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Capítulo 4: desconocido amable

Lily's pov

Me sentí mal por apagar mi teléfono, pero no me importaba hablar con nadie. ¿Qué podría decir, qué podría decir alguien después de presenciar algo tan vulgar? Algo tan desgarrador.

Él era mi todo. Le di todo de mí y me hizo daño de la peor manera posible. La peor parte fue la sensación de que no era la primera vez que se conectaba con su secretaria.

Necesitaba bloquear a todos y todo. Durante meses había sido la buena esposa que se quedaba en casa, cocinaba, limpiaba y trabajaba. Me di cuenta de que había estado saliendo menos porque me estaba centrando en pasar más tiempo con él. Poco sabía de todas sus reuniones de negocios y cenas, pasaba más tiempo conociendo mujeres en la cama.

—A la mierda. A la mierda todo.

Aparqué fuera de una barra, apagué el motor y apoyé la cabeza en el reposacabezas. Sabía que mamá y papá estarían preocupados por mí, pero no quería estar cerca de ellos o de alguien que conociera.

Había pasado tanto tiempo desde que tomé alcohol, a Matthew nunca le gustó que bebiera.

¿Desde cuándo dejo que un hombre tome decisiones por mí?

Metiendo mi teléfono en mi bolsillo y asegurándome de no dejar objetos de valor por ahí, salté del auto y temblé cuando el frío aire nocturno me atravesó. Cerrando la puerta, recogí mi abrigo del capó y me dirigí hacia la barra de aspecto solitario.

Mirando alrededor de los pocos autos, suspiré profundamente esperando tener una bebida tranquila en el bar sin que nadie me molestara.

Cuando entré en el bar me sorprendió ver más gente de lo esperado. Tal vez hubo un evento especial en o algo u otro. El calor era acogedor y la suave música de fondo me levantó el ánimo.

—Hola amor, ¿qué puedo conseguirte?—El camarero gritó mientras caminaba nerviosamente hacia el bar.

—Hola. Por favor, ¿puedo tomar un vino tinto.

—Claro amor.

Probablemente he tomado una mala decisión al pedirme un vino. Un vaso y comenzaré a hablar con gente imaginaria.

—Eso será £ 3.25.

—Aquí, quédate con el cambio— murmuré mientras le entregaba una nota de £ 5.

—Gracias amor, disfruta—, respondió empujando hacia delante un vaso muy grande de vino tinto.

Tomaré un taxi a casa esta noche.

Levantando el vaso hacia mis labios, levanté el vaso y tragué un trago grande del líquido rojo suave satisfecho por el ligero sabor amargo que me bajaba por la garganta.

Mirando fijamente el bar, vi a muchas parejas de aspecto feliz mirándose con asombro. Eso es lo que pensé que éramos Matthew y yo. Pensé que estábamos locamente enamorados. Supongo que fue solo de un lado.

Ni siquiera me di cuenta de lo rápido que estaba bebiendo mi vino y muy pronto estaba en mi segundo vaso grande.

Todos los eventos me vinieron a la mente mientras más bebía. La niña acostada en el sofá, con los labios cerrados y sus cuerpos moviéndose en sincronía. Todo tiene sentido, debería haber visto los signos. No valgo nada y nadie me amará por quien soy. Sinceramente pensé que tenía lo que mamá y papá tienen. Tienen verdadero amor y eso es algo que supongo que nunca encontraré.

Las lágrimas comenzaron a brotar en mis ojos cuando ahogué mis penas en vino y música romántica. Me sentí solo. Me sentí impotente y el dolor en mi corazón era demasiado para soportar.