5-Un héroe de verdad

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El comisario suspiró y trató de acercarse más a Horacio pero este le empujó y se levantó.

ㅡNo me toques Volkov.
ㅡ¿Tanto le molesta que haya besado a Sloane?
ㅡMe molesta que me hayas mentido.

El de ojos marrones comenzó a caminar hacia su casa seguido por el ruso. Volkov fue tras él y lo detuvo.

ㅡGustabo le estaba buscando.
ㅡDile a Gustabo que estaré en mi apartamento.
ㅡ¿Pretende ir andando?
ㅡExacto, que pases buena noche.

Horacio se alejó rápidamente del lugar dejando a Volkov allí. Este volvió con Sloane y Gustabo.

ㅡ¿Lo habéis encontrado?
ㅡAfirmativo, me dijo que le dijese que estaría en su apartamento, si quiere le llevo, no creo que pueda aparcar a estas horas.
ㅡPues si me haces el favor genial.

Ambos se despidieron de la enfermera y se subieron al coche del comisario. Decidieron ir lentamente buscando a Horacio, pues a pie no llegaría en 5 minutos precisamente.

ㅡ¿Lo ves?
ㅡNegativo, tal vez haya tomado un taxi.

El resto del camino lo pasaron en silencio. Gustabo se sentía enfadado y a la vez decepcionado, no esperaba que Volkov llegase a ser así.

Cuando llegaron al edificio ambos bajaron del coche y subieron al piso correspondiente. Horacio estaba buscando las llaves de su casa apoyado en la puerta de Volkov.

ㅡ¿Me habéis seguido?
ㅡYo le he pedido a Volkov que me traiga. ㅡEl de ojos azules se acercó a su amigo y le apartó de la puerta para que el comisario pudiese entrar a su apartamento.
ㅡHoracio, ¿puedo explicarle? ㅡEl comisario se acercó a Horacio y posicionó una de sus manos en el hombro del contrario.
ㅡ¿Tengo que repetirte que no quiero que me toques? No me des explicaciones, no quiero hablar contigo.

El de la cresta abrió la puerta de su apartamento y dejó pasar primero a Gustabo, para después entrar él y cerrar sin dejar a Volkov decir nada más.

Horacio fue directo a sentarse en el sofá y se abrazó a si mismo mirando al suelo. Gustabo se sentó a su lado en silencio.

ㅡ¿Tan difícil es no mentirme?
ㅡSabes que no me gusta verte mal, pero Volkov está en su derecho de enamorarse de alguien. No puedes hacer nada contra eso.

El de cabellos rubios giró la cabeza de su amigo para que le mirase. Los ojos de Horacio estaban algo hinchados y en estos se podía notar perfectamente cómo se sentía el más pequeño.

ㅡHoracio, recuérdamelo, ¿qué haces con los problemas?
ㅡMe los como... ㅡHoracio tenía un nudo en la garganta así que sólo salió un hilo de voz.
ㅡ¡Con alegría Horacio, que no se puede estar así toda la vida! ㅡGustabo besó la frente de Horacio y se levantó de un salto del sofá. ㅡAhora a dormir que mañana vamos a por más éxitos. ㅡHoracio sonrió levemente y se despidió de Gustabo.

Al día siguiente en comisaría Volkov estaba mucho más callado de lo normal. Esto extrañó a Conway y fue a hablar con él.

ㅡ¿Qué te pasa?
ㅡ¿A mí? Nada.
ㅡ¿Acaso la enfermera te rechazó?

El comisario no contestó, simplemente miró su móvil. Horacio no contestó ninguno de sus mensajes pidiendo disculpas ni atendió sus llamadas.

La había cagado, y bien.

ㅡGracias, Jack Conway, por esparcir un rumor que ha acabado haciendo daño a la gente.
ㅡ¿Cómo?
ㅡYo no siento nada por Sloane. Si algo de un beso le ha llegado es por otros motivos se su vida personal, pero ella y yo sólo somos amigos.

Volkov salió de comisaría llamando la atención de Gustabo.

ㅡ¡Volkov! ¿Has visto a Dan?
ㅡ¿A Dan? No lo he visto, tal vez se haya retrasado un poco.
ㅡNo creo, él no es una persona de retrasarse tanto.

El comisario se subió en un coche y comenzó a patrullar por la ciudad, deseando tener la suerte de encontrar a Horacio para poder aclarar el malentendido de la noche anterior.

El chico de la cresta no durmió ese día. Sus ojos estaban rojos e hinchados y le podía el cansancio.
No sabía si ir a trabajar ese día así que le mandó un mensaje a Conway diciéndole que se retrasaría unas horas.

Se puso el uniforme y salió de su apartamento. Ya no sabía qué pensar sobre Volkov, se pasaba las tardes viendo a la enfermera pero tenía 6 llamadas perdidas y 23 mensajes de él pidiéndole disculpas.

No pretendía ir a comisaría, decidió ir a la pequeña isla donde acabaron con la vida de Torrente.
Aunque en esa isla conoció el verdadero significado de la palabra "miedo" le relajaba estar allí.

Cuando llegó se sentó en el centro de la pequeña isla y se quitó el pasamontañas dejando al aire sus cabellos albinos.

Horacio siempre se las daba de héroe, desde que entró en el CNP, pero sentía que no le llegaba ni a los talones a Torrente. Él mantuvo la calma en todo momento incluso sabiendo que de ahí no saldría con vida.

El sonido de las olas chocar contra las rocas le recordaba a detalle ese momento. Él y Gustabo no eran más que simples alumnos que estaban conociendo la realidad del CNP, y sin duda estaban acojonados.
En cambio Torrente supo manejar la situación de la mejor forma posible.

Él sí fue un grande, él sí fue un héroe.

Un héroe al que acribillaron a tiros, un héroe caido, pero un héroe de verdad.

Un héroe que no debió haber muerto ese día en esa isla.

Horacio miró al suelo y en algunas rocas aún se podían ver gotas secas de la sangre del fallecido comisario.

¿Qué hubiera pasado si en lugar de Torrente hubiese caido él?
¿Su muerte le hubiese importado a alguien que no fuesen Gustabo o Conway?
¿Volkov hubiera llorado por su pérdida?

Preguntas como esas atormentaban su cabeza desde ese día en adelante.

ㅡTorrente... ¿cómo se siente morir?

I really like lo que vendrá después de esto, porque mis niños, viene mambo.
Como siempre, espero que os haya gustado este capítulo👉💕👈

•¿Qᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇꜱ?•  [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora