La actuación fue un éxito, todos los fanáticos cantaron con entusiasmo y le dio toda la energía. En el backstage, Lali conoció a Gaston, quien la saludó con un fuerte abrazo, matando un poco de añoranza por los momentos que no se veían. El amigo le sugirió que fuera a su casa, él necesitaba compartir algo de extrema importancia y era esencial que fuera esa noche. Lali estuvo de acuerdo sin tener idea de lo que Gastón quería hablar, pero sin duda tenía que ver con el trabajo. La casa de la amiga era grande, muy bien decorada y ella se sentó en el sofá de la sala. Había pedido permiso para guardar algunas cosas, pero eso no sería largo.Gaston Dalmau, sonriendo, sacó su teléfono y marcó un número conocido. Sabía que, por equivocado que fuera, tenía una buena razón. Escuchó tres tonos antes de responder finalmente:
- Habla, Gaston.
- Peter, espero que no estés ocupado, y si lo estás, será mejor que lo pospongas. - Dijo casi en un tono ordenado.
- ¿Qué paso? - Preguntó sin entender.
- Estoy aquí en casa, hay alguien muy especial aquí conmigo y creo que le gustaría verla.
- Gaston, no me gusta todo este misterio. ¡Nombra los bueyes, por el amor de Dios! -Dijo impaciente
- ¡Lali está aquí, Peter! - dijo efusivamente - ¿Entiendes por qué tienes que venir pronto?
- ¿Me estás tomando el pelo? - Preguntó incrédulo - ¿Lali en tu casa?
- Sí. Ella vino a hacer un show aquí y no se quedará mucho tiempo, ven rápido y disfruta que no todos los días tienes esa oportunidad.
- Nos vemos en quince minutos. - apagó.
Peter saltó de la cama, leyó un libro, agarró una camisa social azul marino y se vistió con toda la prisa que le permitieron sus dedos. Sabía en su corazón que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no estaba preocupado. Tomó pantalones negros y se los puso, se puso sus zapatillas de deporte y se puso el perfume. Después de ducharse antes de acostarse, todo fue más fácil. Pasó la mano sobre su celular y tomó las llaves del auto encima del aparador. Pasó frente a la puerta del estudio, donde Nico trabajó en un remix y cuando escuchó el sonido de la llave, se giró para mirar.
- Hola Peter! ¿A dónde vas con toda esta prisa? - Preguntó, riéndose de su amigo.
- Nico, si te digo, me llamarás loco. Mejor déjame ir. - comentó
- Ya sé que no servirá. - Sacudió la cabeza.
- Hablaremos mañana, amigo. - caminó hacia la puerta.
- ¡¿Mañana?! - Sus ojos se abrieron - ¡Voy fingir que no te vi salir! - dijo en voz alta para que el amigo escuchara.