Isabella's pov
Podía sentir mi mundo destrozándose justo delante de mí. Mi esposo no podía recordarme, después de todo lo que pasamos y no reconoció a la mujer frente a él. Me miró sin comprender, mostrando todas las señales de que realmente no me reconocía. Me resentí conmigo misma. Estaba en esta situación porque quería Nutella. Casi muere y ahora pierde la memoria porque me había quedado sin Nutella. Nunca volveré a comer esa mierda.
–¿Q-Qué? No, esto no puede ser y yo-
–Bromeo–.
Mi cabeza voló desde el frío piso del hospital para encontrarme con la sonrisa descarada de James.
–¡¡Tu que!!–. James se sentó en la cama y se encogió de hombros.
–No pude resistir bebé– me guiñó un ojo.
–¿Entonces me estás diciendo que sabes quién soy yo? ¿No soy un extraño para ti?–.
–Por supuesto que sé quién eres. ¿Cómo podría olvidar un rostro tan hermoso?–. James abrió los brazos con una sonrisa tímida en su rostro. Corriendo hacia sus brazos abiertos lancé mis puños sobre su pecho y lo brazos.
–James, maldita sea, Richardson. No puedo creer que realmente me hicieras eso. ¿Qué te pasa?– Gruñí entre golpes.
Se rió entre dientes antes de agarrar mis muñecas y acercar mi cuerpo al suyo. Hizo una mueca de dolor, pero me agarró la cara segundos después.
–Te odio tanto en este momento. Podría matarte yo misma–, escupí todavía furiosa de que me gastara una broma tan enfermiza.
–Eres una mentirosa tan mala, Sra. Richardson. Además, me dijiste cosas tan dulces mientras estaba fuera–. James envolvió sus brazos alrededor de mí mientras me acostaba a su lado en la cama muy pequeña. Sus ojos eran juguetones, pero podía ver el miedo en sus ojos.
–¿Ah, sí? Bueno, tengo algunas cosas dulces no tan agradables que decirte ahora, maldito imbécil de perra -
–Ejem–.
Me alejé de mi estúpido esposo para mirar a las otras personas en la habitación de la que me había olvidado.
–No suelo tolerar que la gente bromee sobre la amnesia, pero su esposo le dio al hospital una generosa donación de £ 1 millón por la aceptación de su pequeño acto. su esposo está muy bien. Está haciendo un progreso extremo, pero yo recalca que es importante tomárselo con calma y abstenerse de cualquier actividad extenuante durante un par de semanas–. El doctor me sonrió con torpeza mientras trataba de sentarme, pero James fue implacable y me empujó hacia su pecho sacudiendo la cabeza ante mis luchas.
–¿Eso incluye sexo?–. Sentí que mis mejillas se enrojecían al escuchar a mi esposo preguntarle al médico sobre el sexo. típico de james. Se acaba de despertar de estar en coma y ya quiere sexo.
–Lo siento Sr. Richardson, eso es un no al sexo. Durante al menos 1 mes–.
Contuve una risa al escuchar a James gruñir en voz baja detrás de mí, su agarre en mis caderas se apretó.
–Pero ¿y si me quedo ahí e Isabella hace todo el trabajo, eso cuenta?–.
Me di la vuelta y golpeé a James en el pecho. Es indignante.
–Yo um, dejaré esa respuesta a tu esposa. De todos modos, todo está bien, pero me gustaría que te quedaras en el hospital un par de días. Sé que a la policía le gustaría venir e interrogarte cuando te apetezca. . ¿Alguna otra pregunta?–.
–No. Estamos bien–, se quejó James, probablemente todavía molesto por la prohibición sexual del mes.
–Muchas gracias por toda su ayuda y apoyo. Gracias por traerlo de vuelta–. Giré la cabeza para mirar a mi esposo que ya me miraba con nada más que amor.
–Solo estamos haciendo nuestro trabajo Sra. Richardson. Cuídense los dos–.
Ambos vimos a las enfermeras y los médicos salir de la habitación y cerrar la puerta detrás de ellos.
–Por mucho que te odie, te amo tanto. Estaba tan asustado James–. James atrajo mi cuerpo hacia el suyo y apoyó mi cabeza en su pecho siempre tan cálido y acarició mi cabeza suavemente.
–Lo sé bebé, siento mucho haberte asustado. Pero he vuelto ahora y nunca te dejaré. Eres mía para siempre Isabella y yo soy tuyo–. Levanté la cabeza para mirar a mi marido lleno de vida y sonreí ampliamente.
–Espero que esto no sea un sueño–le murmuré con lágrimas en los ojos.
–Si fuera un sueño podría besarte así, o tocarte así–. Un pequeño gemido escapó de mis labios mientras James pasaba las manos por debajo de la manta del hospital.
–J-James, detente, tienes una prohibición sexual–.
–¿Dice quién? Crees que voy a escuchar al médico–.
– no me quiero arriesgar a que le suceda algo. Así que chúpese, señor Richardson–.
–Eres una mujer dura, Sra. Richardson–.
Sentándome en la cama, me apoyé en su costado y suspiré profundamente mientras nos sentábamos juntos en silencio.
–Siento que se haya roto el gran bote de Nutella que te traje, pero te compraré un poco de camino a casa cuando nos vayamos–. Girando, coloqué un dedo en sus labios y negué con la cabeza.
–No,la Nutella ahora está prohibida en nuestra casa. Solo me va a recordar malos recuerdos–
James soltó una risa entrecortada pero hizo una mueca de dolor sosteniendo su pecho antes de colapsar de nuevo en la cama.
–¡James! ¿Estás bien? ¿Llamo a un médico? ¿Quieres un poco de agua? Tostadas o -
–Shhh, solo te quiero a ti, ahora vuelve a poner tu lindo trasero en la cama para que pueda abrazar a mi osito de peluche–.
–Eres un tonto–.
–Y tu eres tan hermosa–.
La puerta se abrió de repente y Lily tropezó con lágrimas en las mejillas.
–¡Papá! Soy yo, Lily, tu hija y yo -
–Hola princesa–.
Lily miró entre James y amí con la boca abierta y los ojos muy abiertos.
–¿Qué diablos? La enfermera acaba de decir que puedes tener pérdida de memoria, pero, ¿por qué mentiría?–.
Lily corrió hacia James y se derrumbó en sus brazos llorando histéricamente mientras él le acariciaba el cabello.
–BabyGirl lo siento, quería ser gracioso pero no fue nada gracioso. Siento lastimarlos a las dos. Estoy aquí y no voy a ningún lado–.
Me reí al oír a Lily maldecir a James en voz baja. Pero no importa cuántas maldiciones dijera, sabía que lo amaba más que a nada.
–Lamento la intromisión, pero algunos oficiales están aquí y quisieran interrogarlo–. Todos nos dimos la vuelta y miramos al mismo médico que mantuvo la puerta abierta y dejó entrar a 2 policías.
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kitten |✓
Romance-Oh, dulce gatita, no llores. Déjame limpiar esas lágrimas de tus hermosos ojos. Dime qué te entristece. Mataré a quien sea que te haya lastimado, gatita-. Odiaba su pequeño nombre de mascota, pero entonces, ¿por qué mi corazón se saltaba un latido...