•¿Qᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇꜱ?• [Volkacio]

1-¿Curiosidad?

ㅡA ver capullo, enséñame cuántos rehenes tienes ahí dentro. ㅡConway estaba ajustando una de sus mangas mientras miraba al individuo que estaba atracando la licorería.
ㅡClaro que sí, venid princesitas.

Los tres rehenes se acercaron a la puerta del local con las manos en alto escoltados por el otro atracador.

ㅡ¡Viejo, sácanos de aquí, estos dos están locos! ㅡGustabo sonrió de oreja a oreja al ver a Conway.
ㅡVieja tu puta madre anormal. ㅡEl superintendente se cruzó de brazos y centró su atención en el atracador encargado de negociar. ㅡPor el primer rehén te quito pinchos.
ㅡPinchos fuera, hecho. Que salga la chica.

La primera rehén salió con las manos en alto y uno de los agentes se acercó a ella para cachearla.

ㅡLimpia, tenga un buen día señorita.
ㅡMuchas gracias agente.

La chica se fue a paso ligero del lugar para no molestar. En ese momento llegaron Leónidas y Volkov, cada uno en un vehículo distinto.

Gustabo miró a Horacio, que era el otro rehén. Este estaba embobado mirando al comisario.

ㅡPor el dúo dinámico te desactivo clave Robert y te quito obstáculos.
ㅡMe gusta el plan, los dos, fuera.

Gustabo y Horacio salieron con las manos en alto. Leónidas se diririgió a Gustabo y lo alejó unos metros para cachearlo.

ㅡUsted viene conmigo Horacio. ㅡVolkov llevó a Horacio a un par de metros de la licorería y comenzó a cachearlo.
ㅡEsto... ¿qué tal va el cuerpo, ha habido más bajas?
ㅡNo por ahora, ¿ha dicho algo de dónde se va a dirigir?
ㅡIban a huir hacia el norte si no recuerdo mal. ㅡVolkov asintió e informó por radio.
ㅡEstá usted limpio, Прощай (adiós) Horacio, tenga un buen día.

Gustabo se dirigió hacia Horacio y le hizo una señal de que se fueran. Ambos se despidieron del comisario y se fueron caminando tranquilamente hacia comisaría.

ㅡ¿No vas a decirme nada?
ㅡ¿Nada de qué?
ㅡTe acabas de reencontrar con Volkov como Horacio y no ha sido arrestándote, eso es prácticamente nuevo.
ㅡE-eh... sólo le he preguntado que cómo iba el cuerpo y él me ha preguntado sobre los atracadores.

Entonces el móvil de Horacio vibró. Era un mensaje de Conway metiéndoles prisa, ya deberían estar de servicio.

ㅡJoder con el abuelo, necesita un zeta para iniciar la persecución, nos está esperando.
ㅡ¿Quiere que nos teletransportemos a comisaría? ¡Si nos acaban de soltar!

Los dos corrieron a comisaría para ponerse de servicio y cambiarse.
No tardaron mucho, en menos de 20 minutos ya estaban llegando con el coche.
Conway les recibió. Se acercó al zeta para informarles.

ㅡA ver paletos, os volvéis a retrasar y estáis fuera del cuerpo. No hay pinchos, no hay obstáculos, clave Robert desactivada y dos segundos desde que se suben al coche.
ㅡ10-4 superintendente, ¿algo más?
ㅡTienen pensado huir al norte, me lo ha dicho Horacio nada más salir. ㅡVolkov saludó a los dos subinspectores, se subió en una de las motos y se posicionó al lado de Leónidas.
Conway se subió al coche que quedaba y bajó la ventanilla.

ㅡ¡Cuando queráis supernenas!

La persecución salió bien. No escogieron un buen coche para huir de la policía, era demasiado lento.
Tampoco hubo que romper negociaciones.

ㅡ¡Otro éxito más para Dan y Fred! ㅡConway asesinó a Horacio con la mirada.
ㅡ¿Otro éxito? ¡Si era un coche de mierda!
ㅡSigue siendo un éxito. ㅡHoracio guiñó un ojo y se apoyó en la pared mientras procesaban a los atracadores.

Todos centraron su mirada en Volkov. Este estaba cabizbajo y en silencio, pero cuando se dio cuenta del silencio miró a sus compañeros.

ㅡ¿Pasa algo? .ㅡEl comisario alzó una ceja.
ㅡSólo estabas en un viaje astral, ¿de vuelta en Rusia? ㅡGustabo rió divertido. Volkov asintió siguiéndole el rollo.
ㅡNo hay nada como madre Rusia. ㅡEste exageró el acento ruso en sus palabras.
ㅡAlgún día nos tendrás que llevar por allí, ¿no? ㅡHoracio se apoyó en el hombro de Gustabo esperando la respuesta del comisario.
ㅡDan, cuando yo les vea esa carita tan preciosa que tienen que tener, será cuando se vengan conmigo unos días a Rusia. ㅡVolkov se encogió de hombros con una leve sonrisa.

A Horacio se le derritió el corazón. Casi nunca veía sonreir a Volkov de esa forma, y le encantaba cuando sonreía así.

Joder, que difícil es olvidar a alguien con quien trabajas, y si encima te sonríe así... Simplemente no se puede.

ㅡ¿No te las puedes apañar con nuestras voces?
ㅡYo no se si son sus voces reales o están cambiando algo.

El comisario se dispuso a salir de la comisaría pero Horacio lo agarró del brazo, deteniéndolo en el acto.

ㅡMe gustas, ¿te gusto? ㅡGustabo y Conway se miraron en shock mientras maldecían a Horacio para ellos mismos.
ㅡ¿D-disculpe? ㅡEl ruso se giró mirando a Horacio.
ㅡE-esto... dicen que una vez se te d-declararon así y me da curiosidad ese tema. ㅡEl subinspector respiró hondo para relajarse. ㅡHace un tiempo no se hablaba de otra cosa.
ㅡ¿Curiosidad? Puede venir conmigo y le cuento.

Horacio asintió y ambos salieron de comisaría rumbo al coche de Volkov.
Conway le dio una palmadita en la espalda a Gustabo y señaló la puerta con la mirada.

ㅡTú vete a tomar por culo y haz algo productivo.

Hola ;)
Esto es algo diferente a las otras historias que he escrito/estoy escribiendo, I mean, no es kpop.
Ojalá le deis una oportunidad ya que tengo muuuuchas muchas ideas para esta historia.
Nada más que decir, espero que os haya gustado💕