Capítulo 3.

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Matthew se fue al día siguiente sin decir nada, debo admitir que me preocupe bastante cuando lo busque y no lo encontré, su teléfono se encontraba apagado y no tenía ninguna noticia suya, ni una miserable nota

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Matthew se fue al día siguiente sin decir nada, debo admitir que me preocupe bastante cuando lo busque y no lo encontré, su teléfono se encontraba apagado y no tenía ninguna noticia suya, ni una miserable nota. Su madre llamo tres horas después diciendo que no me preocupara, que el rubio estaba bien pero que tendría que atender algunos asuntos en Nueva York antes de la boda.

Aquello claramente no era cierto.

Sabía perfectamente porque Matthew se había ido, incluso entendía que necesitaba espacio para pensar y procesar la bomba que le solté, pero me tranquilizaba que por lo menos el rubio estuviese bien así que acepte la excusa que la señora Elena me dio.

Kathe y Victoria llegaron ese mismo fin de semana al rancho, al parecer se habían enterado que Matthew había tenido que salir con urgencia fuera de la ciudad dejándome sola y decidieron hacerme compañía en todo el proceso. Después de todo este sería nuestro último verano juntas antes de ir a la universidad. Como habíamos pensado, mamá y la señora Elena, no demoraron mucho en aparecer por aquí con Dafne, la planeadora de bodas, decidiendo cual sería el lugar perfecto para la ceremonia y la celebración, el tema, las invitaciones y todos esos detalles que si bien no me entusiasmaban mucho, teniendo a la chicas aquí me vi obligada a participar. También trajeron con ellas a Natalie y Megan, las hermanas de Matt.

Ya mamá me había mencionado que debería escoger un vestido de novia, y aunque al principio me daba fastidio el solo imaginarme en tal situación, después la ilusión de llevar el vestido que siempre soñé para ese día especial empezó a embargarme, quizás el cambio se debió al tiempo que pase con Matthew o a saber que no volvería a tener algo así otra vez, no lo sé, no podría asegurarlo con certeza.

No sé cómo lo consiguió, pero mamá logro que la Casa de Modas D'Russo aceptara confeccionar mi vestido de novia con tan poco tiempo de anticipación; Lianna D'Russo es mi diseñadora predilecta desde que tengo consciencia de la moda y ahora ella misma es la encargada de diseñar mi vestido de novia. Es como si todos los astros se hubiesen alineado a mi favor porque, ¿qué probabilidad había de que la diseñadora se encontrara en Los Ángeles, desayunando en el mismo lugar al que mamá nunca suele ir y que justo ese día haya decidido ir coincidiendo ambas? Las caras de Katherine, Victoria y mía al ver a la diseñadora llegar al rancho en el helicóptero de la empresa fueron dignas de enmarcar.

Ahora no solo tendré el vestido de mis sueños sino que lo hará la mujer que ha inspirado mi estilo por años.

Para el cuatro de julio el racho se encontraba lleno, mis padres y los señores Williams, en compañía de sus hijas decidieron pasar todo el fin de semana aquí, Christian también llego ese día y no pude evitar notar la alegría en el rostro de Victoria al verlo.

Mi amiga ha estado enamorada de mi hermano desde que teníamos trece años, si bien Victoria siempre ha sido extrovertida, coqueta y demasiado simpática con los chicos, en realidad ninguno ha conseguido acaparar su atención lo suficiente para que se olvide de él. Ya lo que siente mi hermano es otra historia.

Marriage Contract © [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora