Capítulo 5. "Nuestro corazón"

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R.

Tuve que despertar muy temprano para estar en la pizzería a las siente treinta de la mañana. No sabia qué tan puntual era Jude pero quería verme bien. Me arreglé un poco más de lo normal y rocié loción en mi ropa.
Exactamente a las siete treinta y cinco un Volkswagen rojo aparcó en la cera frente a mi. Jude bajó la ventanilla y me miró sonriendo.

-Buenos días.-.saludó. La miré un poco sorprendido.-Vamos. Llegaremos tarde. Sube.-caminé detrás del auto hasta la puerta del copiloto y me subí.

-¿El auto es tuyo?

-De mi hermana. Fue un regalo de dieciséis años.-comenzó a conducir por las calles hasta el centro. Suspiré nervioso.

-Descuida, sé conducir bien. Estás a salvo.-se río.

- No es eso. La audición me pone nervioso.

-Es emoción por el momento. Es adrenalina. Úsala a tu favor y los sorprenderás. Eres bueno y aquel que no vea tu talento es un idiota-.sonreí.

-Nunca me has visto actuar.

-Pero es fácil reconocer a alguien talentoso con solo verlo.-me miró de reojo sonriendo.

-Gracias por esto, Jude. Significa mucho.-di otro suspiro, pero este fue viéndola conducir y sonreír. Quería decirle que se veía hermosa, pero no lo hice. Probablemente Jude no me miraba de la misma forma que yo a ella y simplemente era amable conmigo porque me apreciaba como un amigo y nada más. Es duro pensar en ello así que me concentré en la audición.

Esperamos casi una hora para mi turno. El lugar estaba repleto. Ver a los chicos salir de ahí un poco desanimados me ponía más nervioso, sin embargo Jude me tranquilizaba con una sonrisa.

-Tu puedes-.masculló desde la reja que separaba a la gente de afuera con la fila de los aspirantes.

Cuando fue mi turno entré al auditorio tratando de sentirme confiado. Frente a mi, sentado en una butaca se encontraba el director Jack Hartley y una asistente.
Esta audición a diferencia de algunas otras que había hecho es libre. No había libreto ni nada en especial que hacer. Improvisé un monologo dramático, uno que me sabia de memoria. Con ello sentí más confianza, hasta que el director me pidió que me detuviera.

-Basta, chico. No me gusta. No tienes talento. Además ¿De dónde eres? Tus ojos son escalofriantes. Lo siento, es todo para ti.-tragué saliva y miré a todos lados avergonzado. Luego giré y me marché.
Corrí fuera del auditorio atravesando al gentío, luego salí del estacionamiento sin dejar de correr. A un lado del centro se encontraba una parte alejada de la playa de Santa Mónica. Ahí me refugie. Fue casi inevitable mantener mis lagrimas dentro. No eran lágrimas de tristeza, sino de coraje y de humillación.

-Rami-.llamó Jude detrás de mí.-¿Qué pasó?-. Preguntó preocupada. Se detuvo a mi espalda y alcancé a escuchar su agitada respiración.

-Es todo para mi. No tengo talento, no tengo nada-.sorbí mi nariz. Ni siquiera puedo mirar a la chica sin sentir vergüenza.

-Por supuesto que tienes talento, Rami-.reclamó parándose frente a mi. Giré la cabeza.-No dejes que esto te detenga. ¿Tienes idea de cuántos artistas exitosos fueron rechazados al inicio? ¡Muchísimos! Y de los más famosos.-me sujetó de los hombros.-Esto es solo una piedra en tu camino. Un bache. Una mala racha. Un huracán que ya está saliendo de tierra. Todo aquel que pelea por sus sueños tienes pruebas de formas diferentes e incluso peores. Por favor, no te rindas ahora.-la miré.-Has llegado tan lejos. Yo estoy segura que algún dia ganarás un Óscar y será el día más feliz de tu vida porque recordarás que valió la pena todo tu sufrimiento. Y no serás cualquier actor, serás el actor. De esos que no harán audiciones nunca más, te llamarán para esos papeles e incluso harán películas solamente para ti.-sonrió.-Solo necesitas no rendirte ahora.

-Jude... realmente haces que todo lo malo se vaya. Yo... no sé que decir en este momento. Estoy avergonzado, me siento aplastado, derrotado, y también me siento afortunado de estar aquí contigo y feliz de haberte conocido.-levante mis manos y acaricie sus mejillas.-Y lo más fuerte de todo es que siento que...-.me callé. Tenía miedo de que al decir mis sentimientos todo cambiara entre nosotros y justo ahora que la necesitaba más que nunca.

-¿Qué?-.murmuró ella, pidiendo que terminara mi oración.

-Yo...-.bajé la mirada a sus labios. Luego quise alejarme, pero ella me atrajo y me besó. Mis manos aún estaban en su rostro, y al bajarlas a su cintura ella me abrazó juntando nuestros pechos y sincronizando los latidos frenéticos de nuestro corazón.
Era increíble. Era lo más fantástico que había sentido. Las corrientes eléctricas y los hormigueos en todo el cuerpo ahí estaban, parecía que viajaban desde mi cuerpo al suyo y después de recorrerlo por completo volvían a mí.

-Me estoy enamorando de ti, Rami.-dijo al separarnos.

-Es exactamente lo que yo iba a decir-.sonrió y nos volvimos a besar.

(*)

Pasamos el resto de la mañans en la playa tratando de olvidar lo malo que había sucedido. Sé que siempre debía rechazar las criticas malas que no tenían que ver con mi avance o mejoramiento. No habían sido comentarios constructivos así que podía desecharlos.

-¿Salías con ese chico con el que haces tu proyecto escolar?-.pregunté interesado mientras caminábamos.

-¿Jacob? No, para nada. Ni siquiera somos amigos ¿Por qué?

-Dijo que no me convenía conocerte o hablarte-.me miró extrañada.

-¿De verdad eso dijo?

-Si. Y estaba su novia a un lado.

-Es un imbécil. No le prestes atención.

-Lo mismo te digo.-sonreí.

-Háblame de tu familia.-pidió. Paramos de andar y nos sentamos en la arena frente al mar.

-Mi madre vive en Los Ángeles. Tengo dos hermanos. Un gemelo y una mayor.

-¿De verdad tienes un gemelo?-.exclamó sorprendida.-¡Moriría por conocerlo!-.reí. -¿No has probado hacer audiciones en Los Ángeles?

-Sé que hay más oportunidades, pero sería volver a casa sin nada seguro.-dije desanimado.

-Pero llegarás a tu casa, con tu familia. No creo que ellos te juzguen. De hecho es el apoyo que necesitas en momentos como este.

-Tu me apoyas más que nadie ahora.-sonrió tierna y algo sonrosada.

-Pero insisto. Deberíamos ir. Podemos ir mañana en el auto.

-Es un viaje de tres horas, Jude.

-No importa. Quizá también necesites un viaje en carretera. Te relajará mucho y te hará olvidar  este mal día.

-No ha sido un mal día para nada-.acaricie su mentón.-No después de haberte besado.-ella sonrió, se acercó y nos besamos de nuevo.

Si pudiera volar 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora