Aún estaba aturdido, pasó tan rápido, el chico que vi junto a Gabriel y que parecía tan amable con los nuevos se había esfumado delante de mí y no pude hacer nada o tan siquiera despedirme, se me dijo que así es como funciona este lugar y mi mente solo podía sentir el miedo que sentía al creer que no podría ayudar a la pobre chica. Pasó un buen tiempo desde el suceso, no había visto a Alicia o a los otros niños desde que parecía haber amanecido, pude entender esa parte observando a las personas que llegaban o dormían, aunque pudiera ser en principio una gran ayuda para tener más sentido del tiempo no funcionaba mucho ya que aún me era imposible seguir el conteo de lo que anteriormente, o en vida, pudieran ser los días; le pregunté varias veces a Gabriel por Alicia, este dijo que no me preocupara tanto, que así pasaba con ella y volvería tarde o temprano. Sería estúpido tratar de ocultar mi aburrimiento y, como algunos llamarían, mi amargura al no poder hablar con ella ya que siempre que la veía, algo dentro de mí me hacía sentir calmado, como si todo esto no fuera más que un pequeño sueño en el que puedo divertirme y del cual despertaría sin problema alguno.
Comencé a vagar por el edificio entero, veía a personas reales en cuartos o pasillos, algunos lloraban por perdidas y otros parecían tratar de calmar sus nervios usando la risa como medio de distracción, también llegué a ver almas, algunos parecían nuevos como yo. Parecía una buena idea decirles los que pasaba o tan siquiera llevarlos con Gabriel, pero no me interesaba en lo absoluto, decidí ignorarlos tal como si yo fuera una persona real o por lo menos viva. Realmente es horrible lo que hago ya que ignorarlos solo hace peor el pánico, pero no siento en mí una necesidad de ayudar a nadie que no sea Alicia o algún otro pequeño que se quede en este asqueroso lugar, ellos son adultos y deben buscar sus respuestas tal como yo las conseguí: corriendo y gritando.
- ¿Por qué no los ayudas? – pregunto una voz grave detrás mío. Era un hombre recargado en la pared, parecía disfrutar del pánico de aquel "nuevo" y de como yo los ignoraba.
- No me importa ayudar a las personas, además estoy seguro que muchos me vieron y no les importé, no veo porque ayudar a los demás – respondí al hombre aún desconocido.
- Bueno, debo admitir que tienes razón, yo mismo te vi cuando corrías y no quise ayudarte – dijo el sujeto riéndose.
- Que bien por ti – dije un poco molesto – ahora me alejare para dejar de hablar contigo.
Algo dentro de ese hombre me parecía irritante, su actitud no solo sin importancia si no que también burlesca, me hacía sentir incómodo y molesto así que tenía suerte que no intentara hablarme de nuevo cuando me alejé.
Divisé a Gabriel a lo lejos y este me vio a mí, se acercó con esa ya conocida aura de amabilidad y felicidad que tanto había agradecido en los primeros momentos que lo conocí, pero ahora se me hacía extraño, no solo parecía que no le importara estar atrapado en el puto limbo, además tenía la sensación de que disfrutaba que hubiera nuevos rondando por el lugar cual fantasmas. Traté de imaginarme siendo como él y solo pude hartarme de pensar en contar lo mismo cada vez que alguien llegaba a este pequeño y no tan caliente infierno.
- Hola chico – dijo con gran emoción – ¿Ya recuerdas tu nombre?
- Hola, aun no recuerdo nada – contesté. En parte me sentía mal por contestar tan frio a su amabilidad, pero para mí aun es raro que alguien sea tan alegre aquí.
- No te presiones, pronto lo recordaras y tu estadía podrá ser más llevadera – remató.
- Bueno, espero que no sea tan larga mi estadía. Por cierto ¿Has visto a Alicia?
- Aun no, pero no te preocupes por la niña – dijo poniendo su mano en mi hombro – ven, ayúdame con un chico que recién llegó – no me dejó rechazarlo así que simplemente me dejé llevar.
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El lugar de las almas
ParanormalUn hombre despierta en un lugar desconocido sin recordar nada de el mismo solo para darse cuenta que las personas a su al rededor no le prestan atención , el encuentro con una pequeña niña cambia su rumbo tomando una decisión que querrá cumplir, sin...