Carta de despedida al amor.

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Querido señor R:
No queda el querido cuando se trata de un desconocido, pero aguarda tu incomodidad por un tiempo, mientras se termina esta carta de agradecimiento.

Hoy me estuve sacando las telarañas, leyendo mensajes que existen junto a mi.
Ha pasado el tiempo desde que sentí amarte, ahora cuando veo hacia atrás presiento que contempló un campo muerto a través de una ventana empañada.
No te escribo para decir lo mucho que amaría tenerte aquí, o lo cuanto que te extraño, no, porque aquello ya ha sido y yo ya no soy la escritora que conociste. Ahora escribo por la mera necesidad de manifestar todo lo que se me cruce en la mente en mis letras desordenadas.
Pensé en ti y soñé contigo este mismo día, pero me ha aburrido rumiarlo, ver la postal de tu rostro  me aburrió y mucho más repasar en lo desesperasa que debería haber estado al hacerlo.

Hacía un tiempo no podía  siquiera evocarte como una idea, ni como una voz, ni como una sensación. Creeme que intente enamorarme de un fantasma pero no pude, por el honor de no  volverme loca.
No podía  deprimirme por la eternidad porque el amor de mi vida no podía serlo, ni tampoco convertirte en un simple fantasma, porque no puedes. Eres un ser humano gris, intermedio, te dejo marchar.

También me dejo ir, me perdono por lo que no hice o por lo que debi haber hecho, me perdono por todo.
Nos perdono.
Caminaré entre las cunetas de mi vida, me dejaré crecer de la libertad que me brinda la idea  que me aborda en este momento: ninguno cometió errores, fuimos humanos imperfectos y reales.

Gracias señor R por haber sido o por no ser al mismo tiempo, me despido pronto, el amor ya está en mi umbral y trae una aventura más.

Con prisa, yo o como preferías decirme:
Fernanda la soñadora.

02/10/20
Se me ha ocurrido cerrar este ciclo con una carta, me pone muy feliz ver hacia atrás sin sentir ningún recelo, hoy revise antiguos mensajes y no sentí nada.
Hace apenas unos meses estaba tendida en una severa depresión, creí que iba a estallarme el corazón, pero sigo aquí con el órgano bombeando rápido.
Amo en quien me he convertido, nunca creí volver a retomar la escritura, ni convertirme en bailarina.
Con amor, se despide Fer. ;)

La niña de las historias [en proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora