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Capítulo 3:la pequeña de papá

POV de James

Cuando estaba en la mafia, la ira era la emoción principal que sentía.  Entonces, cuando dejé atrás a la mafia, prometí dejar atrás esa vida de rabia y violencia.  Pero escuchar la voz de mi bebé llena de sollozos rotos y gritos suaves enfureció a la bestia que había encerrado por mucho más que escuchar a sus seres queridos llorar, especialmente a mi hija.  años.  No hubo dolor

Tan pronto como ella me contó lo que había hecho, prometí hacerle pagar.  Rompió el corazón de mi princesa y eso es algo con lo que no estaba de acuerdo.

–¡James! ¿Qué demonios pasó?– Isabella salió corriendo de nuestra habitación y me miró al suelo con expresión sorprendida.

–Voy a destrozarlo por lastimarla–, grité todavía en un ataque de ira.  Normalmente un golpe de la mano de Isabella en mi cabello me calmaría, pero no había posibilidad de calmarme.

–¿Quién? ¿Quién ha lastimado a nuestra bebé?–.

–Matthew– gruñí humildemente tratando de reinar en mis temblorosas respiraciones.

–¿Qué? ¿Estás seguro?–.  Isabella estaba tan sorprendida como yo.  Matthew era aparte de la familia.  Eran novios de la infancia y él la traicionó de la peor manera posible.  Me traicionó después de que le confié que cuidara a mi bebé.

–Ella se acercó a él atornillando a su secretaria en su sofá–.

La dulce e inocente cara de Isabella de repente se arrugó y apretó los puños con tanta fuerza que se volvieron de un color pálido antiestético.

–Ese bastardo de mierda. Voy a cortarle la polla– gritó.  Isabella la mayor parte del tiempo era dulce y gentil.  Pero cuando la enojaste, puede ser aterradora.

–James, consígame un par de alicates–.

Me hubiera gustado para enfrentar a mi esposa para ver si estaba bromeando, pero no había humor en sus ojos.

–Woah, no. Te vas a calmar–. Traté de calmarla, pero no había esperanza.

–¿Estás hablando en serio? Él la engañó y no vas a hacer nada al respecto?– Ella gritó efectivamente asustándome.

–Bebé, ¿crees que no voy a hacer nada? Me voy a hacer el que lamenta todo lo que hiciera, pero necesito que te mantengas tranquila para Lily. Le voy a decirle que venga aquí y necesitas estar allí para ella mientras yo resuelvo con él–.

Isabella suspiró y asintió antes de recoger su teléfono.

–La llamaré y tratas con ese bastardo– Murmuró Isabella antes de dirigirse al salón con el teléfono a su oreja.

Tiempo para morir estúpido .
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–Hola Mateo. ¿Puedo entrar a favor?–Pregunté con mi falsa sonrisa.

La boca de Matthew cayó y su piel palideció como la persona con la que sabía que él temía sinceramente se puso de pie en su puerta, ni siquiera media hora después de que su hija entró en él y una puta.

–J-James, antes de que digas algo–

–Dije, puedo entrar– Gruñí mientras lo empujaba de vuelta efectivamente empujándolo al suelo.

Su cuerpo tembló cuando lo pisé al entrar en la casa que mi hija una vez vio como hogar.

–Quizás quieras cerrar la puerta, Matthew–, grité mientras me quitaba la chaqueta del traje y me subía las mangas blancas de la camisa para que mis brazos bronceados quedaran a la vista.

Matthew se arrastró con cautela hacia mí con los ojos pegados al suelo.

–Así que recibí una llamada telefónica interesante de mi hija no hace mucho–.

Matthew comenzó a temblar incontrolablemente mientras lo rodeaba como un tiburón con presa en el agua. 

–Ves Matthew, estaba llorando y me dijo algo que nunca pensé que escucharía. ¿Sabes lo que me dijo?–.

Corriendo hacia él, agarré su cuello con fuerza y lo jalé para que me mirara directamente a los ojos.

–¿QUÉ ME DIJO MATEO?–

–Que yo-yo estaba con otra mujer– farfulló patéticamente mientras trataba de soltarse.

Al escucharlo mencionar a otra mujer que no era mi hija, alimentó la ira que burbujeaba dentro de mí y lo tiré al otro lado de la habitación, causando que se estrellara en floreros caros, pero todos fueron invaluables en comparación con la felicidad de mi hija.

–Lo-lo siento mucho–gritó mientras sostenía su cabeza sangrante.

–¿Lo siento? ¿Lo sientes? Mierda. No eres tonto, Matthew. Sabías lo que estabas haciendo y le rompiste el corazón. Cuando te casas, prometes mantenerte comprometido. La has destruido por completo–.

Me apresuré hacia él y recogí su cuerpo sangrante por el cuello, atropellando mi puño por su cara.

–Me prometiste que la cuidarías y la harías feliz todos los días. Pero la lastimaste de la peor manera posible y por eso nunca te perdonaré. No la mereces. Ella merece a alguien que atesorará  ella y amarla incondicionalmente y ese no eres tú –.

–Debería matarte por lastimar a mi princesa. Pero no lo haré porque no soy el mismo hombre que una vez fui. También quería que vivieras con lo que has hecho–

Lanzando mi puño contra su horrible cara, dejó escapar un grito cuando la sangre salpicó el suelo.

Estoy bastante seguro de que escuché un chasquido, pero a este ritmo no pude notarlo ya que su rostro estaba cubierto de sangre.

–Considere todos nuestros negocios, contratos recortados. Usted no es más que un pedazo de mierda. De hecho, tengo una mejor manera de destruirlo. Puedo poner en peligro fácilmente cualquier trato que intente y haga con cualquiera. Buena suerte en el  futuro imbécil –.

Lanzando otro golpe, lo tiré al suelo con frustración antes de alejarme del desastre sangriento y cerrar la puerta de un portazo detrás de mí.

Saqué mi teléfono y miré la pantalla para ver 5 llamadas perdidas de Isabella.

Presioné su contacto, acerqué el teléfono a mi oído y miré a la calle.

–¡James! Gracias a Dios–.

–Bebé, ¿estás bien?–

–Sí, estoy bien–, suspiró.

–Entonces, ¿qué pasa? ¿Es Lily?–. 

–James, intenté llamarla al menos 7 veces, pero ella apagó su teléfono–.

Mi corazón comenzó a latir furiosamente mientras Isabella seguía hablando.

Lily nunca apaga su teléfono.  No teníamos forma de encontrarla y llevarla a casa.

–Mierda–, grité mientras golpeaba el auto.

Una parte de mí sabía que ella estaba bien.  Tal vez ella solo quería excluir a todos.  Pero aún tenía un sentimiento incómodo.

Justo cuando desbloqueé el auto, noté un SUV oscurecido estacionado al otro lado de la carretera desde la casa.  No estaba allí antes de llegar.

Extraño.

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