¿Quedarme o ir a la realidad? © #RequiAwards

~CAPÍTULO 22~

"Popularidad"

Una nueva etapa, recuerdo aun cuando comencé la preparatoria y el miedo que tenía.

Desde que era niña he sufrido de bullying solamente por tener una complexión demasiado delgada, apodándome como: anoréxica, desnutrida, huesitos, entre otros apodos.

La parte escolar de mi vida ha sido horrible, aunque con el tiempo aprendí a no tomarle importancia a sus opiniones, que debía sentirme orgullosa y feliz conmigo misma de la persona que soy hoy en día, y más teniendo a mi mejor amigo como apoyo, ese chico que cada vez que intentaban humillarme o hacerme una broma de mal gusto, él iba a golpearlos.

Terminaba en dirección, pero para recompensarlo le compraba su helado favorito y lo mimaba como un niño pequeño. Gracias a Calvin, mi vida en la escuela no fue tan mala, ya que contaba con él.

Pero a pesar de eso, las burlas seguían y los comentarios groseros de ellos estaban ahí acechándome y dañándome, podré ser muy fuerte pero sigo siendo una persona con sentimientos.

No te burles de una persona por cómo es o por otro motivo, recuerda que una simple palabra que le digas a alguien puede cambiar su vida para bien o para mal.

Primer día en la nueva preparatoria...

Caminé con pasos nerviosos, estaba en la entrada principal del instituto lo miraba y el pánico se situaba en mi estómago provocándome nauseas.

<< Tú puedes Léa, tú puedes >>

Entré con decisión, miraba a mí alrededor y los chicos de mi edad platicaban o estaban en sus asuntos, nadie me veía o notaba mi presencia, menos mal.

Seguí caminando para ir con una secretaria por mi horario; cuando ya lo tenía me fijé que mi primera clase tocaba en una de las aulas del segundo piso, traté de guiarme por el mapa que tenía, fui subiendo las escaleras concentrada viendo el horario sin percatarme de por dónde iba; me tropecé con una persona que provocó que mis papeles se cayeran al suelo al igual que el celular de la persona. Me agaché para recoger mis cosas y la persona hizo lo mismo.

― Discúlpame, no me di cuenta por donde iba ― volteé a ver a la persona, y me encontré con un chico lindo; tenía ojos color miel, piel blanca, su cabello era castaño claro lo tenía corto y algo desordenado, una sonrisa bonita en su rostro con unos pequeños hoyuelos en ella, un cuerpo atlético apuesto a que está en algún equipo deportivo de aquí, traía puesto una sudadera blanca con unos jens y unos tenis nike.

Me sonrió amistosamente. ― No te disculpes, fue mi culpa no sabía por dónde iba por estar viendo mi celular.

― Ya somos dos entonces ― él agarró mis hojas y me las entregó. ― Muchas gracias.

Ambos nos levantamos y me acomodé mi mochila. ― Eres nueva, ¿verdad?

― ¿Se me nota mucho?

Soltó una risa. ― No, lo supe por tu mapa y el horario.

― Oh sí, me acabó de transferir aquí y estaba buscando el aula que me toca ahorita.

― ¿Quieres que te eche una mano con eso? ― preguntó con cortesía.

― No gracias, ya me las apañaré.

― Déjame hacerlo, así sirve que no llegas tarde.

Me encogí de hombros. ― Bueno...