Marriage Contract © [Reescribiendo]

Capítulo 2.

No sé si enorgullecerme o avergonzarme de la capacidad que tengo para mentir y engañar a todos a mí alrededor, después de la velada de anoche todos se fueron completamente convencidos de lo enamorados que estamos Matthew y yo, hasta las chicas se encuentran encantadas con el rubio.

Debo admitir que Matthew no es nada de lo que imagine. Al principio creí que era un ñoño mimado, aburrido y sin gracia cuyos padres estaban desesperados por conseguirle una mujer, pero aquello quedo descartado en cuanto conocí a los señores Williams, –con unos genes así la apariencia de Matthew no sería un problema–, lo que llevo a mi segunda teoría, y es que debía ser un vago mantenido que no se preocupaba por nada más que en derrochar el dinero de sus padres y vivir a sus costillas, pero aquello también quedo descartado anoche, cuando se acercó e intentamos conocernos un poco.

Hablando con él y contándonos cosas esenciales que deberíamos saber uno del otro me di cuenta que Matthew es en realidad bastante independiente, ambicioso sin duda, es decir, tiene sus propias metas y trabaja para conseguirlas. Coqueto, es tremendamente coqueto y sin siquiera esforzarse mucho pone a temblar a cualquiera y es bastante consciente de ello, quizás solo sea mi impresión, pero se ve de esos hombres que siempre quiere que todo se haga como ellos desean; también es directo, mucho, lo que sin duda agradezco, todo el tema de los hombres no es mi fuerte así que espero que nos podamos entender bien. Lo que no logro entender es, ¿cómo siendo un hombre así acepto casarse con una completa desconocida?, ¿por qué dejo que su padre le impusiese su voluntad? No lo comprendo.

-Charlotte cariño – me llama mamá mirándome preocupada.

-Dime.

-¿Estas bien? Te estoy hablando hace rato y no pareces darte cuenta si quiera.

-Lo siento mami, solo estaba pensando. ¿Qué me estabas diciendo?

Pude notar la mirada preocupada de mamá, pero lo dejo estar. – Te decía que quizás deberías pasar un tiempo en Napa con Matthew, no es necesario que se queden aquí, Elena y yo nos podemos hacer cargo de los preparativos de la boda.

Ambas familias habían acordado pasar el verano en Los Ángeles, como era costumbre los padres de la novia serían los anfitriones de la boda por lo que se realizaría aquí. No me encontraba precisamente extasiada con todo el tema de los preparativos, de hecho el que mamá me dé la oportunidad de huir de todo aquello me reconforta enormemente.

En Napa se encuentran los Viñedos Harrington, allí tenemos una linda propiedad lo suficientemente grande para no aburrirte nunca y hace mucho no voy, por lo que la idea no podría ser mejor, además podríamos dejar de fingir todo el tiempo, no tendríamos a las chicas ni a sus hermanas y podríamos simplemente ser nosotros.

-Es una muy buena idea mamá – le sonreí – pasar un tiempo en el rancho solos quizás nos ayude a conocernos mejor y a prepararnos para los que viene.