C I N C O

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— Eres una mentirosa que no podré decirte algo porque irás a llorar con el director nuevamente — Damian mira con odio a la rubia —. Si, te hablo a ti Sandsmark.

— ¡Eres un niño malvado y egocéntrico! — le grita la joven mirándolo mientras intentaba quitar el chicle de su cabello.

El Wayne abre la boca indignado:— Y nuevamente diciendo eso! ¿Qué acaso quieres otro chicle? ¿Eh? Porque puedo ponerte dos chicles si me dices nuevamente malvado.

Damian la ve con intensiones de hacerlo, aprieta los nudillos.

— No te atreverías — Cassandra lo mira con odio.

— Pruébame — reta Damian entrecerrando sus ojos —, y te arrepentirás

— Eres un-

Y el timbre del colegio hace salvar a Cassandra, quien corre rápidamente al baño de niñas para que Damian no pudiera pasar.

El menor de los Wayne suelta un bufido y se dirige a la salida mientras acomodaba su mochila en su espalda.

En el auto, lo esperaba Alfred Pennyworth.

— Su padre hablará con usted, lo sabe joven Damian?

— Lo sé Pennyworth — suelta un bufido mirando por la ventana cuando avanzó el auto —. Pero ella se lo merecía. Dijo cosas que no debía, me molestó tanto su presencia y sus palabras y no pude controlarme.

El peligris suelta un suspiro:— Podría sólo habérselo dicho a sus profesores antes de hacer eso.

— No, puedo defenderme solo.

— El joven Jon está en la Mansión — cambia de tema Alfred y por el retrovisor observa como capta la atención de ojiverde y sonríe levemente —. Esa es una buena noticia para usted al ver su rostro, cierto?

Damian niega:— Je m'en fous.

— Le importa más de lo que piensa, sólo no quiere decirlo pero respetaré eso.

El ojiverde juguetea con sus manos y mira al peligris manejar:— Pennyworth, cuando te enamoras de alguien...sientes mariposas en el estómago?

Alfred sonríe y asiente levemente:— Por supuesto que si, joven Damian.

— Grayson lo dijo pero no le creía, necesitaba a alguien de saber. Y tú lo eres.

— Me halaga jovencito.

Damian mira nuevamente por la ventana, pudiendo rectificar su sentir al escuchar el nombre o ver a Jon.

Y cuando llego, le contó todo lo que sucedió con Cassandra diciéndole que casi lo expulsaban de Quiddity y que estuvo apunto de pegarle dos chicles más.

Sentía nuevamente enojo al recordar cómo fue de chismosa con el director, pero cuando escuchó a Jon decir esas palabras:

— Tu no eres malvado, eres demasiado lindo y creo que no deberías hacerle caso.

Todo cambio. Sintiendo nuevamente aquel revoltijo en su estómago haciéndolo sentir raro y feliz cuando estaba alado del ojiazul.

Ese día, aunque ellos se besaban desde antes, aquel beso que se dieron lo sintió diferente, era más cálido y tierno. Haciéndolo sentir enamorado.

Capitulo cinco

Damian dejaba una pequeña sábana en el suelo y Pennyworth llega hacia ella para acostarse, soltando un ronroneo mirando al ojiverde.

Jondami: Je m'en fousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora