20-Hecho de cristal

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"Nos vemos en la sede del CNI, estoy allí con Gustabo."
Ese fue el mensaje que le mandó Conway a Volkov hace unos minutos.

Lara estaba comprobando el estado de Horacio para confirmar si era posible darle el alta o no. Este estaba impaciente por volver a ver a la única persona que recordaba.

Tanto desconocido comenzaba a agobiarle, sobre todo el ruso que llevaba horas haciéndole compañía. No tenía pinta de ser mala persona pero que le hiciese tantas preguntas en lo referente a ellos dos le incomodaba.

ㅡBien Horacio, tómese los medicamentos que le he recetado y repose lo máximo posible, y ante cualquier molestia o empeoras en las heridas no dudes en acudir a los mejores sanitarios del mundo. ㅡLa jefa de los EMS guiñó un ojo al contrario y acercó una silla de ruedas  a la camilla. ㅡEs mejor que lo lleve dónde sea que tienen que ir ahora, comisario.
ㅡ10-4 Lara, muchas gracias.

Entre Lara y Volkov sentaron a Horacio en la silla. El de ojos verdes le dejó a Horacio su chaqueta para que pudiera taparse con algo.

ㅡConway está con Gustabo en el CNI, la idea es que vayamos, pero si quieres descansar podemos dejarlo para otro día.
ㅡPuedo ir, me duele el cuerpo pero no estoy vegetal. ㅡHoracio sonó cortante, ese hombre estaba demasiado encima de él y eso le incomodaba.
ㅡEstá bien, está bien. Avisaré a Conway de que ya vamos.

Volkov le escribió el mensaje a Conway y ayudó a Horacio a subirse al coche, sentándolo en el asiento del copiloto.
Una vez ambos cinturones puestos comenzó a conducir rumbo a la sede del CNI.

ㅡSi en algún bache te haces demasiado daño avísame, ¿de acuerdo?
ㅡ¿Puedes callarte un momento? ㅡHoracio suspiró molesto y miró serio por la ventana del coche. ㅡEs molesto que estés constantemente encima de mi, no tengo 2 años, comisario.

Volkov cerró momentáneamente los ojos con una expresión de dolor y respiró hondo. Tras volver a la calma posicionó de nuevo la mirada en la carretera.

Podía decirle que eran novios, nada se lo impedía, pero decírselo iba a ser crear un ambiente de incomodidad para ambos que no quería, y menos en ese momento.

En la entrada de la sede se encontraban Conway y Gustabo. Estos ayudaron a Horacio a bajar del coche y sentarse en la silla.

ㅡVolkov, ahora que lo veo, sólo te han quedado unas marquitas en el brazo. Se te ha curado muy muy bien. ㅡGustabo sonrió levemente con un aire burlesco.

El ruso sintió un escalofrío pero no contestó al de ojos azules. Se adentró rápidamente en el edificio con un nudo en la garganta.

ㅡ¡Horacio! ¿Cómo estás? Te veo fresquísimo. ㅡGustabo dió un toque en la nariz del de ojos marrones y miró a Conway.
ㅡVamos a por algo de ropa antes de nada, lo que nos falta es que encima se resfríe.

Mientras Gustabo, Horacio y Jack iban a buscar algo de ropa para el más pequeño, Volkov estaba solo en la planta en la que se encontraban las oficinas.

Estaba sentado en la silla de una de estas, mirando por la pequeña ventana desde la que se veía la ciudad.

El tono de llamada de su móvil lo sacó de sus pensamientos. Era Greco, no estaba de servicio y hacía tiempo que no hablaban de amigo a amigo.

ㅡPrrrriviet rusito. ㅡVolkov soltó una leve carcajada y devolvió el saludo.
ㅡПривет Greco, ¿necesita algo?
ㅡ¿Qué es eso de necesita? Ni tú ni yo estamos de servicio, las formalidades déjalas para el trabajo.
ㅡMeh, sabes que le hablo así a todo el mundo.

