•Gracias A Tu Compañia•

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Colombia y Rusia ya habían llegado a la casa del último mencionado, algo tensos por el incómodo silencio que había entre ellos pero no tenían de otra

Cuando llegaron, Rusia dejó sentado a Colombia en el sofá de su gran sala y, encendiendo la calefacción, le indicó al cafetero que ya podía quitarse su gran abrigo

La casa del euroasiático era verdaderamente amplia, aún así, se mantenía cálida a comparación del clima de afuera

A las horas finalemnte había llegado la organización junto a unos médicos bastante especializados en problemas de "Countrys", más unos analíticos que ayudaban con ideas de lo que pudo causar cualquier inconveniente

Después de un tiempo tratando de chequear al cafetero ( pues este se removia o evitaba cualquier contacto fisico) dieron un análisis finalmente más concreto junto a los cuidados que necesitaría el cafetero: entre esos, alejarlo del fuego

- ¿por qué alejarlo del fuego? - cuestiona Rusia al ver la lista de cuidados que debe tener con el colombiano

- aún no estamos seguros de qué es ese líquido negro que escurre de sus ojos pero comprobamos que es altamente inflamable- demuestra lo antes dicho acercando un mechero al líquido que habían recolectado como muestra, este consumiéndose en fuego inmediatamente. Rusia se replanteaba si verdaderamente sería buena idea cuidar al cafetero, Colombia pensaba ahora que quizás no era tan mala su situación, quizás podría aprovechar ese líquido en alguna divertida tortura con FARC o ELN, o ambos ¿por qué no? Seria entretenido

- ¿algo más? - pregunta Colombia algo desinteresado, aunque la verdad ahora le causaba curiosidad que más habían logrado averiguar

- si. Evite usar el tapabocas. Aún no sabemos por que tus pulmones parecen generar humo pero lo más recomendable es que expulse la mayor cantidad posible, sea normal en ti o no, el humo que liberas parece incrementar su densidad, por lo tanto, si lo contienes te hará más daño - explica tranquilamente para luego señalar la hoja en manos del ruso - ahí hay unos medicamentos que puede que lo ayuden en caso que presente molestias a causa del humo y también hay algunas recomendaciones más- sin más que decir, la doctora finalmente abandona el lugar junto a la ONU

Rusia quedó leyendo los papeles que tenía en su mano mientras prendía la televisión en un canal cualquiera, el cafetero no podría verla pero al menos así no entraría en pánico por el silencio

- iré a prepararte algo de comer. ¿quieres algo? - colombia se voltea. Su cabeza apuntando a espaldas del sofá donde estaba acomodado, casi apuntando al ruso

- no puedo comer cuando tengo humo - responde, retirándose el tapabocas - aunque no se cuando tengo y cuando no - termina de explicar haciendo un par de gestos con sus manos

- ¿por eso eres tan delgado? - cuestiona adentrándose a la cocina, esta no estaba tan separada de la sala, por lo que tenía una buena vista para poder vigilar al cafetero

- quizas¿ - responde casi sin importancia, escuchando el ruido del televisor, agradecía aquello

- necesito que cierres los ojos- el ruso después de un momento regreso a la sala con una servilleta de tela suave en sus manos

- ¿que vas a hacer? - pregunta con inquietud, alejándose de donde había escuchado la voz contraria

- limpiar la cosa rara que sale de tus ojos, empiezas a manchar tu ropa - tras la explicación trata nuevamente de acercar la servilleta pero Colombia se aleja otra ves - ¿qué pasa?

- puedo hacerlo yo solo - reclama, queriendo evitar el contacto

- no, no sabes dónde exactamente, mucho menos si dejara manchado tu rostro o no - suelta un suspiro tratando de comprender un poco al colombiano, ya sabía de antemano que sería difícil cuidarlo cuando no se dejaba ni tocar - no haré nada más que limpiarte, ni siquiera será contacto directo - trata de convencer y aparentemente funciona pues Colombia, a pesar del gesto dudoso y renegado, vuelve a acomodarse bien en el sofá