"No soy un tipo malo
así que no me trates mal si me siento triste, ¿De acuerdo?
por favor no te enojes si no te sonrió de vuelta, ¿De acuerdo?
si yo arruino mis palabras, no pienses que soy absurdo, ¿De acuerdo?
¿De acuerdo?"
| Detenti...
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Ruge el motor y eso despierta a Jimin, el viaje comienza.
Aún es muy temprano, por la ventana ve a padres despidiéndose de sus hijos que se van todo un fin de semana de campamento, entre ellos, está la madre de Jimin y su tía, ambas conversan con algún padre de familia hasta que ven que el bus enciende motores, entonces se despiden con sonrisas grandes "Cuídate", lee en los labios pintados de carmín de su madre. Sacude su mano hacia ella, se verán pronto, sólo son tres días de campamento.
En las expresiones de los adultos se ve desde alegría por poder pasar un fin de semana libre de adolescentes, en algunos hay preocupación, en otros, desinterés, Jimin cree que eso es lo que demuestra con su expresión. Tal vez solo estaba viendo el reflejo de la ventana. Un viaje escolar a unas cabañas y un bello lago no es lo más emocionante en su opinión, el año pasado no fue, el anterior a ese se enfermó y no pudo asistir, es su primera vez dirigiéndose a esas cabañas y aunque imagina que podría ser divertido, también cree que su falta de amigos podría ponerle en escenario incómodos.
Eso le desanima si lo piensa demasiado.
—Ya despertaste —voltea hacia la voz, es Yoongi, su compañero pálido y quien se ha sentado a su lado. Verle ahí es más que suficiente para hacer que su corazón revoloteé, cuando le ve sonreír se siente cómodo, él podría ser perfectamente lo mejor en este viaje. El mayor mantiene su sonrisa mirando las lindas mejillas de Jimin, sus ojitos entrecerrados y su sonrisa adorable, la vista es hermosa—, ¿Te gustaría oír?
El auricular derecho es ofrecido al cachetón, quien asiente sin dudar, lo han hecho tantas veces. Jimin se lo pone y se relaja en su asiento, mirando de reojo al chico que tanto la gusta. Si no fuera por el trabajo del profesor Choi, jamás se habrían acercado tanto, siempre estaría agradecido con el anciano calvo, el buen maestro de biología que les puso un trabajo en equipo. Había visto de lejos a Yoongi por mucho tiempo, apenas intercambiando pocas palabras formales, pero ese trabajo y el que tuvieran que verse en casa del otro terminó por acercarles como ninguno esperaba. Jimin estaba feliz de haberse encontrado con Min Yoongi, así como de que su atracción fuera correspondida.
Yoongi se había acercado a él como ninguna otra persona, y no sólo le gustaba mucho, Jimin disfruta de la música que suena por el pequeño auricular mientras piensa en lo mucho que disfruta estar con ese chico, aunque no digan nada.
Está a punto de dejar caer su cabeza en el hombro del pelinegro cuando siente una mirada, Jimin lo nota, les miran desde un espejo. El chófer les mira, a él, a ellos y a todos sus compañeros, sus ojos sonríen hacia Jimin al verse descubierto, él está espiando lo que hacen y no dice nada, nadie dice nada, así que Jimin calla.
Por sobre la música, a los oídos de Jimin llega el escándalo de sus compañeros, no dice nada en un principio, pero escucha bromas, risas, los de atrás siempre hacen mucho ruido, tal vez fumen, puede sentir luego de unos minutos una pequeña molestia en su nariz así que seguramente se están pasando el cigarrillo entre ellos. El chófer debe saber.
