Cuando dejo de pensar en todo me doy cuenta de que tengo que aprovechar ahora que está dormido, sino después no voy a poder. Corro al cuarto de juegos y tomo unas esposas con sus llaves. Las abro mientras corro de nuevo a la sala. Tomo despacio una de sus muñecas y se la coloco ¡por favor que no se despierte! Se mueve pero no abre sus ojos. Cierro la otra esposa en su muñeca y espero. No se despierta hasta después de una hora cuando estoy sirviéndome un poco de té.
-¿Pero qué demonios?
-Ah Sr Grey, se despertó por fin
-Anastasia quítame estas esposas
-Ni en tus mejores sueños, me pusiste los ojos en blanco y ahora tendrás tu castigo- me mira muerto de risa y niega con su cabeza
-Anastasia lo digo enserio, quítame las esposas- me dice parándose
-No lo voy a hacer- se acerca hasta la barra. Solo tiene su pantalón pijama y una remera color blanca
-Oh si nene, ven aquí- se ríe, se está riendo de mi
-Ana, no podrías ser Dominante si no lo dices enserio y ahora veo que estas disfrutando de la situación pero no de manera seria
-¡No lo arruines!
-Ok puedo jugar este juego... dime que quieres que haga
-Quiero que me digas "princesa"
-¿Princesa?
-Si
-Ok...
-Ahora ven hacia mi sin decir nada más Christian- yo de verdad lo estoy intentando pero es verdad, esta situación me da risa, pero trato de disimular ante él. Se para a mi lado y yo bajo del taburete y lo tomo por las esposas y hago que camine hacia el cuarto de juegos. Cierra los ojos y sé que sonríe
-Quita esa sonrisa de tu cara Grey... o el castigo será el doble- suspira, abro la puerta y enciendo las luces. Recuerdo la primera vez que vi este lugar, lo asustada que quede. Cierro con llave y lo empujo hasta que su espalda esta contra la puerta
-No te muevas- le dijo mirándolo a los ojos
-Si...
-Si ¿Qué?
-Si princesa-
-Buen chico- voy a un cajón donde deje algo por si lo necesitaba. Tomo las tijeras y me acerco a él que abre los ojos con sorpresa y terror
-Ahora, si te mueves mientras hago esto podrías salir lastimado así que... no te muevas- Comienzo a cortar su remera por el centro hasta llegar a su cuello. Corto las mangas y la remera rueda al suelo. Beso su pecho. Su cuello y sus labios. Siento que quiero acercarte
-Ah! Quieto- le digo y el vuelve a apoyar su espalda en la puerta. Me quito el camisón que él dice odiar para quedar totalmente desnuda ante sus ojos que me miran y se vuelven más oscuros.
-¿Te gusta lo que ves?
-Si princesa
-¿Qué es lo que más te gusta?
-Tu culo
-Eres un atrevido
-Lo siento princesa
-De acuerdo ahora quiero que cierres los ojos... y no es un pedido, es una orden- Christian cierra los ojos y me apresuro a sacar del mismo cajón donde deja la tijera, el antifaz y la fusta que compre. Le coloco el antifaz y le quito su pantalón y su bóxer. Lo tengo completamente desnudo apoyado en la puerta. Tomo su miembro entre mis manos y comienzo a acariciarlo mientras le susurró al oído