Después de un intenso día de trabajo, su teléfono había sonado y era un mensaje, su corazón se aceleró cuando vio quién era el remitente:“Estoy en Argentina y escuché que tú también lo estás. Si estás sola y sin ningún compromiso, quiero encontrarte. Peter ".
Ella respondió de inmediato que estaba en casa sola. Sí, fue una invitación para él. Su teléfono sonó de inmediato y respondió con el corazón acelerado.
- Peter ...
- Lali, voy a tu casa ahora. Necesito verte. - Dijo directamente.
- Estoy esperandote. - contestada.
Ambos colgaron y en unos minutos, que parecieron una eternidad, su auto se detuvo frente a su portón y Lali corrió hacia el jardín, lo abrió con el control remoto y lo dejó entrar. Volvió a cerrar la puerta y regresó al porche, esperando a que saliera del coche. Vio a Peter salir con jeans y una camisa negra con cuello en V. Él sonrió y ella le correspondió. Subió las escaleras del porche y se quedó allí, al pie de las escaleras, dejando a Lali en el escalón de arriba y manteniendo su altura.
- ¡Bienvenido! - Ella sonrió.
- Es bueno estar de vuelta. - él responde.
Los dos se besaron lentamente, esta vez sin prisa, sin dejar que el deseo hablara más fuerte. Le puso ambas manos en la cintura y se deslizó hasta sus caderas, mientras Lali mantenía las manos sobre sus hombros. Terminaron el beso con unos besos y se miraron. Algo todavía la dejaba en duda y necesitaba hablar con él.
- Quiero hablar contigo, Peter. - ella tomó su mano - Ven conmigo.
Él no dijo nada, simplemente dejó que ella le llevara y se sentara en el sofá, con Lali sentada a su lado. Respiró hondo para animarse a hablar.
- Peter, vi que estabas grabando una canción para Martina. ¿Por qué le hiciste esto y luego me persigues? Quien te gusta de verdad - viéndolo.
- Me gusta ella, Lali. - respondió mirando a los ojos.
Eso fue como un golpe y lo peor, que tuvo el coraje de decir eso después de lo que les había pasado en esos últimos días. Su corazón se hundió, su mirada se desvió y se mordió el labio para contener una lágrima. Había perdido a Peter, ya no tenía ese sentimiento especial entre ellos.
- Lali ... - la llamó.
- Hola.- Ella lo miró tratando de no llorar.
- Me gusta ella, pero te amo. - Deslizó el dorso de sus dedos por su mejilla.
- ¿Qué? - Sus ojos se abrieron, sintiendo el calor regresar a su cuerpo.
- Te amo, Lali. Salí con Martina pensando que podía tomar una nueva dirección en mi vida, pero me engañé. Cuando Gastón me llamó ese día, diciendo que estabas en su casa, me olvidé de todo, solo pensé en nosotros. Sentí el mismo sentimiento que hace tres años, cuando todavía éramos parte de Teen Angels. Tenerte de nuevo en mis brazos me hizo abrir los ojos y tomar una decisión: dejar de intentar escapar de mi destino y perseguir a la mujer que amo. Durante todo ese tiempo Martina fue una gran amiga y lo sigue siendo, entendió que nunca podría sacarte de mi corazón, ya sabía que eras la persona que amaba cuando querías arriesgar una relación conmigo. - Él explicó.
- Estaba tan triste de verte con otra, pensé que lo había olvidado, pensé que había olvidado todo lo que pasó entre nosotros. - dejó caer una lágrima.
- Nunca olvidé cada momento. - le dio un beso - Al principio me dolió su miedo, pero luego comencé a aceptarlo. Sería difícil para los dos. Pero después de dos años y medio, no podemos olvidarnos y seguir amándonos. La mayor prueba de que tenemos que estar juntos. - le secó la lágrima con el pulgar - Sé mía, pequeña. Esta vez, de verdad, sin miedo.
- Todo tuyo, mi amor ... - le puso la mano en la cara.
- Mi novia … - la besó cariñosamente.
De allí, se fueron al dormitorio, se amaron lentamente, sin prisa, con suaves caricias y besos. Lali era suya de nuevo. Tuvieron que esperar hasta que ambos entendieron ese sentimiento interior, entender que todo tiene su tiempo y que si dos personas se aman de verdad, los obstáculos no podrán destruirlo.