Capítulo 3. "El resto de tu vida"

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R.

Volví detrás de la barra cuando la chica desapareció de mi vista. Me lamenté haber sido tan directo y entrometido.

-¿De verdad es alérgica a la pizza?-.preguntó Charles.

-Me alegra que escuches mis conversaciones porque luego podemos, no sé, discutir al respecto de algo que es muy importante-.dije con sarcasmo. Tomé un trapo y limpié la barra.

-Es obvio, Rami, pero hay dos posibilidades de por qué dijo eso.-habló Alex.-Yo como una chica lo entiendo mejor que ustedes, par de tontos.

-Iluminanos.-se rio Charles.

-Eso de ser alérgica solo fue una excusa porque la tomaste desprevenida o realmente lo es.-explicó muy sencillo.-Piénsalo. Ayer pidió la pizza y no comió de ella. Ni siquiera abrió la caja.

-Creo que la primera probabilidad es la correcta. Fui muy directo con ella y buscó una forma amable de rechazarme.-dije continuando limpiando.-Estoy bien, chicos. De verdad. No necesito esta conversación.-deje el trapo y volví a la cocina.

*****

La tarde siguiente transcurrió normal. Max me necesitaba a veces en la cocina para ayudarle cuando los pedidos a domicilio pasaban de cinco o seis en una ronda de cuarenta y cinco minutos. Normalmente Charles y otro chico hacían la entregas al rededor del vecindario y un poco más lejos. Eso les dejaba propina extra.

A las tres de la tarde el lugar se llenó con los chicos de la preparatoria. Pedían casi todas las pizzas de todos los ingredientes y bebidas rellenables. Las ganancias quedaban bien pero también terminábamos agotados. 
Necesitábamos más personal.

Al colocar las ultimas pizzas en la mesa junto al ventanal, la rubia volvió a aparecer. Me sonrió a través de vidrio y saludó ligeramente con la mano.
Limpié mis manos en el mandil y salí.

-Hola-.dije. Ella bajó la mirada y mordió un poco su labio.

-Quería disculparme por lo de ayer. Estuve pensando en ello y siento que fui un poco...

-No tienes que disculparte. En serio.

-Solo yo... no esperaba que quisieras salir conmigo o... concerme-. Me miró. Tuve que contenerme para poder hablar, pues sus ojos me dejaban paralizado.

-Realmente me gustaría. Pareces una chica muy agradable.-sonrió.

-Tú eres un chico muy amable.-mi corazón comenzó a bombear desenfrenado.

-¿Quieres pasar?

-Tengo que volver a casa. Pero ¿Te parece si nos vemos esta noche? Quizá cuando acabe tu turno.-sonreí feliz.

-Salgo a las ocho.

-Estaré a las siete treinta.-las piernas me temblaron un instante.

-Bien-. Acepté.

-Hasta luego, Rami.-sonrió y paso por mi lado alejándose.
Regresé al local a toda velocidad.

-¡Oye, amigo!-. Gritó el chico alto desde la mesa.-Más bebidas.

-Claro-.contesté. Tomé la jarra de té helado sobre la barra y volví.

-¿Conoces a la chica que se acaba de ir?-. Preguntó el mismo chico mientras llenaba su vaso.

-Apenas la estoy conociendo.-dije disimulando mi incomodidad.

-No creo que te convenga hacerlo-.murmuró.

-No creo que te convenga decir eso con tu novia a un lado-.arrematé y me alejé.

-Ese es mi gallo-.celebró Charles cuando pasé atrás de la barra con él.-¿Tienes una cita pero sin pizza?-.me reí.

***

Cuando ya estuvimos listos para cerrar. Tome mi chaqueta y miré hacia el ventanal. En seguida apareció ella. Tenía un vestido corto color blanco y su cabello suelto. Parecía un ángel.

-Los veo mañana-. Me despedí.

-¡Destrozala!-.gritó el chico. Luego se quejó por un golpe de Alex en su brazo.

Jude y yo caminamos cuesta abajo hasta la costa. Donde había una linda y tranquila playa. Con pocos niños y parejas paseando. Algunos puestos de comida y lanchas en la orilla del mar.

-Y bien, cuéntame algo sobre Rami.-pidió divertida.-¿Qué quieres ser de vida?

-Oh, bueno yo, quiero ser actor.

-¿De verdad?-.exclamó sorprendida.

-Sí. Estudié en Evansville. Mi trabajo en la pizzería es temporal en lo que me llaman de algún casting.

-¿Haces castings muy a menudo?

-Cuando tengo oportunidad. Debo trabajar sino no puedo comer o mantenerme en forma-.se río sonrosada.

-¿Y tú? ¿Qué harás el resto de tu vida?

-No lo sé-.suspiró.-He pensado demasiado en lo que mis padres esperan de mi y no encuentro una respuesta.

-¿Qué te gusta hacer? ¿Qué es lo que más te apasiona?

-Pues-.sonrió mirando al mar.-Me gustan mucho los animales. Nunca se lo he dicho a nadie pero quisiera tener muchos animales. Montar caballos, dar de comer a vacas y patos  en un estanque. Sueño con vivir en  una granja llena de animales. Con un lago donde pueda nadar todos los días con un hermoso atardecer naranja frente a mi.-la miré fascinado. En su rostro se notaba el deseo de querer una vida así. Tranquila y lejos de todo.

-Parece lindo.-me miró apenada.

-Lo siento. Me emocioné un poco.

-Descuida. También me emocioné.-rio.-¿Vivirías ahí tu sola?

-Con mi hermana. Ella... no puedo valerse por si misma.

-Lo lamento.

-Está bien. Ella es mi mejor compañía.

-¿Qué hay de tus padres?-. Al preguntar aquello su rostro se tornó frio y sereno.

-No me gusta mucho hablar de ellos.

-Lo siento. Quizá voy un poco rápido. No tienes que contestar.-me miró y sonrió de lado.

-Eres un chico muy lindo.-masculló.-Así que quieres ser un actor famoso y reconocido mundialmente. ¿Con muchas chicas al rededor y como cinco casas?-.me reí y seguimos caminando.

-Con una mansión en Los Ángeles para mi y mi familia bastaría.

-Estoy segura que lo lograrás. Más aún haciéndolo como lo haces. Estudiando y trabajando duro. No necesitas de nadie más que de ti mismo para cumplir tus sueños.

-Gracias, eres muy linda.-rio y giró la cabeza tapando su rostro con su cabello.

-Me gustaría acompañarte un día a uno de tus castings. Para apoyarte y animarte. Imagino que algunos días te desanimas un poco.

-Lo apreciaría mucho. Y realmente si, últimamente he pensado mucho en si seguir con esto o volver a casa y dedicarme a otra cosa.

-No lo hagas. Yo confió en ti.-sonrió y tomó mi mano.

Si pudiera volar 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora