta Todoroki? - esa pregunta había despertado sus nervios y un sonrojo en sus mejillas, nadie esperaría eso de la novia de Todoroki.

— Bueno... Pues... - se había quedado sin palabras, tome su mano derecha y sonreí, ella al ver esa sonrisa sincera puso una cara triste, se notaba que no podía ocultarlo más - Sí, me gusta Todoroki-Kun. - su ceño se frunció, parecía segura pero nerviosa a la vez.

— ¡Lo sabía! - mi sonrisa era gigante, entonces si era cierto, ellos harían una hermosa pareja - Entonces le diré a Todoroki para que todo esto acabe.

— ¡¿Q-Que?! - Momo parecía confundida, iba a terminar con mi "novio" por su confesión, por su cara parecía que sentía que fue su culpa, me sentí mal por ella, pero acabar con esto iba a ser lo correcto.

Saque mi celular del bolsillo derecho de mi pantalón, llame a Todoroki esperando a que contestara, lo hizo.

"___, ¿Que paso?"

Hola Todoroki, necesitamos hablar.

"Si sobre lo de Momo, sí, se que te prometí solo una semana pero ni siquiera hemos hablado.

Todoroki, le gustas a Momo, así que esto se acabó.

Le colgué mientras miraba a Momo, tenía un sonrojo en sus mejillas, sus ojos brillaban, su cuerpo apenas sacaba gotas de sudor, su boca estaba abierta por la sorpresa.

— ¡Listo! - guarde mi teléfono y me levanté de la banca - Me tengo que ir, hasta luego. - me fui caminando con una sonrisa en cara.

Pase por la heladería y ahí estaba el chico, fuera de su local, me miró y sonrió.

— ¡Buenas tardes! - grito el chico, era castaño y alto, sus ojos cafés brillaban como las estrellas, se acercaba mientras su sonrisa era gigante - Te vi hace rato y me pareces tan linda. - dijo avergonzado.

"El chico del helado."

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Osea, si dije que era capítulo por semana, pero entro la weba :'

Sordo - Bakugo KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora