Había dejado que pasaran al menos 10 minutos desde que Calle se metió al despacho con Kathia, durante el transcurso pude observar como entraban hombres vestidos completamente de negro, que por cierto no sé de dónde demonios salían, ni siquiera los había visto en mi vida. Camine lentamente por el pasillo y llegué hasta dónde se encontraba la puerta del despacho, solamente podía escucharse la voz de Calle dando diferentes tipos de órdenes mientras que la chica repartía no sé que cosas.
Calle: entonces así quedamos, Osvaldo y Roberto se irán al otro extremo del lugar mientras que Kathia y yo tratamos de entrar al lugar por la puerta trasera, los hombres restantes quedarán a cargo de vigilar cada rincón del lugar, por dentro y por fuera, cualquier movimiento que vean y les parezca sospechoso podrán avisarlo a través del dispositivo que se les acaba de entregar, cuándo estén ahí eviten verse sospechosos, no queremos que emitan alerta de que serán atacados.- ninguno decía palabra alguna, todos parecían estar atentos a lo que Calle les comunicaba, estaban completamente formados frente a ella con trajes perfectamente entallados.- Kathia ¿conseguiste lo que te encargué?
Kathia: así es, fue casi imposible encontrarlos en algún lugar de armaduras pero al final las encontré.- estaba bastante confundida así que solo me quedaba seguir escuchando antes de crear mis propias conclusiones.
Calle: de acuerdo, esto se llevará a cabo mañana por la noche así que los quiero atentos a cualquier movimiento, aun no saben quien será el atacante pero de todas maneras, es mejor prevenir que lamentar.- por la abertura de la puerta no podía observar mucho pero sí lo necesario, sobre el escritorio había muchas armas y unas cajas las cuales estaban envueltas en papel con la característica palabra "Frágil", Calle le hizo entrega de algo a Kathia mientras le susurraba algo, mi hombro fue tocado por una mano húmeda por lo tanto solté un pequeño grito que claramente fue escuchado por los que se encontraban dentro del despacho.
Krystal: ¿señorita, necesita algo?- negué rápidamente mientras colocaba mi dedo índice sobre mis labios rogando que guardará silencio. Me quedé estática cuándo escuche la puerta abrirse, sentía que mis piernas flaqueaban y que mi corazón comenzaba a bombardear más de lo usual, no es cómo sí Calle me fuera a hacer daño pero habíamos quedado en que confiaría en ella, seguramente la decepcionaría.
Calle:¿qué sucede?- dijo mientras se colocaba en medio de ambas, su mirada se centro en mí inmediatamente. Kathia se colocó a un lado de ella cómo sí le diera alegría que haya sido descubierta.
Laura: lamento sí interrumpí algo, Señorita, pensé que la señorita Poché no sabia que usted estaba ocupada y quizás necesitaba algo.- estaba apunto de agradecerle por ahorcarme en un segundo, pensé por un momento que se inventaría alguna excusa, Mafe lo haría.
Kathia : claro que no necesitaba nada, quizás solamente quería enterarse del plan y se le hizo fácil espiar ¿verdad?- trague en seco, quizás se mire como una estúpida pero al fondo es una persona muy inteligente. No sabia ni siquiera que decir, de un momento a otro me había quedado sin habla.
- claro que no, estaba buscando algo para atar mi cabello ya que iría a tocar el piano un momento.- claro, excelente mentira que acabo de decir, ni siquiera yo me la creí.
Calle : de acuerdo, yo les estaré avisando cómo será el procedimiento, pueden irse.- cada uno de ellos se retiro después de hacer una reverencia, Kathia depositó un beso en la mejilla de Calle y después movió sus caderas fuera de la casa, cerró la puerta del despacho bajo llave y después se paro frente a mí con los brazos cruzados.- te conozco perfectamente como para darme cuenta de que estás mintiendo, dime que lo que dijo Kathia es mentira.
-lo lamento, sé que me habías dicho que me mantuviera alejada de esto pero me fue imposible.- lanzó un suspiro mientras pasaba una de sus manos por su cabello mostrando lo frustrada que se encontraba.
Calle: pensé por un momento que me harías caso en esto pero ya veo que no, pensé que confiarías en mí.- negó levemente con la cabeza y después se alejo de mí. Observe como subía las escalera para luego escuchar un portazo. Camine desanimada a la cocina y me quede sentada en el comedor observando como Laura preparaba pastelillos.
Laura: señorita, lamento mucho sí la metí en problemas.- mencionó mientras limpiaba sus manos con el delantal que colgaba de su cintura.- soy nueva aquí y no sé cómo son las cosas aún, no pensé que la señorita se molestaría con usted.
-tranquila no pasa nada, creo que eso es culpa mía por estar de entrometida en dónde no debía.- hice una mueca mientras recargaba mi rostro en mi mano derecha.- mejor dime ¿por qué haces pastelillos?
Laura: la señorita me mencionó que tendría una reunión de negocios esta noche así que me pidió que preparará aperitivos ¿usted no sabía?- negué rápidamente mientras la miraba.- seguramente estaba por decirle pero con lo que sucedió, no le dio tiempo ¿por qué no le lleva un pastelillo?
- ¿puedo hacerlo?- ella asintió rápidamente mientras me entregaba el panesillo y la crema batida. Con mucho cuidado de no estropearlo fui haciendo la capa del pan y de toque final le puse una cereza.- iré a llevárselo, espero no salir con la crema batida en la nariz.- ella soltó una sonora carcajada mientras continuaba con lo que estaba haciendo, era la primera vez en la que yo hacia algo para poder pedir perdón a una persona y creo que se sentía bien. Entre a la habitación con mucho cuidado ya que pensé que estaba durmiendo pero eso no era así, el sonido de la ducha acompañado del olor a perfume salia por la puerta del baño, me senté sobre la cama y espere a que terminara de ducharse. Sinceramente nunca pensé en que terminaría sintiendo algo por la persona que me había lastimado, en sí, pensé que mi vida seria un infierno desde el primer momento en que llegue pero solo basto ponerme en el lugar de ella para poder entender algunas cosas, su frialdad era un caparazón que estaba intentando no romper. La puerta del baño se abrió dejándome ver a Calle, la cual llevaba una toalla enrollada mientras que con una de sus manos sacudía su cabello.
-¿qué haces aquí?- dijo en cuanto me vio así sacandome de mis más perversos pensamientos.
- te he traído esto.- tomé el pastelillo y lo coloque frente a ella, sus ojos lo miraron por unos segundos y después a mí. La cama se sumió dando a saber que Calle acababa de sentarse, sus ojos se cerraron por unos segundos mientras lanzaba un suspiro e intentaba medir sus palabras.
-escucha, sé que lo que hice está mal y fue una completa falta de respeto pero también te pido que me entiendas.- tome su mano y la uní con la mía, por un momento la sentí fría y distante pero poco a poco se fue amoldando a la mía.- ¿Cómo querías que me quedara tranquila? Kathia se la ha pasado restregando y divulgando que algo malo sucederá y qué tú serás el cabecilla de ello ¿cómo crees que me siento?- sus ojos se desviaron a un punto fijo de la habitación, tome la punta de su barbilla para que me mirará.- no podría soportar que algo malo te suceda y me duele que no me tengas la confianza como para contarme lo que está sucediendo, quizás yo misma me lo busque, sí no quieres que me enteré por alguien más, deberías de considerar la idea de pedirle a Kathia que deje de gritar a los cuatro vientos que asesinarán a alguien.
- entiendo todos tus puntos pero ¿por qué espiarme? ¿No pudiste ser directa conmigo y preguntarme?- la mire incrédula y después rodé los ojos.
-¿me lo ibas a decir? Claro que no, se supone que la que tiene que tener la intención eres tú, no tengo porqué estarte cuestionando.- soltó mi mano para después rasacar su entrecejo y lanzar un suspiro frustrado.- lo siento ¿de acuerdo? No volverá a suceder, de ahora en adelante prometo dejar de meterme en tus asuntos y ni siquiera me preocupare por lo que hagas o dejes de hacer, me dejaste en claro muchas veces que tú sabias lo que hacías, así que sí.
-Sí te vas, llevate ese pastel contigo, no quiero tenerlo aquí.- su mirada era tan seca, me estaba molestanto mucho por la gravedad en la que estaba mirado que yo haya escuchado su conversación, asentí rápidamente y me levante, tome aquel pastelillo que yo misma había decorado para ella y le di un mordisco, este no se desperdiciaría. Al ver que yo no tenía ni la más mínima intención de salir de aquí, se levantó cómo una bestia y salió de la habitación dando un gran azote a la puerta, sentía cómo sí un cuchillo afilado estuviera atravesando mi pecho.
.
.
.
No tenía idea de que hora era, la tarde se me había pasado volando, me encontraba sentada en la orilla de la cama mientras miraba un álbum de fotos que había encontrado en uno de los cajones, en cada una de esas fotografías se encontraba Calle, la mayoría de ellas eran de cuándo era tan solo una bebé. Cerré aquel álbum después de haber visto las páginas una y otra vez, lo guarde en dónde anteriormente se encontraba y me dispuse a salir de la habitación. Cuándo pise el primer escalón para ir a la planta baja pude escuchar las voces de varias personas discutiendo sobre algo que no podía entender, había muchos hombres vestidos de negros y entre ellos solo podía diferenciar a Paula y Calle, Kathia se encontraba sentada a lado de ella con sus piernas cruzadas y una mirada autoritaria. Calle había creado un pequeño jardín a un lado de la casa y lo conectó con la puerta de la cocina, baje las escaleras sin tomar importancia de los que se encontraban ahí y continúe caminando hasta llegar a la cocina, abrí la puerta que me llevaba a ese jardín y me senté sobre el césped. Al rededor de este estaba una barda de piedra bastante alta, quizás la hizo para asegurarse de que yo no podría escaparme ni aunque lo intentará. Las flores estaban perfectamente cuidadas y debido al viento se movían entre sí, mis ojos se centraron en el cielo estrellado y en la luna llena, de pequeña soñaba con tocar algún día las estrellas y mi mamá se encargaba de asegurarme de que en algún momento lo lograría y que sería la niña más feliz de la tierra, recuerdo que me decía que ella me había elegido del cielo y que había podido conseguir una estrella con un poco de trabajo. Escuche cómo la puerta era cerrada, señal de que alguien había entrado, no me inmute en siquiera voltear al presente, me quedé con las piernas cruzadas mientras observaba el cielo.
Calle: ¿Quieres hablar?- me encogí de hombros, sentí un pequeño aire en mis hombros para después sentir lo cálido de una sudadera, baje mi mirada hasta aquella e ignoré por completo su presencia.- he mirado que bajaste de la habitación y aprovechando que la reunión se termino, vine a hacerte compañía.
ESTÁS LEYENDO
Eres mia | Caché | G!P
أدب الهواةPortada: @LaTiaCacher -Por que te voy a cuidar como a nadie Poché -¿Me vas a cuidar?,si lo único que haces es lastimarme,déjame ir te lo suplico -No ,no insistas nunca te iras -¿Por qué me haces esto?,¿Por que a mi? -Por que estoy enamorada de ti P...