Kenma Ship Week 2020

Día 6: KuroKen

LEAN ESTO: para los que no están al día con el manga o solo siguen el anime, ¡¡aquí puede haber spoilers!! Ténganlo en consideración.

Ah, sí, y en la historia anterior me olvidé de especificar que la temática era: Universidad AU. Me pasa por apurada. En fin.

¡Espero les guste este one-shot!

Día 6: KuroKen

Post-timeskip

Sudadera negra, buzo suelto color gris con el logo de Bouncing Ball Corp., lentes de sol posicionados sobre su cabeza, cabello amarrado en una coleta con un mechón detrás de su oreja y otro cayendo en cascada en su rostro. Mochila lleno de aparatos tecnológicos y un cambio de ropa.

Kenma estaba listo para el viaje, pero definitivamente no estaba listo para toparse con aquel panorama: hombres jóvenes —quizá en sus treintas— vestidos con trajes armani y con maletines en mano, de pie en la puerta principal del aeropuerto. Tenían una mano inmersa en sus bolsillos, quizá listos para sacar sus tarjetas de presentación, de ameritarlo.

Siluetas replicadas de Kuroo, quien caminaba a su lado vistiendo prendas similares.

Sí, era así la forma en la que los ejecutivos procedían después de todo.

—Buenos días, caballeros —dijo Kuroo sonriendo una vez estuvo frente a sus compañeros de trabajo. Kenma se detuvo a su lado.

—Buenos días —saludó uno de ellos. Los otros dos solo inclinaron su cabeza.

—¿Aún estamos en espera? —preguntó Kuroo.

—El avión despegará en una hora. Los jugadores ya se encuentran en el interior junto con el entrenador y los directivos.

Kuroo asintió. Una sonrisa juguetona se avistó en sus labios. Kenma entrecerró los ojos, inquisitivo, sabiendo que nada bueno se avecinaba.

—Aprovecho para presentarles a mi pareja, ahora que lo pueden tener en vivo y en directo —el brazo de Kuroo se asomó por encima de los hombros contrarios. La mirada de los tres hombres se posó sobre Kenma, quien suspiró con vaguedad y se mantuvo inmutable; ya sabía lo que seguía—: este hermoso chico, Youtuber con un millón de seguidores, CEO de la compañía Bouncing Ball Corp., es el mundialmente conocido Kodzuk... mmm...

—Kozume Kenma —interrumpió Kenma, alcanzando a cubrir la boca de Kuroo antes de que siguiera yéndose por las ramas—. Mucho gusto —inclinó su torso y cabeza ligeramente, como saludo protocolar. Fue correspondido.

Sonrisas se asomaron en los labios de esos chicos, en cierto punto conteniéndose alguna risita. Era entendible: Kuroo solía presumir de él con esa selección vergonzosa de palabras. Por suerte, ninguno dijo nada. Solo indicaron que se irían adelantando en ingresar a la sala de espera y en cuestión de segundos, emprendieron el paso.