Greco puso el altavoz y dejó el móvil sobre el banquillo de los vestuarios de comisaría. Se estaba cambiando a un outfit más formal.

ㅡCuéntame, ¿sabes algo de Horacio?
ㅡUna mafia lo apaleó durante días, tiene hematomas y marcas por todo el cuerpo, no recuerda nada.
ㅡ¿Ni siquiera a ti?
ㅡSólo recuerda a Gustabo. Parece que le molesto cuando le dirijo la palabra, él mismo me lo ha dicho.
ㅡHostia tú, que borde está el crestita, ¿no? ㅡEl comisario se quedó anonadado. No esperaba que la reaparición de Horacio fuese así.
ㅡNo le llames crestita, Greco.

Volkov también puso el altavoz y dejó el móvil sobre el escritorio para comenzar a masajear sus sienes. La risa de Greco confundió al ruso.

ㅡ"No lo llames así, Greco" ㅡEl pelinegro agudizó su voz a la vez que reía. ㅡLo siento, me ha hecho gracia.
ㅡ¿Qué hago yo ahora? ㅡLos ojos de Volkov se cristalizaron y la voz de este comenzó a temblar.
ㅡPues cuéntale tío, qué quieres que te diga. Eso sí, por favor omite el día en el que CASI MUERO MIENTRAS TÚ LE HACÍAS UNA PAJA. Gracias. ㅡGreco quitó el altavoz y tomó su móvil y sus cosas del banquillo antes de salir de comisaría.
ㅡGreco no me recuerdes eso. ㅡVolkov rió levemente y se echó hacia atrás en la silla, con pequeñas lágrimas rodando por sus mejillas.
ㅡA ver rusky de mierda, aclárame, ¿estás llorando o riéndote?
ㅡNi yo lo se, sólo se que no puedo permitirme perder a Horacio.

Greco se subió a su vehículo y conectó el móvil al coche por Bluetooth. Tras dejar sus cosas en la parte trasera y ponerse el cinturón volvió a hablar.

ㅡDas una imagen de, como tú dices, una persona prácticamente de hielo, pareces una puta piedra sin sentimientos. Pero mírate, estás hecho de cristal Viktor. Por un par de palabras de Horacio te has roto en pedacitos.

Se hizo el silencio en la llamada. Tras un suspiro fue Volkov quien tomó la palabra.

ㅡSoy una persona también Greco, tengo derecho a tener sentimientos.
ㅡSí, también tienes derecho a guardar silencio y no prestar declaración si no deseas hacerlo y a no contestar ninguna de las preguntas que se te formulen.
ㅡDerecho a ser tratado por un médico en comisaría si fuese necesario. ㅡVolkov secó las lágrimas que caían por sus mejillas y sonrió aún con los ojos humedecidos.
ㅡDerecho a no declarar contra ti mismo y a no declararte culpable.
ㅡDerecho a ser informado de los delitos que se te atribuyen.
ㅡTienes derecho a un abogado privado siempre y cuando la detención no fuese en fragrante delito.
ㅡPor último, tienes derecho a comida y bebida si fuese necesario.
ㅡPues digame Volkov, ¿ha entendido sus derechos?
ㅡCoño, si no los entiendo mal voy siendo comisario.

Ambos amigos rieron, esas cosas no podían hacerlo de servicio, y menos delante de los alumnos.

ㅡVoy camino a tu casa, espero que tengas vodka. Allí hablamos.
ㅡ¿Acaso te he dado permiso para ir a mi casa?
ㅡUps, lo siento, no te escucho, la llamada se corta. En fin que allí nos vemos.

Y tras esto la llamada quedó finalizada.

Volkov salió de la oficina y se dirigió rápidamente al ascensor. Por fin y después de tanto tiempo podría pasar un día con Greco fuera de servicio.

Capítulo 1 poquito más largo, es lo que toca que los anteriores no llegaron a las 1000 palabras :)
No hay mucho que decir, no se dice Karchez, se dice puto, buenas tardes.
Espero que os haya gustado💕💕

•¿Qᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇꜱ?•  [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora