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- mierda! - murmura por lo bajo el colombiano, paseando entre el oscuro sendero acompañado de ELN

Más temprano se había vuelto a despertar y, como si nada hubiera pasado, fue a visitar a Don Gillermo para preguntar si había visto el perro que le hacia falta. Realmente le preocupaba y no quería quedarse todo un día en la cabaña sin hacer nada

La respuesta del señor, a pesar de ser afirmativa, lo dejo asustado pues ahora tenía miedo de la condición de su perro. Paso unos minutos caminando hasta que de alguna forma ELN logro alcanzarlo, no le veía tanto problema, incluso, en ese momento agradecía internamente la compañía del contrario, ayudaba a calmar todas las dudas que tenía y el miedo de encontrar mal herido a otra de sus mascotas

Caminaron por largo tiempo, contando cosas bobas o jodiendose mutuamente, lo de siempre, pero después de un tiempo más de caminata y sin señales del can, estaban perdiendo la esperanza

La organización guerrillera Apolo una de sus manos en el hombro del colombiano, notando como aquellos ojos carmesí parecían cristalinos, como si quisiera llorar

Sabiendo ya de antemano lo reacio que es el cafetero ante la ayuda solo le demostró un poco de apoyo, lo suficiente para no hacerlo sentir presionado, ganándose una mirada del colombiano, tratando de aparentar estar lo más calmado posible aunque ya por dentro solo pensaba lo peor

Con un suave suspiro volvió si vista al sendero que estaban siguiendo y retomó la caminata

....

- Es demasiado tarde - Canadá se encontraba en la cabaña que le correspondía junto a México y Coco, esta última sentada mientras miraba su celular, esperaba que en algún momento su hermano le mandara un mensaje

- es normal en él, por las noches desaparece y nadie sabe dónde está- decidió dejar de atormentarse a sí misma y dejar aquel aparato a un lado. Es verdad que el colombiano desaparecía por las noches con frecuencia pero eso no evitaba que se preocupara

México le dolía ver a la colombiana así de desanimada, no era algo muy común. Cuando vio que dejó su celular de lado decidió acercarse, viéndola con preocupación, decidio darle un abrazo que fue rápidamente correspondido

- saldré un rato- anuncia el canadiense para disponerse a salir, el aire fresco de la noche le hacía sentir gran calma y la sinfonía de los grillos que cantaban aquella noche le aliviaba demasiado, aún pensaba en Colombia y que pasaría con el pero por lo menos pensaba más positivamente

....

Bogota estaba siendo acompañada por Armenia, la castaña, a pesar de aparentar normalidad, estaba más callada de lo común y Armenia ya suponía el por qué

- Bogota.. - llama su atención, logrando que los acanelados ojos de la Bogotana le miraran con curiosidad

Claramente aquella curiosidad no demoro en convertirse en asombro pues el abrazo que recibió fue inesperado

Al principio forcejeó y trató de liberarse pero pronto se vio rendida y solo cedió ante aquel contacto físico

- bien bien, que pasa? - pregunta dándole palmaditas en la espalda al de mirada esmeralda, solo logrando que el agarre fuera más fuerte - pero afloja un poco que me sacas las tripas - exagera divertida pero planeando un poco más fuerte su espalda para que le liberara aunque sea un poco

- perdón pero se que necesitabas un abrazo - se defiende sonriendo un poco, acatando la petición de aflojar su agarre pero solo lo suficiente para no "sacarle las tripas"

- por que lo dices? Si estoy bien - le mira con confusión nuevamente pero sonriendo un poco, eso solo logra que nuevamente se apriete el abrazo pero no tanto como antes

•Gracias A Tu Compañia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora