Capítulo 2

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GRISELDA

La última hora había sido todo un reto porque, justamente ese día, estaba lloviendo, y hacía un frío tremendo que me recordaba que debía estar en mi cama, durmiendo. Milagrosamente no había tráfico, pero estaba segura de que, cuando saliéramos de allí, iba a ser un completo desafío volver a casa. Menos mal que era sábado porque, si hubiese sido un día de semana, estaría segura de que me estaría preguntando una y otra vez que como haría para llegar temprano al trabajo.

Celeste y yo estábamos ya dentro del local, ejercitándonos en las caminadoras. Seguía molesta por lo que había pasado hacía un rato, aunque no tanto como hacía una hora. Seguramente tenían una razón para haberlo hecho, aunque no sabía cuál era. De hecho, el hecho de que me despertaran como lo hicieron, y la actitud de Reinaldo para con Antonio me dejó pesando. ¿Por qué me habrían despertado de aquella forma? Trataba de pensar en una razón, pero no lograba conseguirla. Parecía esfumarse de mi mente como humo. Sin embargo, no quería pensar en nada ese día. Quería solo relajarme un poco, y un poco de ejercicio me haría bien. Seguramente ya lo sabría, y tenía el presentimiento de que sería ese mismo día.

-Oye, comadre-dijo Celeste corriendo en la caminadora-. ¿Qué te parece si nos vamos de shoppings, nos damos un masaje en el spa y nos vamos al salón de belleza?

-Me parece bien-le dije mientras corría-. Creo que nos sentaría bien a ambas.

De hecho, me pareció un buen plan. Ambas trabajamos mucho, y creía que ambas nos merecíamos un descanso después de tanto trabajo. Además, ella no solo tenía el trabajo en la cafetería, sino que también tenía que hacerse cargo de Sol y lidiar con Manuel. De hecho, a veces me compadecía con ella por el hecho de que estuviera casada. Aunque Manuel había cambiado para bien y ya no le causaba dolores de cabeza, ni de articulaciones por las constantes palizas que le daba, no dejaba de parecerme que estaría muchísimo mejor estando soltera. Por suerte, yo dejé de estar casada hacía mucho tiempo. De hecho, a veces me preguntaba por qué me había casado, y de paso con el imbécil de mi ex marido, pero luego me acordaba de que me había casado con él porque llevaba un hijo suyo en mi vientre, y a veces deseaba no habérselo dicho nunca.

Celeste y yo nos bajamos de la caminadora para tomar un poco de agua y secarnos el sudor del cuerpo, cuando ella miró hacia atrás y luego me miró con una sonrisa. Parecía una adolescente cuando mira al chico más guapo del planeta, pero no entendí nada hasta que me dijo emocionada, igual que una adolescente:

-¡No quiero sonar alarmante y así, pero, mira hacia allá disimuladamente!

Celeste señaló hacia dónde había mirado antes, y vi hacia allá como había dicho. Y me alegraba de que le hubiese hecho. El hombre que estaba allí era alto, por lo que pude ver, y estaba vestido con unos shorts deportivos negros con unas franjas verticales color verde fluorescente a los lados y una camiseta deportiva negra, que le dejaba ver los brazos y la piernas. Su castaño cabello estaba despeinado y le marcaba bien sus rizos. En resumen, era perfectamente sexy. De repente, se giró hacia dónde estábamos y nos saludó a ambas. Las dos le devolvimos el saludo. Me sentía como cuando había conocido a mi primer novio. Era el chico más guapo y popular de la escuela, y yo solo era una chica de primer año de secundaria, pero, cada vez que lo veía, sentía mi corazón latiendo con fuerza y me daban ganas de hacer el amor con él. Sin embargo, él estaba a punto de graduarse cuando lo conocí.

-Qué hombre tan guapísimo, ¿no crees?-dijo Celeste suspirando-. ¿Verdad que es guapísimo?

-Guapísimo no, Celeste-dije tajante-. Es demasiado sexy.

-Juro que, si no estuviera casada, me acostaría con él. ¡Está demasiado buenísimo!

Asentí. Celeste tenía razón. Aquel tipo estaba demasiado bueno como para no darse cuenta de ello. Aunque estaba lejos, podía ver que tenía los labios carnosos. De repente, me provocó besar esos labios y sentir su lengua saboreando los míos.

Marido en Alquiler: Después del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora