14-Te quiero

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Unos minutos más tarde ambos hombres estaban en el sofá, Volkov sentado y Horacio tumbado en las piernas de este.

El ruso pasaba suavemente la punta de sus dedos por la frente del de la cresta, quien tenía sus ojos cerrados. ¿Quién iba a imaginar que Volkov era un osito amoroso?

ㅡAsí que te gusta mi cresta. ㅡHoracio abrió los ojos y miró a Volkov.
ㅡ¿Cómo dices?
ㅡLa última vez que vine aquí me dijiste que te gustaba mi cresta.
ㅡA ver Horacio, yo le voy a ser sincero... ㅡEl de ojos marrones ladeó la cabeza y alzó una ceja.
ㅡ¿Cómo que yo le voy a ser sincero, me vas a decir otra vez que eres el polo norte en persona? ㅡEl ruso rió y negó tras un suspiro.
ㅡNo voy a decirte eso, pero como gustarme gustarme... me gustas tú.

Horacio pudo notar lo rápido que sus mejillas se tornaron rojíceas así que se incorporó para que el comisario no lo viese así.
Este soltó una carcajada y trató de ver la cara del de ojos marrones, pero como no dejaba de girarse no lo consiguió.

ㅡ¿Acaso crees que es la primera vez que te veo sonrojado?
ㅡN-no, pero no me lo esperaba. ㅡHoracio rió nervioso y se giró hacia el comisario.

Volkov besó cariñosamente la nariz de Horacio y le sonrió. Al notar la vibración de su móvil decidió revisarlo.
Era una llamada de Conway.

ㅡ¿Sí?
ㅡ¿Ya os estáis haciendo las pajas juntitas? ㅡAmbos se miraron sorprendidos y en silencio. ㅡHostia... lo decía de coña e iba a preguntaros si ambos estábais bien pero viendo el panorama...
ㅡPodemos decir que los dos seguimos y seguiremos vivos.
ㅡConway, ¿Gustabo está contigo? Sigue sin contestarme los mensajes.
ㅡEstá en comisaría pero parece que le ha comido la lengua el gato, casi ni habla. ㅡHoracio suspiró aliviado y sonrió.
ㅡGracias viejo.
ㅡBueno, terminaos la paja, mañana hablamos.

El superintendente colgó la llamada. Horacio y Volkov se miraron aún sorprendidos.
No duraron mucho en silencio, pues estallaron en risa a los pocos segundos.

ㅡJoder con el abuelo.
ㅡParece que tiene él más ganas que nosotros.
ㅡSí sí, terrible. ㅡHoracio secó sus lágrimas, estaba llorando de la risa.

El de ojos marrones guardó su móvil y se abrazó a Volkov con mucho cuidado de no rozar el brazo que este tenía vendado. Volkov correspondió el abrazo con una sonrisa y besó la frente del contrario.

Ambos se miraron a los ojos un momento y se besaron. Un beso largo pero tierno y lleno de sentimientos.

¿Quién le iba a decir a Horacio que por fin estaría así?
Sus labios juntos, sus dedos entrelazados, sus corazones latiendo como uno solo... había soñado con ese día tanto tiempo.

Se separaron y se miraron a los ojos con una sonrisa. No hacían falta palabras, con la mirada se lo decían todo.

Volkov volvió a besar rápidamente los labios del contrario y se levantó del sofá.

ㅡVoy a cambiarme, ¿te importa? ㅡHoracio negó con una sonrisa y se hizo bolita en el sofá mientras veía a Volkov ir a su habitación.

El de la cresta no tardó en ir tras el ruso. Esto no fue algo que sorprendió a Volkov, pues sin siquiera girarse soltó una leve carcajada.

ㅡ¿Necesitas algo?
ㅡNecesito estar contigo.

Volkov sonrió con ternura y se giró hacia Horacio. Este se acercó al comisario y se escondió en su pecho.

ㅡTe quiero Volkov.
ㅡYo también te quiero Horacio.

Volkov besó nuevamente los labios de Horacio mientras este comenzaba a desabrochar los botones de la camisa del ruso.

ㅡ¿Y esto?
ㅡ¿No te duele todo el cuerpo? Sólo te voy a ayudar para que no tengas que moverte demasiado.
ㅡ¿Me vas a ayudar a quitarme una camisa? ㅡEl comisario rió levemente y acarició la mejilla de Horacio. Conocía perfectamente sus intenciones.
ㅡClaro que sí. ㅡEl de la cresta terminó de desabrochar la camisa del ruso y se la quitó pasando suavemente sus dedos por uno de los moratones de su pecho. ㅡ¿Te duele mucho?
ㅡMucho mucho no, lo que más me duele es el brazo. ㅡVolkov se encogió de hombros y se sentó en la cama mirando a Horacio.

Este se sentó sobre él cuidadosamente, quedando ambos frente a frente.

ㅡ¿Y te duele si estoy así? ㅡEl comisario negó con la cabeza y con sus brazos rodeó a Horacio apegándolo más a él.
ㅡDisimular no es lo tuyo.

El comisario metió sus manos por debajo de la camiseta del de ojos marrones, sorprendiéndole.
Unos segundos más tarde el chico de la cresta estaba sin su camiseta.

Volkov se tomó unos segundos para admirar el torso de Horacio, pasando la yema de sus dedos por cada una de las cicatrices que este tenía.

Besó suavemente su clavícula subiendo un poco sus besos hasta el cuello de Horacio, provocando que soltase leves jadeos.

Esa noche fue muy especial tanto para Horacio como para Volkov, pues era la primera vez de ambos.

El roce constante de sus pieles, las caricias, la forma en que se tocaban el uno al otro, los jadeos y gemidos resonando por toda la habitación, la respiración acelerada de ambos...

No le daban importancia a los vecinos, no le daban importancia a quien pudiese escucharles. Esa era su noche y ellos sólo se centraban en el contrario.

Esa fue una noche única, una noche inolvidable, una noche que siempre recordarían.

Buenas bbsitos, aquí un capítulo full Volkacio bonito porque ya era hora uwu.
Bebed awita y cuidaros, espero que os haya gustado💕💕

•¿Qᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇꜱ?•  [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora