R.
Estabilidad. Esa palabra llevaba odiándola desde que me independice.
La vida adulta no era un sueño americano. Y tampoco todos los adolescentes soñaban con salirse de casa de sus padres y trabajar. No si no tienes un sueño o una meta en concreto.
Me salí de casa a los dieciocho. Vivía con mi madre y mis hermanos en Los Ángeles y me mudé con mis medios a California para estudiar bellas artes en la universidad de Evansville. Siempre quise ser actor desde pequeño y mis padres se empeñaron en que tuviera una infancia normal. Ya que creciera podía tomar mis decisiones y mis caminos. Sobre todo a aprender duras lecciones de ellas.Hace tres años me gradúe de la escuela y tuve que trabajar para poder pagar la renta y poder asistir a varias audiciones que siempre quedaban al otro lado de la ciudad.
Si me preguntan, mi trabajo temporal no es tan aburrido. La pizzería se encuentra cerca de la preparatoria y muchos chicos venían después de clases. No solía hablar con ellos. Eran muy escandalosos y algo abusivos. En algunas ocasiones tuvimos que correr a unos cuantos.
Entre ellos estaba el típico atleta popular, la animadora popular y los seguidores. Esa no era la parte interesante.
Esa parte era cuando una chica se paraba afuera y miraba unos segundos a través del ventanal.
Era muy hermosa, y siempre llamaba mi atención su rostro triste y decaído.
Se quedaba unos segundos fuera mirando a sus compañeros de escuela y luego se iba. Así sin más.-Es muy rara ¿Verdad?-. Dijo Alex a mi lado limpiando la barra. Mi compañera en el trabajo. Era castaña y de piel morena. Muy agradable pero también muy habladora.
-Es muy bonita-. Dijo Charles a mi otro lado.-Deberías invitarle una pizza un día. Quizá no tiene dinero.
-O quizá sus compañeros son unos hijos de puta y la excluyen de sus actividades recreativas fuera de la escuela.-rectificó Alex. Char se carcajeó.
-Hablas como una señora de treinta años.-se burló. Tomé las cartas y me dispuse a tomar los pedidos de algunas de las mesas.
Así eran mis días. Trabajaba desde medio día hasta muy caída la noche. Por la mañana asistía a algunos castings pero a veces no lograba llegar mi turno, pues debía volver al trabajo. Vaya mierda ¿no?
Antes de dormir mi madre siempre me llamaba. No todos los días pero muy a menudo lo hacía.-Te escuchas cansado, cariño.-dijo por el auricular después de haberla saludado.
-Me levanté muy temprano. Hice ejercicio. Quiero estar en forma. Ya sabes. Más crédito para las audiciones.-rio a través de la bocina.
-Sabes que puedes volver cuando quieras, cielo.-cerré los ojos y suspiré tratando de no hacer ruido. Me dolía decepcionar a mi madre.-Jasmine te extraña mucho. Y Sami ya no puede hacer sus locuras sin ti.-sonreí.
-Dile que se comporte.
-Lo hago siempre aunque ya no es un niño pequeño.-sonreí de nuevo con melancolía.
****
El día siguiente prometía ser igual que el anterior. Solo un poco más desastroso. Comenzó a llover desde muy temprano y debido al tráfico solo alcancé a hacer las compras y a llegar al trabajo a tiempo.
El lugar estuvo casi todo el día desértico hasta que la chica apareció.
Esta vez no se quedó en el ventanal. Entró corriendo al local con el agua escurriéndose entre sus cabellos rubios y su ropa escolar. Dio unos pasos con la cabeza baja y se sentó en una mesa sola.-Es tu oportunidad.-me dijo Charles empujándome. Me dio una toalla y luego salí con ella hacía las mesas.
Me acerqué a donde la chica se había sentado.-Ten.-dije llamando su atención.-Para que no te resfries.-ella levantó la cabeza y me miró. En ese instante algo muy dentro de mi hizo un especie de click y todo mi cuerpo tembló como gelatina.
Era una chica hermosa sin duda. Su cabello rubio y largo. Sus ojos azules y algo pequeños. Lindos. Pero estaban rojos de tanto llorar.-Gracias.-dijo con voz delicada tomando la toalla.
-¿Quieres algo de comer?-. La chica miró el menú sobre la pared un largo rato.
-Eh. Bueno. Una pizza supongo.-dijo apenada.
-¿Peperoni?-.asintió con la cabeza sin mirarme de nuevo. Me alejé hacía el mostrador anotando la orden en el block de notas y luego lo pasé a la cocina.
-¿Qué sucedió?-. Preguntó Alex.
-No lo sé. Parece un poco afligida.-contesté nervioso.
-¿Por qué no hablas con ella?-. Dijo Charles.
-No quiero ser entrometido. Quizá no quiere hablar con nadie.
-Quizás solo quiere desahogarse con alguien.-arremató la chica.
La miré. Aún seguía con la cabeza baja y yo estaba en blanco. No sabia qué decir ni como acercarme sin parecer o sentirme como un idiota.
Esperé que la pizza saliera del horno para volver.
Max la pasó desde la ventanilla de la cocina en una caja de cartón y con ella volví a la mesa.-Aquí está.-dije con una sonrisa. Puse la caja en el centro de la mesa y me detuve.-¿Necesitas algo más?-. La chica negó con la cabeza y aquello lo tomé como que quería estar sola. Así que me alejé.
Pasaron diez, luego veinte minutos y la chica no comió bocado de la pizza. Ni siquiera abrió la caja. Se quedó ahí. Estática.-Ve y habla con ella, idiota.-me empujó Alex. Tragué saliva y me acerqué nuevamente.
-¿Estás bien?-.pregunte.
-Yo... lo siento mucho.-se levantó de golpe.-No tengo dinero para pagar. Lo olvidé en casa. De verdad lo lamento.
-Tranquila. No te preocupes. Yo la invito. Está bien.-dije tratando de tranquilizarla.-Afuera aún está lloviendo ¿Por qué no te quedas y la comemos juntos?.-en ese instante, el grupo de la preparatoria entró al lugar haciendo chascarrillos y riendo fuertemente.
-Tengo que irme.-dijo. Pasó por mi lado corriendo.
-¡Espera!-. Corrí detrás de ella. Sobre la acera la seguí hasta la esquina y nos empapamos con la lluvia.-¡Por favor, espera!-.tomé su mano. No sé que sucedió en ese instante pero el toque de nuestra piel se sintió como una descarga eléctrica que luego corrió por todo mi cuerpo.
Ella se detuvo. Me miró sorprendida, como si también hubiese sentido electricidad. Nos mantuvimos así unos largos segundos casi minutos.
Justo así como se miraba. Tan triste y tan mojada, jamás tuve tanto deseo de besar a una desconocida._____________________________________
Hola, chicas! Soy yo de nuevo♥️¿cómo están?
Llevo días con esta idea en mi cabeza y quería compartirla con mis más fieles amantes de Rami. Será una novela muy cortita y romántica. Siento que últimamente he escrito más sobre drama que romance y el romance es lo mío jaja así que díganme qué les parece este capítulo💞
¡Las quiero!
ESTÁS LEYENDO
Si pudiera volar 《Rami Malek》
FanfictionRami es un joven prospecto a actor que sueña con la gran pantalla, dinero y fanáticos a su alrededor. Cuando ve que sus esperanzas comienzan a desmoronarse, conoce a Jude, una introvertida y rara chica que solo quiere ser libre y vivir su vida sin e...