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La viajera se siente extraña en este cuerpo remoto, el cielo está chispeante y atormentado, el mundo se ha detenido y es ahora la temporada en que los jóvenes deben encontrar un camino al que aferrarse, uno que pueda mantenerlos seguros en su sendero, uno firme.
—¡Oh! si esto fuera menos complicado—reflexiona entre el cruce de caminos— mis sueños se han vuelto más gigantes que yo.
La muchacha impacienta, debe apresurarse a elegir cómo llegar, le inquieta encontrarse sin determinación ni seguridad y sabe que el tiempo no la espera porque lo ha visto cuando los árboles crecen y hasta cuando las peores tormentas pasan.
—¿Qué? —pregunta un transeúnte a mitad de su camino dirigiéndose a la viajera afligida, él va descalzo y con los ojos cerrados al mundo.
La muchacha aprieta la libreta de sueños y dice mirando al horizonte:
—Solamente conozco mi dónde sin poseer un qué serio y un cómo fiable para poder llegar.
—No lo tienes—resalta—porque deberás despojarte de tu lazo terrenal y seguir con los párpados adormitados, deja que el alma persiga tu dónde hasta que el cómo te encuentre—explica mostrándole.
Entonces la viajera está de pie con los ojos cerrados, sin zapatos terrenales. Sí, sus sueños son intensos, también su alma galopa sin dirección pero la conducen a su dónde seguro.
*** Escrito en la indecisión de escoger una carrera que me lleve a mi adorado dónde. 3/8/20
![La niña de las historias [en proceso]](https://img.wattpad.com/cover/207946040-64-k320970.jpg)