Ya han pasado dos semanas desde que llegue a este lugar exótico.
Aunque todo parezca ir igual, mi vida está cambiando por completo.
Mi mejor amiga y yo apenas hablamos, ella empezó esta semana pasada sus clases de idiomas y ocupan mucho tiempo en su día a día.
Mis padres me llaman a toda hora, ha sido eso motivo de discusión, pues cada vez que salgo a caminar o ha hacer algo, me llaman, y no puedo responder, así que al llegar a casa tenemos discusiones por esto mismo.

Se me estaba olvidando hablar de Jack, después de lo de mi hermano, no volvió a hablarme en todo el tiempo que llevo aquí.
Mi hermano desde entonces se la pasa pendiente de que no vuelva ella por aquí, y eso me pone nerviosa, por mi culpa la novia de un chico que ya vivía aquí, no puede pisar esta casa.

Mi hermano y Stephanie no han tenido unos buenos días, ella ha tomado demasiado tiempo para decidir qué haría este año, si estudiar o trabajar, y mi hermano está claro que apoyaba a la primera.
Después de un tiempo de su primera discusión, ella comenzó a trabaja en un pequeño puesto de una editorial que se encuentra justo al norte de Miami.
Pero ellos siguen siendo la gran pareja y eso me alegra.

Las chicas siguen siendo igual de simpáticas, y ahora casi las considero mis mejores amigas.
Son grandes chicas con corazones enormes. Catherin es la más pequeña del grupo, y siempre está hablando. Su melena rizada rubia hace sentir que te sientes en un desierto y sus ojos son tan ¿verdes? Que casi diría que son iguales a los míos.
Elisabeth es la otra, no parece tan simpática, pero cuando llevas una semana con ella, te das cuenta que lo único que intenta es aparentar un aspecto de mala persona.
Debería de admitir ya que todas son un amor.

Los chicos, Edward y Jeffrey, estos días también me han llevado a un montón de lugares bonitos. Recorrimos media playa buscando una heladería el sábado por la noche.
Fue demasiado divertido, aunque la heladería no se encontraba más lejos que en la primera calle de la playa.

Después de comer como en 6 hamburgueseria, se que la mejor de todas es de un local llamado Swings Burguers.

Pienso todo esto antes de llegar a la puerta de la casa, y justo cuando estoy ahí recuerdo que dejé las llaves dentro.
Toco un par de veces y nadie responde, así que decido sentarme en el borde de la puerta.
Unos cinco minutos después veo a Jack llegar, este con su pelo rubio hace que el sol parezca incluso más brillante.
Tiene una mirada perdida, siempre está perdido.
Apenas me he cruzado con el por la casa pero ya era hora de encontrarnos cara a cara.

-Necesito que me abras la puerta, deje mis llaves en casa, y tengo que ir deprisa a la universidad, al parecer hay algún error en mi matrícula- digo, después pienso, que hago contándole mi vida al chico que lleva sin hablarme dos semanas... aghhh dos semanas que no me ha dirigido la palabra, cree que soy tonta o algo.

Entonces es cuando él, por primera vez en mucho tiempo gesticula un par de palabras a mi lado.
-Tienes suerte, por lo menos este año continuarás estudiando- no dice más y desaparece dentro de casa.

Paseo por el salón y la cocina, pero ni rastro de Jack. Debe haber subido a su dormitorio, o tal vez haya huido de mi, claro que lo estoy amargando. Cuando parece que todo va bien le cuento mis problemas.

Escucho la puerta abrirse y salgo de mis pensamientos, me acerco y encuentro a mi hermano en ella.

-hola mi bebé¿como te sientes hoy? ¿Hablaste con los papás? Si quieres esta noche podemos salir a comer, así hablamos de una cosa que te quería proponer.

-claro que si mi niño, hoy saldremos a cenar a esa hamburgueseria tan rica de al lado de la editorial, si no te parece mucha molestia- digo haciendo una mueca de tristeza para que mi hermano me consienta.
El mueve la cabeza asintiendo, y ya tengo plan para esta noche.

Son las 6:00 pm, y ya estoy metiéndome en la ducha, me arreglo un poco y espero a que sean las 8:00pm para bajar al salón a encontrarme con Marc, el también esta emocionado por ir a comer conmigo a solas.
Al bajar veo que el ya está en el coche, subo en el y nos encaminamos hacia la hamburgueseria.

-Bueno Ali, como sabrás esta es nuestra semana de vacaciones, los chicos y yo tenemos toda la semana libre.

Yo creí que lo diría para estar conmigo más tiempo, a lo que terminó quitándome todas esas ganas:
-Yo viajaré con Stephanie fuera de aquí, como por unas islas donde vamos a relajar todo nuestro estrés, y los chicos también tienen planes, así que la casa y tú estaréis solas, aunque espero que eso no suponga ningún problema.
-¡eso es genial! - asiento, por fin libertad por una semana.

Marc me lleva a casa y al llegar a la puerta recojo un poco el salón que está lleno de comida por todas partes. Estos niños cuando aprenderán....

Siento que mis ojos casi se cierran, así que me coloco el pijama y le adentro en mi cama, y así no duro mas de un minuto en dormir.
Por fin el día ha  acabado, por fin puedo descansar.

Donde las estrellas nos puedan verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora