Maeve

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Con un vestido purpura ella corría,

por el más largo bosque que nunca había visto,

estaba oscuro porque había alguien

que parecía llevarse la luz de sus pupilas.

Ella fumaba a escondidas y cuando escribía,

parecía que la protegía el humo que escupía

pero sólo le gustaba porque se sentía comprendida

al ver que el cigarro se consumía.

Corría descalza por la carretera más perdida

perseguida por tres lobos que decían ser su familia

pero ella sabía que sólo la veían como comida

y si la cogían la matarían.

Y se cansó de llamarla “mamá”.

Y se cansó de pronunciar “papá”.

Y nunca más dijo “mi amor”,

porque su corazón estaba desgarrado por el dolor.

Y corría por el bosque del temor

con los pies llenos de sangre

y los ojos llenos de lágrimas

con su helado corazón protegido con barrotes y sus frágiles manos.

Celdas abiertas de las que nadie escapaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang