Donde las estrellas nos puedan ver

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Al salir siento el ambiente cambiado, ya no siento el frío del avión, ahora solo siento la brisa caliente que corre por la puerta del aeropuerto.
Mientras, Marc, mi hermano mayor está esperándome junto con su coche para recoger mis maletas y así poder acompañarme a la casa en la que me voy a alojar en esta larga estancia.

Por si no me habría presentado, soy Alice, o más bien Alicia Valle. Este verano he llegado desde España hasta Miami para poder estudiar y aprender un poco más sobre el idioma.
Al acabar el instituto mis profesores me recomendaron muy buenas universidades aquí, y ya que mi nota era bastante alta y mis padres se lo pudieron permitir, me mandaron a estudiar a alguna parte de Estados Unidos, con tan "buena suerte" que decidieron también que compartiría casa con mi hermano, el cual ya vivía allí, y sus amigos, unos estadounidenses demasiado locos a los cuales les encantaba la fiesta y dar problemas... o eso solía contar papá.
Aunque la historia de mi hermano no es muy complicada, amaba Estados Unidos, y mis padres para no escucharlo más quejarse sobre que nunca lo había visitado lo enviaron durante un año, con la condición de que trabajara para pagar sus cosas, ya que su nota no era muy alta. Después de un tiempo, encontró una novia aquí, y ahora por nada del mundo quiere volver a España, fin.

Abro la puerta del copiloto y entro en el coche, sin pensarlo me pongo el cinturón y bajo la ventanilla. Un minuto solo ha pasado y ya estoy nerviosa por que mi hermano tarda demasiado hasta llegar al coche.
Justo cuando escucho abrirse el maletero bajo la ventanilla del coche y grito:
-¿Vamos a tardar mucho en llegar? Necesito llamar a Mamá y decirle lo aburrido que es este lugar.
Mi hermano hace una mueca y saca su teléfono asintiendo para que llame.

Dos veces he llamado y mi madre no me ha contestado todavía, no puede ser, demasiado poco ha tardado en olvidarse de su hija igual que lo hizo cuando su hijo se marchó .

Siento la tensión en el coche, nadie habla, y la música extraña que escucha mi hermano suena de fondo.
-creí que ya habías cambiado de gustos musicales, pero veo que todavía son una mierda.- le digo con un toque risueño.
-tal vez eres tú la que no sabe valorar este arte- y comienza a chapurrear algunas palabras de la canción.
Yo le respondo que creía que sabría hablar mejor inglés y él ríe, y justo entonces me doy cuenta que ya ha aparcado delante de una gran casa, una casa de pelicula.

Estoy demasiado emocionada y asustada a la vez; mi hermano me dijo que darían una pequeña fiesta en mi honor, pero no conozco a nadie, y por lo que tengo entendido también vendrá su novia a si que creo que quedaré un poco marginada.

Me situo detrás de Marc hasta que abre la puerta y me hace un gesto para que pase, y a continuación entra el con mis maletas.
Al entrar un grupo de chicos está situado en un sofá de la sala principal, que deduzco que serán nuestros compañeros de casa, pues los veo demasiado cómodos.
Uno por uno se acercan a saludar. El primero se llama Jefrey, y aunque tiene cara de pocos amigos al explicarles que en España saludamos con dos besos sonríe de oreja a oreja.
Mi hermano me avisó de que eran un poco locos y pervertidos pero no creí que se emocionarían por darme dos besos.
Mi emoción aumenta cuando veo a las chicas tan simpáticas que hay en la cocina las cuales estaban preparando algo para comer y sacando cervezas de la nevera.
Incluso resulta que la novia de Marc, stephanie, es un amor, y mañana me llevará a un centro comercial para que pueda comprar un par de cosas que no cabían en mi maleta y tuve que dejar.

Justo cuando creo que todo es perfecto escucho un estruendo gigante en la puerta, y lo que parece ser la voz de un chico molesto.
-joder, ya os dije que no quería otra puta fiesta, a la mañana siguiente me tocará limpiar toda vuestra mierda a mi, sois demasiado perros.
-tranquilo hermano, yo te ayudaré- escucho decir a Edward, el otro chico que acompaña a mi hermano en el salón.
-Jack, mi hermana ya ha llegado, creo que está en la cocina con las chicas, y bueno... tú novia no quiso venir, dijo que tenía planes mejores con Allison.- vi a Marc dirigirse al chico que acababa de entrar por la puerta.
Poco a poco me acerqué a ellos, y saludé al tal Jack, ese chico de ojos ceniza, donde su azul tenía tan poca intensidad como un día nublado.
El chico después de saludarme hizo un gesto a mi hermano y los dos desaparecieron.
Pero ¿que estarían tramando? ¿Porque Marc me acababa de dejar sola en aquel salón con estos chicos a los que no conocía de nada todavía?