Prólogo

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Una criatura se hallaba sentada en la inmensa oscuridad. Lo único distinguible era su sillita de madera, su extrema vejez y dos protuberantes cuernos de carnero que salían de su cabeza. Con pluma y tintero escribía al aire y hablaba con una voz pastosa y ronca.

Cuenta la leyenda, o las leyendas, que el verano concibió al invierno, después de una tentadora danza entre el otoño y la primavera.

Cuentan que después de aquello todos los mundos del Alfdosyts se bañaron en tinieblas cuando el segundo se destruyó; que apareció en lo más remoto del syt una luz de la oscuridad, un ser de alas blancas tan puras como el alma de una criatura recién nacida, pero perturbado y desesperado, llenándose de corrupción. Gritaba desesperado a la nada, a la oscuridad y al vestigio de su antiguo mundo.

Airandsyt. Odiaba que la historia se repitiese, sabía su final y su comienzo.

Mikael.

El ser lloraba por lo que había perdido y se lamentaba por haber visto salvado una pizca de su mundo. De pie con las alas ahora negras y brillantes en plata se retiró mientras años y años pasaban formando décadas, siglos y milenios.

Los mundos renacían. El gran árbol volvía a crecer, pero nada era igual. Solo no podía hacer lo que antes construían cuatro.

Y con su menguante poder formó Fankalsyt, que desolado esperó hasta su nueva llegada.

Un día llegó con una mujer de cabellos violetas, traía a un bebé envuelto en finas telas de color azabache, despedía frío; y a su melliza envuelta en telas blancas y resplandecientes, que contrariamente despedía calor. Los Dioses. Crearían al ser que todo Fankalsyt detestaría, por esclavista y maldito; los Diez Dioses crearon a Kerit, el primero y a Fénix, la hermana.

Con ellos poblaron a Fankalsyt de seres como: elfos, enanos, hombres, ignanos, nagaeños, quntur, rawni y muchas más criaturas. Kerit fue el Primer Inmortal y el Ser más poderoso de todos; en su locura se apoderó del mundo y cuando se vio en la más profunda desolación, finalmente, decidió dormir. Pero quién sabe cuándo despertará para sembrar nuevamente el caos.

Y en tiempos de Kerit nació la profecía, inspirada en un ser que le plantó lucha en sus días hasta desaparecer de la misma manera en que apareció. Concedió el conocimiento de tiempos mejores, de tiempos donde alguien como él vendría para vencer a Kerit.

El séptimo, con su mismo nombre. Querit sería el Jo'or que salvaría a todo el mundo cuando el esclavista decidiera regresar y reclamar lo que en algún momento fue suyo.

Y.

Cuentan las leyendas, que por estas épocas nace un niño, uno que salvará su pasado, su presente y su futuro.

Un niño, damas y caballeros, un niño que jugaría con el tiempo, y es milagroso saber que se trataría de mi hijo. Jo'or es su nombre, Jor o El Llegado, que dará con su vida el fin de una era; en la que... hemos vivido por mucho tiempo... tiempo que obviamente ya se acabó, porque, esto es el juego del Tiempo...

La criatura rió.

Situémonos, puedo decir ya, que hace exactamente 1200 años, Draegan asesinó a sangre fría a todos los magos de Centraria. ¿Olvidé mencionar que allí nació el elegido? Bueno, que va... tengo que centrarme porque usualmente divago demasiado...

Tosió y levantó polvo donde se supone no debería haber. O surgió de sí. Daba igual si es que era un sueño que ahora desembocaba en un cielo nocturno y estrellado, de un 1200 oscuro, en una zona donde reinaba el frío, donde reinaba el poder de Snyag sobre una secta de origen lejano.

Sueños Vacíos - Profecías 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora