18-Tal como eres

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A la vez que el sol salía, Horacio estaba sentado en el suelo, cerca del río, rodeado de mariposas. La tenue luz del amanecer se reflejaba en las ventanas de los edificios de Los Santos.

Estaba muy nervioso y su cuerpo se lo hacía pasar mal, entre lo tarde que se durmió y casi no haber pegado ojo estaba cansadísimo.

Había dejado a Volkov durmiendo en su cama, no quería despertarlo así que simplemente besó con dulzura al Ruso antes de salir del apartamento.

Habían pasado demasiadas cosas desde que llegó a esa ciudad. Pasó de estar haciendo el gilipollas con Trujillo, Pablo, Gustabo y Segismundo, a estar infiltrado en una mafia la cual probablemente hoy ponga fin a sus recuerdos, o a su vida.

¿Había sido feliz?

Tal vez, sólo a veces.

Horacio sólo quería ser Horacio, pero él fue todo lo que los demás quisieron que fuera.

Cerró los ojos por un momento y respiró hondo. Así fue como se vio a él junto a Gustabo, de niños, huyendo entre calles del dueño de una panadería, de la cual habían robado algo de pan y dulces.

No tenían nada, excepto el uno al otro. Con eso les bastaba, y eran felices, ¿por qué todo era tan distinto ahora?

Horacio sonrió levemente al recordar la primera vez que Gustabo le dijo las palabras que le acompañarían durante toda su vida.

ㅡ"¿Qué hacemos con los problemas, Horacio?"
ㅡ"¿Qué hacemos?"
ㅡ"¡Pues nos los comemos Horacio, los problemas nos los comemos!"

El de la cresta abrió los ojos y alzó levemente una de sus manos, posándose una mariposa en esta.

Respiró hondo y se puso en pie. Una vez más, sentía como el héroe de la ciudad se volvía cada vez más pequeño.

No era la primera vez que se sentía así. Cada vez que alguien no le dejaba ser totalmente él, sentía como si todo se derrumbaba.

Ser tal como eres es lo único que necesitas para ser feliz en este mundo, pero a ti no te han dejado, ¿verdad pequeño Horacio?

Antes de ir con la mafia sacó su móvil y le escribió un mensaje a Volkov.

"Te quiero"

Pasó todo el día con la mafia, constantemente alerta por si algo pasaba en lo referente a él.
Pero para nada, todo lo contrario, fue bastante bastante bien.

Estuvieron el día entero tras Popi Pope, aunque sin éxito. Pero le estuvieron ayudando, ¿eso significaba que no le pasaría nada? ¿no iban a romperle la cabeza allí mismo?

Parece ser que no.

De camino a la sede, Gustabo estuvo hablando con Horacio del tema.
Este miró su móvil por un momento y pasó su mano por su nuca.

"¿Estás bien Horacio? ¿Ha pasado algo? Si necesitas que te recoja donde sea me avisas, también te quiero."

No iba a abrir whatsapp, no quería dejarle en visto pero en ese momento no podía contestarle.

Armando les abrió la puerta y entraron en el coche de Gustabo a la sede.

ㅡBuenas.
ㅡVamos, entrad.

Una vez aparcaron el vehículo ambos se bajaron y se acercaron al resto. Emilio se acercó a Horacio, haciendo que este se pusiese algo nervioso.

ㅡ¿Te dijo algo más el pendejo?
ㅡNo, no me dijo nada más.

Armando se acercó a ellos y les pidió que fuesen con él. Gustabo miró a Horacio y se encogió de hombros.

ㅡLa paga la paga. ㅡManolo sonrió levemente tras su máscara.
ㅡ¿Sí? ¿Día de paga?
ㅡPuede ser.
ㅡA ver, no pinta la cosa...

Y tras unos cuantos pasos, todos estaban en círculo alrededor de Horacio.
Tras una orden de Armando, Emilio apuntó al de cresta, asesinándolo con la mirada.

ㅡA ver Wilson, sácale las armas. Quítale todo lo que tenga encima
ㅡPero no entiendo, ¿qué pasa Nadando? ㅡArmando suspiró y se dirigió a Gustabo algo molesto.
ㅡA ver... ¿has visto la cantidad de tiempo que hemos perdido hoy también, por un tío? ¿Te das cuenta que no nos es rentable?

Se hizo el silencio en la sede de aquella mafia, sólo se escuchaban las sirenas y el sonido del agua.

ㅡSácale todas las armas, por favor, quítale todo.

Gustabo se quedó quieto, pensativo. Debía seguir las ordenes de Armando, pero no quería hacerle nada a Horacio.
Ante la no respuesta de Gustabo, se dirigió a Tonet.

ㅡCebra, sácale todas las armas.

Y este, sin rechistar, se acercó a Horacio y le retiró todas sus pertenencias.

Tras mucho tiempo hablando, de nuevo con el tema de matar o no a Conway, Armando y Emilio se miraron mutuamente.

Claro, ahora sí lo mataba, ahora que le estaban apuntando a la cabeza, ahora que sabía que podrían matarlo.
¿Pero antes? El juramento que le hizo valía más que cualquier otra cosa.

La vida no funciona con el ahora no ahora sí.

Y ahora, con un nudo en la garganta y más miedo que nunca, Horacio estaba de rodillas en una habitación, con las manos en la cabeza mirando a Gustabo, quien le estaba apuntando con una pistola por orden de Armando.
Este se encontraba cruzado de brazos apoyado en la pared.

Gustabo y Horacio, Fred y Dan, Wilson y Tako... siempre los dos, siempre para el contrario, siempre juntos, siempre fieles el uno al otro. Semper fi, como diría el superintendente.

Ambos estaban tensos, nerviosos. Gustabo no quería hacerle daño a Horacio, Horacio no quería que le pasase nada.
Hablaron, no como compañeros de mafia, de trabajo o tan siquiera como amigos. Ellos hablaban de hermano a hermano.

Y allí estaban, desenmascarados, mirándose a los ojos. ¿Por qué habían acabado así?

ㅡ¿Puedo decir unas últimas palabras?

Armando se encogió de hombros y asintió con desinterés.
A Horacio se le cristalizaron los ojos, y con una leve sonrisa se dispuso a pronunciar sus últimas palabras.

ㅡSiempre juntos Gustabo, siempre juntos.

Y entre tanto ruido, sonó el disparo que dejó en silencio a toda la ciudad.

Buenasss ;)
¿Se acerca el final? Tal vez, queda poquito.
Y como sabéis que soy la dramas, los siguientes capítulos os van a clavar la espinita el doble de lo que se os clavó con el final de spain.
Sin más dilación, espero que os haya gustado💕💕

•¿Qᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇꜱ?•  [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora