CAPITULO 20

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Taylor está parado cerca de la puerta de "Esclava" a la espera de Elena. La veo salir y veo como Taylor le habla, ella le sonríe ¿Qué le estará diciendo? Elena mira dentro de su cartera y Taylor aprovecha su distracción, le aprieta el cuello y ella cae en sus brazos. Él la toma como si fuera su novia y la apoya contra la puerta. Abro el baúl y saco de él el bolso donde Taylor guardo las cosas. Cruzo a calle cuando él abre la puerta y se mete con ella dentro del salón. Llevo también mi maletín. ¿Qué fue lo que hizo que Elena se desmayara? Bah, no me importa. Sin encender las luces pasamos al privado y cerramos la puerta. Hay una barra donde se ven perchas... seguramente es ahí donde se cuelgan los abrigos. Tomo las cuerdas y le digo a Taylor que le quite la chaqueta y la camisa y la ate. Me mira. Del resto voy a encargarme yo. Él lo hace sin miramientos. Salgo del baño con un balde lleno de agua.

-Taylor espera afuera. Cuando yo termine, sea lo que sea que hayas hecho lo volverás a hacer y llevaremos a esta perra hasta su casa y la dejaremos tirada ahí. ¿chequeaste lo de las cámaras?

-Volverán a filmar a partir de mañana a las 11. Dejaron de filmar hoy a las 14

-Eres un genio- él me sonríe

-Espero por tu orden. Voy a mover el auto

Cuando se va y cierra la puerta le paso llave. La veo, todavía tiene puesto el corpiño pero no será por mucho tiempo. Le quito los zapatos, las medias, la pollera y su asquerosa tanga. Esta toda desnuda. Mujer horrible. Abro el bolso y me asusto. No puedo creer que ella utilice esas cosas. ¡Pobre Christian! pienso ¡pobre Isaac! Vuelvo a pensar. Le coloco la mordaza y la venda. Ella sabrá que soy yo, pero no podrá ver nada. Solo va a sentir dolor. Mucho dolor. Le tiro el balde de agua en la cabeza y ella gime. No ve nada y comienza a moverse desesperadamente

-Por más que luches, no vas a lograr nada- sé que sabe que soy yo por lo que lucha con más desesperación. Me place verla así. Indefensa. Así es como debió estar Christian y a ella le importo una mierda y a mí también me va a importar una mierda

-Será mejor que te quedes quieta y me escuches atentamente perra asquerosa. Christian es MIO! ¿lo escuchaste? MIO y solo MIO no tuyo ni de todas las que pasaron por el cuarto de juegos. Porque fueron nada en su vida. Tú le hiciste daño... siempre me dice que le salvaste la vida... ¿salvarle la vida? Tú lo destrozaste... pero yo voy a volver a colocar las piezas en su lugar porque LO AMO ¿conoces ese sentimiento? Tonta de mi ¿qué vas a conocerlo? Tú no sabes NADA DEL AMOR

-Y esta niñita hoy, va a hacerte sentir en carne propia lo que le hiciste durante todos esos años a Christian ¿me escuchas abusadora de menores, pervertida de mierda?

Tomo la vara del bolso y asustada me acerco a ella

-Quiero que pienses en Christian con quince años, atormentado, asustado, excitado y solo cuando te de cada golpe sucia- la golpeo fuerte y ella grita. Pero no se oye porque tiene la mordaza. Tomo la vara con las dos manos y la vuelvo a golpear. Ella vuelve a gritar. Lo hago otras 12 veces. Su piel esta roja y comienza a ponerse azul. Me agacho y tomo el látigo... dios mío es muy grueso... con esto golpeaba a Christian ¿y él dice que le salvo la vida? Tiemblo. Por suerte ella no me ve. Solo respira entrecortado.

-¿Te duele? ¿te duele? ¿no soportas el dolor?- me acerco a su oído

-No sabes lo que te espera- me retiro un poco y le tiro un poco más de agua. Esta temblando. Desnuda, golpeada y con frio... es lo que se merece. Descanso cinco minutos cuando vuelvo al ataque. Tomo su corpiño y lo corto. Dejo expuesto su pecho y la golpeo con el látigo. Ella lo golpeaba donde tiene sus cicatrices. Yo la voy a golpear en sus tetas compradas. Le pego 12 veces. Sus gritos son cada vez más agudos. No quiero excederme demasiado. Finalmente lubrico un gigantesco consolador y poco a poco se lo introduzco en el culo. Ella grita y se mueve y con cada movimiento más le duele o al menos eso es lo que yo pienso. Puedo ser más cruel pienso, pero entonces ya sería como ella. Y no quiero

Christian Grey, 50 sombras y luces parte IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora